Columna del 12 de agosto del 2019
El Proyecto Fifí. Poiré y Urzúa
Jorge Miguel Ramírez Pérez
Hace una semana se anunció con bombo y platillo que la COPARMEX iba a iniciar una oposición al gobierno que denominó Alternativas Para México, en el mas puro estilo fifí, tal como lo definiría López Obrador. Para tal efecto el jefe del sindicato patronal Gustavo de Hoyos, pasó de ser un crítico defensor de los proyectos que el gobierno suspendió, en particular el aeropuerto de Texcoco; para convertirse en el promotor además de una escuela de cuadros, que le pudiera hacer frente a los obradoristas, según se entiende.
A Alejandro Poiré le encargaron el proyecto de entrenar a jóvenes líderes del futuro, -unos miles dicen- que encabezarían en los próximos años o meses, en el mejor de los casos, lo que algunos califican sería el embrión político de la derecha, o lo que se quiera decir con ello.
Poiré es un calderonista de pura cepa quien en ese sexenio, escaló todo en Gobernación, desde Desarrollo Político, el CISEN, y fue hasta su titular; siempre en la línea del prototipo de funcionarios hechos al vapor, como la mayoría de los panistas, los atlacomulcas y ahora los de la 4ª. Transformación, que echando a perder dicen que aprenden.
Pocos recuerdan a Poiré en la SEGOB, y de los que se acuerdan, es por su temor cuando era jefe de los asesores del malogrado Blake, a distribuir entre los gobiernos de los estados solicitantes, algunos vehículos e inmuebles de los bienes incautados a los del crimen organizado.
Parece que Poiré tenía miedo de esas reuniones rutinarias, al menos eso consideraban sus colaboradores: le entraba la paranoia, porque comentaba que habría venganza de los malos, porque se hiciera uso de esos bienes.
Vaya usted a saber que pasaría por su cabeza, el hecho es que no solo le quedó grande un cargo que paulatinamente venía a menos en ese sexenio y posteriormente; sino que ateniéndonos a los resultados con Poiré responsable de la política, ese gobierno perdió rumbo: no cuajaron sus alianzas con el PRD, se dividió más el PAN, creció la violencia, los gobernadores abusaron de lo lindo y finalmente perdieron la elección presidencial, en la que los calderonistas se aferraron a otro invento, el actuario Cordero. Con eso no hay nada más que decir.
Poiré hoy tiene el cargo rimbombante de decano de los conocimientos políticos y anda reclutando expertos, léase despedidos de altos cargos por Obrador, les van a enseñar a los aprendices de políticos, que hagan lo que ellos no hicieron, me imagino.
Llaman la atención fotografías publicadas de Poiré con Carlos Urzúa muy sonriente, con una camisa a cuadros que resaltan su previa austeridad personal grisácea, lo venden, la COPARMEX y el jefe de capacitación del proyecto formador fifí, como la gran adquisición.
Supongo que Urzúa va a enseñarles a los hipotéticos dirigentes de México, lecciones del capitalismo con cargo directo a las generaciones que todavía no nacen, a los causantes
cautivos y a los obligados por las famosas Afores que son objeto de asaltos permanentes. La neta de la filosofía de todos los que han encabezado esa oficina campeona de injusticias que es Hacienda.
Sin embargo no creo que mejoren al ITAM en eso de maquillar cifras, porque para muestras un botón: Zoé Robledo el nuevo del IMSS egresado de allí mismo ¡ya ve a la maltrecha institución con mejores números! ¡Hágame el favor, así de rápido!
Pero la sagacidad excede a la prudencia porque Hoyos supone que reclutará, jóvenes domesticables, sin criterio como para tragarse que Urzúa es impoluto e inocente. Alguien que en siete meses, y antes, desde que fungía ya como ministro de Hacienda todavía sin cartera, hizo todo lo posible por estancar la economía y engañar a su jefe, al grado que contra la elemental razón celebran que el crecimiento cero, con los décimos que sean, es un logro… y nadie dice nada, “no se vayan a espantar los capitales”, los que por cierto, desde mediados del año pasado salieron, junto con lo saqueado por parte de Peña Nieto, el ignorante que ocupó la presidencia, mientras Videgaray mandaba.
