Tips del 17 de noviembre de 2021
El adviento, un itinerario para prepararnos para que Jesús nazca en nuestro corazón.
Por Silvia del Valle
Estamos por entrar en el tiempo de Adviento y todos los signos visibles cambian, nos ayudan a recordar que estamos preparando nuestro corazón para que esté a la altura del Rey de reyes y para que sea cálido y acogedor para el pequeño niño que está por nacer.
Estamos en perfecto tiempo para preparaos como familia y para adaptar nuestro hogar para recorrer este camino de preparación interior.
Esto también lo deben comprender nuestros hijos y nosotros podemos ayudarles armando una estrategia familiar para seguir este itinerario, por eso aquí te dejo mis 5Tips para lograrlo.
PRIMERO. Ubícate en el tiempo.
Es necesario que tengamos claro cuándo comienza y cuándo termina a el Adviento. Este año comienza el 28 de noviembre y termina el 24 de diciembre, así que este día tendremos 27 días de preparación para que nuestro corazón esté listo para acoger al pequeño niño Jesús.
SEGUNDO. Desarrolla la estrategia.
Cada familia es diferente y es única por eso es necesario que hagamos una estrategia propia.
Puedes ayudarte de los recursos que nos van proponiendo y poniendo a disposición en los diferentes canales y medios católicos como son videos o imágenes de calendario de adviento, así puedes adaptarlos y diseñar tu estrategia familiar.
Claro que puedes incluir a tus hijos para que tomes las mejores decisiones y que la sientan suya y así quieran participar.
En esta estrategia debemos incluir a todos los miembros de la familia, cada uno a su nivel, pero todos caminando juntos.
TERCERO. Prepara material didáctico.
Para nuestros hijos pequeños, y para los no tan pequeños también, debemos preparar material didáctico, material con el que puedan comprende lo que sucede.
Pueden ser dibujos impresos para iluminar, calendarios para seguir paso a paso, lecturas de la Biblia, etc.
Es importante que nuestros hijos aprendan lo que estamos viviendo y lo hagan suyo es por esto que debemos generar materiales significativos para que todo sea simbólico.
CUARTO. Ambienta tu casa
Es necesario que nuestra casa esté también preparada para que nos ayude a vivir adecuadamente esta época.
Lo primero que debemos preparar es nuestra corona de adviento y estamos en perfecto tiempo de hacerla ya que la primera vela se encenderá el próximo domingo, el primer domingo de adviento.
Poco a poco debemos también preparar el nacimiento, para que poco a poco vayamos poniendo las piezas hasta llegar al día de Navidad y pongamos al niñito Jesús.
Y QUINTO. Camina en familia con la Sagrada Familia.
Es bueno que vayamos de la mano de José y María que ya lleva en su vientre al pequeño niño Jesús en este itinerario espiritual ya que fueron ellos los que recorrieron el camino de Belen para que, como familia, también caminemos hacia el nacimiento de Jesús.
Es así que la oración debe estar presente en este tiempo para que nuestro corazón se haga propicio y apto para el nacimiento de Jesús. Implementemos algunas devociones familiares para que en este tiempo las llevemos a la vida cotidiana de nuestra familia.
Y tratemos de hacer la oración para encender las velas de nuestra corona de adviento en familia como signo visible de que vamos avanzando en este itinerario de preparación par el nacimiento de Jesús.
Tips del 10 de noviembre de 2021
Se nos acaba el año litúrgico y es tiempo de cerrar ciclos.
Por Silvia del Valle
El tiempo pasa muy rápido y en este tiempo de pandemia ha pasado un fenómeno muy particular pues el tiempo se nos ha ido sin darnos tanta cuenta y han quedad como "perdidos" casi dos años de nuestra vida y esto implica que no hemos cerrado algunos ciclos de manera correcta.
Esto para nuestros hijos es algo muy fuerte porque en la niñez y juventud, los acontecimientos pasan más rápido y van marcando fuertemente la persona y delineando la personalidad y al no cerrar correctamente los ciclos, se generan huecos que debemos ayudar a corregir ahora, antes de que les dejen una huella definitiva a nuestros pequeños.
Las ceremonias de graduación que no se pudieron realizar, las que se hicieron de forma distinta a lo planeado; las fiestas que se tuvieron que cancelar, los concursos que se dejaron de realizar, las amistades que se alejaron sin poder dar un abrazo de despedida, etc. son ciclos que es necesario cerrar correctamente, aunque sea a destiempo.
Cuando se quedan truncas las historias de vida provocan heridas e inseguridades en nuestros hijos y eso hace que tengan miedos y frustraciones que les impiden desarrollarse correctamente.