Pero lo que destacó del equipo de Hacienda que encabezó Urzúa, es su ignorancia en la comprensión integral de la administración pública de la que nunca exhibieron un proyecto de cambio, uno integral y no recetas de parches contradictorios hasta legalmente. Se mostró durante su gestión la desconsideración del impacto de decisiones que afectarían la economía, sin sustituir los mecanismos compensatorios; menos se vieron ni de lejos, planteamientos de amplio espectro como pudieran ser reformas en la redistribución de competencias. Fue Urzúa un burócrata más siguiendo las recetas de Paco Gil y Pedro Aspe. Nos engañó a todos.
Otro de los capacitadores del proyecto de Hoyos, para ofertar la Alternativa Para México, es el nieto de Don Jesús Silva Herzog, Jesús Silva III sí es un comentarista brillante, con lagunas de la práctica de la política y el gobierno; que conoce el enfoque de arriba, el de las élites, que vuelcan en la práctica la simulación como proyecto para México, que es un país mucho mas incivilizado de lo que suponen.
El ejemplo es el de otro capacitador: Carlos Elizondo-Meyer, un prestigiado académico que casi nada pudo hacer como consejero de PEMEX, en medio de las peores administraciones de la historia de esa institución, al intelectual o le pasaron los asuntos raros de noche o temió confrontarse con el poder político de los pasados gobiernos.
Ese es el equipo de Hoyos para ofrecer una salida a los empresarios que se oponen. La COPARMEX tiene un antecedente histórico con Clouthier, a quien muchos consideran padre de la democracia. Su interés es válido, falta ver cómo le van hacer para hacer que México tenga en verdad una alternativa...
Columna del 7 de agosto del 2019
México País Sin Proyecto
Las Ocurrencias Contra las Simulaciones
Jorge Miguel Ramírez Pérez
México nuestro querido y amado país lleva casi 198 años de ser nominativamente independiente. En todos estos años salvo algunas décadas de estabilidad con Díaz y después de Alemán hasta con López Mateos, el país se la ha pasado de una división a otra, en medio de violentas luchas por el poder por el poder mismo, disfrazadas de partidarismos ideológicos: criollos contra gachupines; monarquistas contra republicanos; masones escoceses contra masones yorkinos; federalistas contra centralistas, clericales contra liberales, imperiales contra republicanos; federales contra revolucionarios; revolucionarios contra otros revolucionarios, cristeros contra ateos; los del movimiento contra los de la represión; priístas contra panistas y hoy, chairos contra fifís.
En realidad en la mayoría de los casos los que se lanzaron a la violencia por una de las causas en disputa, también lo hicieron a favor de la que combatieron inicialmente; el mayor ejemplo fue López de Santa Ana, quien repitió su cambio ideológico las veces que le convino. Pero no fue el único, solo el mas cínico.
Todos argumentaron e hicieron lo posible por ser patriotas. ¡Faltaba más!
Ninguno de los numerosos cabecillas de la historia dejó de rasgarse las vestiduras por la patria mexicana, pero nadie, absolutamente nadie de ellos tenía proyecto propio y realista, con excepción de los que se conocen como villanos de la historia: Iturbide, Maximiliano y Porfirio Díaz
Iturbide que siempre fue vencedor militar y genio político, paró en seco la masacre inútil de compatriotas: dejo el país como el tercero mas extenso del mundo, después de Rusia y China. Entendía como prioridad la necesidad de frenar el expansionismo estadounidense, de fortalecer la alianza con Centroamérica, de cultivar nexos con Bolívar, de contener a los rusos por el lado de las Californias que asechaban desde la Alaska entonces todavía en su poder; y a los ingleses en la colindancia de lo que hoy es Canadá y de su rapiña en Belice; a reforzar la relación con las naciones europeas y reestructurar la economía transoceánica que se daba por medio de México. Su pecado: entender al país como potencia independiente.
¡Pero siempre hubo un Vicente Guerrero ignorante y cándido, que tuvo la ocurrencia de ofrecerle "el trono de México" a Joel Poinsette, embajador estadounidense y enemigo número uno de nuestro país!
La caída de Iturbide, sencillamente catapultó los planes de las raquíticas 13 colonias, lo que era entonces Estados Unidos, en menos de 25 años un país de rufians como Dave Crockett, semisalvajes, se adueñaran de más de la mitad de México.