Ayudar a nuestros hijos a cerrar estos ciclos les permitirá comenzar nuevas aventuras de forma sana y con nuevas expectativas, por eso aquí te dejo mis 5Tips para ayudar a nuestros hijos a cerrar ciclos correctamente.
PRIMERO. Que reconozcan los ciclos inconclusos y que nos generan dolor.
A todos nos cuesta trabajo reconocer que algo nos ha lastimado o que nos duele haber dejado de hacer algo porque nos sentimos vulnerables y evidenciados pero con nuestros hijos el sentimiento es mayor pues, en muchos casos, no comprenden lo que sucedió y lo toman como una injusticia.
El que puedan reconocerlo debe traer consigo que puedan perdonar a los implicados en que no pasaran las cosas como ellos querían. Y en el caso de la pandemia, es necesario que hagan conciencia de que nadie tuvo la culpa y que fue una situación extrema que nos ha cambiado la vida y que debemos aprender a sobrellevar.
Podemos hacer una lista de cada una de los eventos inconclusos y así tomar cartas en el asunto para darles un correcto desenlace y cerrar ciclos adecuadamente.
Podemos hacerlo en familia y/o individualmente ya que existen eventos que nos pueden incluir y precisamente con ellos podemos poner el ejemplo para que nuestros hijos aprendan a hacerlo individualmente, siempre con nuestra ayuda y supervisión dependiendo de su edad.
Por cierto, esto no es exclusivo de cierta edad, desde pequeños debemos ir cerrando ciclos.
SEGUNDO. Que hagan un análisis de cada situación para ubicarla en la actualidad.
Es importante que nuestros hijos se acostumbren a ser analíticos y a poner en su justo lugar cada una de las situaciones para que puedan dimensionar las cosas adecuadamente.
Primero podemos hacerlo con ellos y siempre es mejor hacerlo gráficamente, es decir, poner en una hoja de papel cada evento y poner sus características específicas.
Cuando nuestros hijos son pequeños nos ayuda pedirles que nos dibujen lo que sienten para que ellos mismos ubiquen sus sentimientos y desde sus dibujos podemos comentar a analizar con ellos la situación de tal forma que les vayamos explicando lo que pasó, así podemos ir ajustando la realidad a su percepción.
TERCERO. Que hagan propuestas de solución.
Siempre es mejor que la solución salga de ellos mismos por lo que nosotros podemos pedirles que a cada situación le pongan varias soluciones posibles y podemos analizarlas con ellos para ver cual es la más viable y posible.
Con los hijos pequeños es mucho más necesario nuestra ayuda y conducción y conforme son más grandes los podemos dejar que ellos mismos encuentren la mejor solución.
Es necesario poner las soluciones finales por escrito para que no las olvidemos y que todos estemos conscientes de lo que se debe hacer y pongamos manos a la obra.
CUARTO. Que sean conscientes de que hay factores que no dependen de nosotros.
Siempre existen esas circunstancias que no podemos controlar, personas que no podemos suplir, lugares a los que no podemos regresar, etc y que afectan el curso de nuestra vida, por lo que debemos ayudar a nuestros hijos a identificarlos y después a adaptarse a esas circunstancias adversas.
De ser necesario debemos ayudarles a perdonar pues de otra forma vivirán con un resentimiento por la injusticia que no les permitirá seguir adelante con la vida cotidiana.
Teniendo claridad en este punto, podemos hacer un ejercicio de perdón y de justificación para estar en paz y ubicar correctamente lo sucedido.
Y QUINTO. Que estén dispuestos a adaptarse a la nueva realidad.
Sabiendo que hay factores que no podemos modificar, debemos enseñar a nuestros hijos a adaptarse y modificar sus estándares o anhelos, dependiendo de las nuevas circunstancias.
Debemos buscar que nuestros hijos sean felices con lo que tienen a pesar de las circunstancias y dejar ir lo que no pudieron tener o lo que no salió como ellos esperaban.
Eduquemos a nuestros hijos para que sepan y comprendan que la felicidad no está en lo externo sino en su capacidad de disfrutar al máximo lo que Dios les da y que lo puedan compartir con los que los rodean para hacer de cada evento en su vida algo único y que dejará una huella positiva que les servirá de peldaño y base para construir sobre bases sólidas.
Tips del 3 de noviembre de 2021
Los pobres nos necesitan, ayudemos en familia.
Por Silvia del Valle
A propósito de la V Jornada Mundial de los pobres me he puesto a pensar que es muy bueno que nuestros hijos hagan conciencia de que debemos ayudar a las personas que no tienen tantas bendiciones como nosotros y que podemos hacerlo desde nuestra familia.
Cualquier ayuda, por pequeña que sea, es de utilidad y vamos poniendo un granito de arena para hacer de este mundo algo más humano y con menos pobres.
Por eso aquí te dejo mis 5Tips para ayudar a los pobres en familia.
PRIMERO. La pobreza no se planea ni se escoge
Es importante hacer conciencia de esto pues muchas veces nuestros hijos piensan un ellos nunca pasarán por una situación de pobreza porque viven sin carencias.
Pero la pobreza no depende de nosotros, ningún pobre ha escogido por voluntad propia vivir así, salvo los consagrados que hacen voto de pobreza y la ofrecen a Dios para parecerse más a Jesús.
Es por esto que no debemos burlarnos de las personas que viven una condición de pobreza o que tienen necesidad para obtener los recursos necesarios para vivir.
Por el contrario debemos estar siempre dispuestos a ayudar al que lo necesita. Se que a veces eso es algo difícil porque hay muchas personas que mienten sobre su condición, pero nosotros debemos estar dispuestos a ayudar y podemos buscar instancias reconocidas para ayudar cómo es Caritas diocesana o parroquial.
SEGUNDO. Comenzamos a ayudar, al no desperdiciar
Es importante que nuestros hijos hagan conciencia de que el desperdicio coopera a la pobreza por que evita que los que más necesitan tengan una vida digna.
Por eso es necesario que eduquemos a nuestros hijos para que no desperdicien.
Es así que debemos ver que se coman todo lo que se les sirve y si es necesario servir porciones más pequeñas para no tirar lo que dejan.
También debemos estar atentas a no malgastar la luz y el agua pues son recursos que cuestan mucho y que si ahorramos un poco podremos ayudar a los que menos tienen.
Se trata de generar una cultura del ahorro y de la ayuda a los demás de forma subsidiaria, dando al que necesita y recibiendo lo que nos pueden compartir.
TERCERO. Podemos compartir con los que menos tienen.
También es muy bueno que nuestros hijos aprendan a dar, a compartir las bendiciones que Dios nos da con los que lo necesitan.
A mi me da miedo a ir a veces podemos cooperar para fomentar vicios si les damos dinero a los que nos lo piden en las esquinas, pero podemos preparar bolsitas con alguna fruta, cereales, chocolates, palanquetas, emparedados, galletas, etc. para compartir con ellos.
Una vez se acercó a mi coche una persona mayor a pedir ayuda u coló no llevaba monedas le di dos mazapanes que llevaba, me asombró mucho su reacción porque, lejos de enojarse, se puso feliz y se los comió de inmediato.
Esto me ha animado a traer en la camioneta comida para compartir con los que piden ayuda en las esquinas.
Otra forma de ayudar son las esquinas de la misericordia, donde tú llevas suéteres que ya no usas y que están en buen estado, para que quien lo necesite los tome y los use.
La idea es que busquemos formas de ayudar a los más necesitados en familia.
CUARTO. Nuestros hijos también pueden compartir sus cosas.
Claro! Puede compartir sus juguetes o la ropa que ya no les queda, pero debemos buscar que sean nuestros propios hijos quienes la compartan con los que lo necesitan.
Podemos buscar lugares específicos como casas hogar donde nos reciban la ropa limpia y en buen estado que nuestros hijos pueden llevar a entregar.
Podemos también pedirles que una vez al año hagan limpieza de juguetes y escojan varios en buen estado para compartirlos con los niños que nada tienen.
Lo importante es que sean ellos mismos quienes los compartan para que tengan la experiencia de dar una caricia a los que la necesitan.
Y QUINTO. La oración también es una obra de misericordia.
Es cierto que a veces nosotros mismos estamos necesitados y poco podemos compartir con los demás, pero lo que nunca está de más es la oración.
Nada nos cuesta y nos regala muchísimo porque el que por otro aboga, por si intercede, es decir, que cuando nosotros oramos por los que más necesitan, estamos orando por nosotros mismos y estamos haciendo una obra de misericordia.
Que Dios NSO de la gracia de ver escuchadas nuestras plegarias y que veamos solucionadas las necesidades de tantas personas que poco tienen para vivir dignamente.
Y recuerda que lo que hagamos por el más pequeños y necesitado en este mundo, se llama estamos haciendo a Jesús.
Tips del 27 de octubre de 2021
Todos somos llamados a ser santos, aún en el mundo actual
Por Silvia del Valle
Es necesario decir que hoy más que nunca, Dios nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre.