Mas adelante con Maximiliano, el proyecto era crear la mayor potencia occidental con alcances comerciales indiscutibles: los aliados eran Francia, Bélgica y en el centro de Europa, el Imperio Austrohúngaro, que por entonces se componía de lo que hoy son: Austria, Hungría, Chequia, Eslovaquia, Croacia y hasta Eslovenia, de donde es la esposa de Trump. El pecado de Maximiliano fue compadecerse y querer negociar con Juárez, incluso haciéndolo jefe de gobierno, pero éste ya tenía pactada la entrega de Tehuantepec.
Díaz otro que si ganó batallas, quería rearmar a México aliándose con Alemania, abrir negociaciones comerciales serias con Europa y fortalecer las finanzas con las casas francesas. Crear un corredor transístmico en Tehuantepec que uniera los dos océanos; por eso invirtió no solo en la red ferroviaria nacional, jamás agregada posteriormente; sino también en el tren que iría de Puerto México, así le llamó a Coatzacoalcos -con un enfoque geopolítico- en el Golfo, para salir al puerto de Salina Cruz, en el Pacífico: Su pecado: Competir con EUA y su canal, el de Panamá.
Cualquiera de los mencionados era proyecto. Sus opositores nunca demostraron tener alguno, algo medianamente serio. Lo suyo era destruir nada más, de construcción: cero. Lo que traían eran órdenes externas, consignas inconfesables de bloquear los proyectos inmensos, que habrían cambiado la historia del mundo de los últimos doscientos años.
Los que vencieron y que hoy son objeto de veneración, eran rabiosamente envidiosos de los que tenían ideas verdaderas e independientes. Hay que leer la historia, no nada mas las novelas gratuitas del texto que el gobierno entrega. Si alguien obsequia algo generalmente, es porque no sirve o le sirve solamente al que lo regala.
Los demás son o simuladores, que han copiado desde la Constitución y las leyes a Estados Unidos; sus esquemas políticos, sus interpretaciones de género, sus programas sociales y su tecnología depredadora. Aprendiendo hasta maquillar cifras como los itamitas, para endeudar; y que la oligarquía pueda hacer negocios monopólicos de pura saliva; o son chamánicos con acento baturro, que creen en las deidades prehispánicas; sincretistas que le piden permiso a la madre tierra y a los pueblos y espíritus ancestrales, para ejecutar mediante la prueba-error, a ver si pega, las ocurrencias más inverosímiles.
Unos son simuladores y tienen endeudado al país hasta la coronilla. No tienen proyecto lo suyo es aparentar, son defraudadores que les gusta vivir en el extranjero. Allí no saben tampoco que hacer, porque nadie se deja.
Otros estancan la economía falsa, pero que caminaba. Ambos grupos históricos no tienen ni tendrán un proyecto necesario. Porque es imposible comenzar reconstruyendo las glorias perdidas del Anáhuac, como querían Echeverría, la Zuno y López Portillo; ni tampoco se puede caminar en medio de falsedades para quedar bien con los poderes financieros, como Salinas, Zedillo y los demás imitadores que les siguieron.
¡Pobre México tan lejos de Dios y tan cerca de la simulación y la ocurrencia!
A ver si después de tanta confusión, despertamos a perdonarnos y al fin, después de esta larga noche, surjan las ideas.
Columna del 31 de julio del 2019
El Futuro del Morena
Jorge Miguel Ramírez Pérez
Sobra decir que el nombre del Movimiento de Regeneración Nacional, mejor conocido como Morena, pretendía recomponer al estado mexicano no solo en sus formas sino en el fondo: regenerar lo que no se pudo generar, un tejido, un proceso muerto.
Morena en ese arranque nominativo iba mas allá de lo que planteaban otros partidos de izquierda, como el PFCRN que quería un frente de reconstrucción nacional; es decir, seguir el mismo modelo, pero recuperando la perspectiva de Lázaro Cárdenas que decía fue destruida a partir de Ávila Camacho. El ferrocarril, como se conoció por sus siglas impronunciables, acabó siendo instrumento del poder, léase Gobernación, que le dio vida artificial.
Pero fuera de toda interpretación mística o ideológica, Morena fue visto llana y sencillamente como el vehículo electoral de Andrés López Obrador para arribar a la presidencia. Nadie le vio otras virtudes. Las anteriores militancias del líder en el PRI y en el PRD, se diluyeron y Morena surgió como un partido obradorista cien por ciento, cuyo fin concluiría hace un año y un mes, porque el propio López Obrador se propuso de no lograr su propósito, confinarse en su hacienda tabasqueña. No había plan "B".