La santidad es un ofrecimiento de la propia vida por los demás, sostenido hasta la muerte.
La santidad es el rostro más bello de la Iglesia.
Todos estamos llamados a ser testigos, a compartir con los todos la acción de Dios en nuestra vida es por esto qué hay testimonios muy distintos, porque la vida divina se comunica q cada uno de forma distinta.
Para ser santo no se necesita ser obispo, sacerdote, religioso o religiosa, cada uno podemos ser santos en el estado de vida al que Dios no ha llamado.
Por eso aquí te dejo mis 5Tips para educar a nuestros hijos para que busquen ser santos en el mundo actual y dar testimonio.
PRIMERO. Hay que preguntarle al Espíritu Santo que espera Jesús de cada uno.
Es necesario que nuestros hijos se acostumbren a discernir cuál es la voluntad de Dios para ellos en cada momento de la vida y para eso debemos nosotros enseñarles a discernir.
Hay muchas formas de hacerlo, pero lo principal es que estén dispuestos a preguntarle a Dios y después a hacer lo que les pide.
A veces será por medio de sus papás, otras por algún comentario en la homilía del padre, otras veces los signos que se nos van presentando, otras veces alguna petición en particular, etc.
Lo importante es que aprendan a escuchar la voluntad de Dios y después a llevarla a cabo.
Es bueno tener en cuenta que lo que viene de Dios trae paz y alegría al corazón.
SEGUNDO. Es necesario que conozcan a Jesús para que se identifiquen con Él.
Nadie ama lo que no conoce, por eso debemos darles a conocer a Jesús y su vida terrena para que tengan ejemplo de santidad.
Jesús se hizo igual a nosotros en todo, menos en el pecado, por lo que en Él está nuestro modelo de vida. La Virgen María también es un gran modelo pues es la persona más parecida a Jesús en toda la tierra.
Para esto podemos echar mano de los recursos didácticos que existen en internet, ya sean videos, cantos, juegos, dibujos para colorear, etc. Para que sea algo agradable, divertido y cercano a nuestros hijos.
TERCERO. Deben esforzarse en cuerpo y alma.
En empeño de ser santo implica una batalla constante y continua contra nosotros mismos y contra lo que el mundo nos presenta, por eso nuestros hijos deben comprenderlo para que estén dispuestos a librar esta batalla.
Si los enseñamos desde pequeños a vencerse a sí mismos en las cosas pequeñas, cuando lleguen las cosas más grandes, esas que con los años nos van agobiando, serán capaces de librar la batalla por ella mismos y podrán usar las armas espirituales que le demos proporcionado.
Por eso es bueno que les acerquemos los sacramentos en el tiempo adecuado, que les enseñemos a rezar el Rosario y que lo hagan constantemente, que sepan que también existen ejemplos de otras personas que lograron vivir conforme a lo que Dios les pidió, que son los santos y que pueden seguir su ejemplo y camino de santidad.
Si les vamos dando a conocer las bodas de diferentes santos podrán ellos también escoger las que más les gusten y las podrán tomar como camino de vida, siempre tomando las virtudes de ellos y llevándolas a su vida cotidiana.
CUARTO. Que se pongan pequeñas metas alcanzables.
Cómo esto de la santidad es un proceso, es bueno que nuestros hijos comprendan que es día con día.
Así que podríamos ayudarles con actividades y calendarios donde vayan anotando sus logros y ofreciéndolos a Dios, por ejemplo, en tiempo de adviento o cuaresma acostumbren a seguir un calendario con actividades que les ayuden a prepararse.
En tiempo ordinario podemos poner un recipiente vacío y uno con cuentas para que cada vez que cumplen una meta, o cuando logran vencer alguna tentación así, físicamente pueden ofrecer sus acciones y también las pueden hacer conscientes.
Con esto pueden hacer conciencia que la santidad se alcanza con actos concretos.
Y QUINTO. Que no tengan miedo a la santidad.
A veces pensamos que ser santos implica ser serios, ser perfectos o que nos va a quitar la alegría y nuestra energía, pero en realidad no es así.
Por el contrario la santidad nos ayuda a ser plenos porque estamos cumpliendo la misión que Dios nos ha encomendado, nos ayuda a tener más energía o estar más animados en nuestro día porque tenemos la motivación de agradar a Dios y de dar testimonio.
Así que hagamos de la santidad un estilo de vida para que nuestros hijos vean la santidad como algo deseable y que trabajen por alcanzarlo.
Lo que es una realidad es que para ser santo hay que estar enamorado de Dios y por eso queremos estar siempre con el, ya sea en esta vida pero principalmente en la vida eterna.