Morena tenía su destino marcado de úsese y tírese. Y sigue sin ser un proyecto político útil. No tiene estrategias, no tiene pensadores, carece de operadores, nadie razona argumentos políticos, es un alarido de descontentos pero que están divididos sin remedio.
El partido, una vez que AMLO llegó a la presidencia se precipitó. Sigue siendo un instrumento del nuevo poder para ganar elecciones con personas desconocidas e improvisadas, porque tienen el aval directo del líder. Pero carecen de plataforma para ser eficaces; y como dijo Paco Ignacio Taibo el del Fondo de Cultura Económica, mejor conocido por su florido vocabulario, la gente de este gobierno (casi todos, del Morena) va muy atrás del Presidente y no parecen que puedan alcanzarlo...
Porque el Morena antes de haberse convertido en un proyecto que regenerara la vida política del país, con una propuesta bien pensada y armada para que pudiera transformar el sistema político y el sistema de partidos, se quedó en el nivel del chambismo sin credenciales; en la lucha de imaginar un dedazo de parte de Andrés, para ascender en la burocracia política. En los estados ya hay por lo menos diez aspirantes a gobernadores, porque le hablan de tú, a Andrés. Es el argumento de peso, no hay otro. Se reconstruyen las mecánicas del priísmo, no se regenera algo distinto.
Da la impresión de que el Morena está suelto, que López Obrador le perdió interés y que no pudo escalar en la utopía izquierdista. Ni siquiera es un partido deliberante como decía Gramsci, se volvió monolítico... pero sin disciplina. Algo insólito.
Pero como no hay tiempo que no se cumpla, el Morena tiene que hacer algo más que existir re saboreando su gran triunfo del 2018 y se prepara para el cambio de dirigentes nacionales antes de finalizar el año.
En el umbral de la lucha interna por la dirigencia están: la actual secretaria general, Yeidckol Polevnski, industrial de no se sabe que empresa, con deficiencias políticas y culturales, ha tenido la virtud de caerle bien al líder, pero ahora, me parece que no. Incrustó a malos elementos que ahora tienen poder, como el locochón alcalde de Los Mochis o el diputado striper. Pero sobre todo en Morena, se habla de malos manejos del dinero, de los 800 millones que ya recibieron, la mitad de lo que le darán este año al partido. Se critica además que se había prometido entregar el 50% al INE bajo el argumento de austeridad; y también de que el 50% de lo que quedara sería para capacitación de cuadros, que les urge a muchos junto con un curso intensivo de primaria. Ninguna de las dos promesas se ha cumplido.
Otra que quiere es la Presidente del Consejo del Morena, la contadora Bertha Luján, con pocas luces. Fue contralora en el gobierno del DF en el que nada cuestionó. Se le considera favorita del círculo familiar de Amlo; pudo colocar a su hija Luisa María Alcalde como Secretaria del Trabajo, con nula experiencia en lo laboral. A Luján se refería muy probablemente Alejandro Rojas Díaz Duran, otro aspirante, cuando dijo que Morena no requería una "empleada del Ejecutivo".
Uno más. El candidato de la cargada: Mario Delgado, que suma diputados más que otros, obvio, es su jefe. Le atribuyen cercanía con Marcelo Ebrard, por lo que los especuladores señalan un avance para este político en el estilo de buscar la grande. Si eso fuera verdad, se considera prematuro el pretendido posicionamiento. Para diluir las obvias sospechas se dice que el líder del senado Ricardo Monreal, también está en el barco de Delgado, que por cierto es un típico político chilango desconocido fuera de la capital.
Finalmente está Alejandro Rojas Díaz Durán, a quien no toman en serio las élites morenistas con excepción de su jefe Monreal, de quien es suplente en el senado. Uno, que a pesar de que no gozaría de la benevolencia de los de arriba, puede resultar sorpresivo. Se le conoce porque es batallador y con mas tablas discursivas que sus competidores. Por lo pronto va arriba en las encuestas, su tesis: Morena no existe como partido, lo cuál es verdad.
A falta de futuro ideológico, el futuro a la vista en unos meses es esta lucha interna, en la que siguiendo la impronta morenista: los favorecidos de arriba no son bien vistos.
Columna del 29 de julio del 2019
Baja California, la Corte y los matrimonios del mismo sexo
Jorge Miguel Ramírez Pérez
Se descompuso el sistema jurídico mexicano porque cada quien aduce derechos según su conveniencia y no hay orden jerárquico para determinar la razón jurídica en las controversias. Salen peligrosos delincuentes por procedimientos no apegados estrictamente a leyes que favorecen el crimen y suponen esa indefinida versión de "buena fe", aún de sicarios cuyo modus vivendi es mandar a la muerte personas.
El modelo de la nueva justicia es el de comportarse con amabilidad con los criminales para que ni siquiera sufran daño sicológico por las malas autoridades que los acusan de "cosas horribles", Se dice: somos "todos humanos y todos tenemos derechos", hasta de lastimar a los demás ¿o no?
Pero esas anécdotas cotidianas de las que todos experimentamos, tienen su sustento en la adopción forzada de formas jurídicas externas aplicadas a rajatabla en México, para que nuestro país como lo ha venido haciendo desde que se dice independiente, se parezca más a las instituciones de Estados Unidos, porque aquí en nuestro país, en este México no tenemos juristas propios, con ideas realmente creativas que reformen los modelos a nuestra realidad y no a la de otros pueblos que han sido auto vencidos en su conciencia y ya no se aceptan, al grado de no querer reproducirse y preferir perversiones y mascotas con tal de no tener hijos: se tienen asco.
¡Y México, en caliente a parecerse a ellos!
Por eso pega el falso matrimonio del mismo sexo, una jalada de los pelos, que demuestra la bajeza moral de nuestra generación; que ha permitido lo que nuestros padres jamás se imaginaron, porque su mente no estaba tan atascada de porquería y sabían diferenciar la realidad, de la locura de pensar que la imaginación equivocada es válida.
Los que se imaginan lo que no son deberían retar a la realidad y creerse pájaros de verdad, no gansos como les dicen en Veracruz, y lanzarse al vació para volar y que las leyes absurdas, los amparen, para decir que fue por su derecho a volar, aunque no puedan ni siquiera tener un rebote de cinco centímetros.
Y cuando los legisladores de un estado votan como corresponde: la negativa a darle derechos de matrimonio, adopción de niños, cambio de sistemas educativos y registro de minorías sexuales para tener cuotas de poder de los que deben tener tratamiento siquiátrico, entonces sale la dizque "suprema corte" para amparar al caprichoso que quiere ser venerado por sus extravíos mentales. Y como sucedió en la Cd. de México, se les conceda todo; en aras de envenenar la mente de hijos ajenos.
En ese punto se adujo el artículo constitucional 121, por cierto de los calcados de la Constitución de EUA; que se refería en su origen, a la validez de que la propiedad reconocida en un estado debe ser reconocida en otros estados y para nada en el derecho de hacer lo que se me de la gana, si en mi estado no lo prohíbe. En ese caso la interpretación es tan extensa, que vale hasta para desaparecer todas las constituciones locales, sus cámaras, tribunales y hasta gobernadores, ya que salen sobrando, ¿o, no?
De pasada la Suprema Corte, en su papel legislativo debe dictar la desaparición de poderes no solo estatales sino los del Congreso Mexicano, porque importa un bledo lo que el pueblo decida a través de sus representantes, si la Corte, en su actitud de entreguismo doctrinario a los modelos angloamericanos, se propone desestructurar el sistema jurídico mexicano, como a diario lo hacen de manera sistemática.
Y tan mal está la interpretación de las doctrinas constitucionales que no hay posturas definitorias: ante hechos como los de Baja California, en los que los congresistas votaron lo no que no se votó. Es decir, esos diputados maiceados mediante una supra votación, figura inexistente en las legislaciones del mundo sobre derecho electoral, decidieron que lo que se votó por el pueblo, eso, ya no sirve.
Esa ostentosa ilegalidad se quiere calificar como un hecho consumado, en lo oscurito. Es una maniobra de priístas ñoños que presumen, hacer puerco lo que era ya cochino. Porque la elección interna pasó por alto el compromiso publicitado para favorecer al exaltado Martínez Veloz, que antes era de los devotos de López Obrador.
Todos se pasan y hacen relativo lo que debía tener firmeza.
El país día a día descompone su seriedad jurídica, con tal de quedar bien con caprichos y estratagemas de beneficios de grupo, no generales, como las leyes lo establecen en sus formas primigenias. El problema es que muy pocos advierten esa descomposición que hace fácil derrumbar la estabilidad del estado de derecho, porque para reconstruirlo y darle nuevamente viabilidad le ronca.