No conocí a Sandra Luz Hernández, su lucha la conocí por los medios de comunicación, pero casi puedo asegurar que ella no decidió iniciar esta lucha que finalmente le costó la vida, más bien fue empujada a ella por la terrible desaparición de su hijo y la desagradable ineptitud de las autoridades para dar solución a su problema.
Eso sí, una vez iniciada, no hubo nada que la detuviera, ni las amenazas, ni los desaires, ni la incomprensión de otras personas la detuvo, como no ha detenido tampoco a otras madres que viven la misma angustia de no conocer el paradero de sus hijos.
El mismo Procurador ha reconocido que la muerte de la activista puede estar relacionada con la lucha que daba por dar con el paradero de su hijo, entonces la coreografía que algunas autoridades montan para esclarecer el homicidio de “mujeres” (que sin duda es grave y se tiene que atender) es más una cortina de humo, un distractor, que la atención del delito en cuestión.
No nos dejemos engañar, ni dejemos que el sacrificio que Sandra Luz hizo de su vida quede en el vacío, su lucha fue por encontrar el paradero de su hijo y por obligar a la autoridad a enfrentar y resolver el problema de acuerdo a sus responsabilidades, que no nos quieran engañar ahora con la creación de un “feminicidio” es decir, el asesinato de odio por ser mujer.
Hay que decirlo con todas sus letras: a Sandra Luz la mataron por ser una luchadora social, por exigir la justicia y la eficiencia de la autoridad, no porque fuera mujer.
Si deseamos que se haga justicia, recordemos siempre la lucha de esta valiente mujer, y como ella, exijamos a las autoridades que cumplan con su obligación, ya basta de impunidad, ya basta de engaños, ya basta de distracciones, ya basta de corruptelas, ¡cumplan con su obligación!
Cuando se piensa en la economía de Sinaloa, inmediatamente viene a la mente la actividad agrícola, en tiempos recientes, además, se ha dado un importante valor al turismo, que con la inauguración de la carretera Mazatlán-Durango se ha convertido en una realidad, al acercar la playa a los estados del norte, durante muchos años complicados para acceder a ésta por la barrera de la sierra, pero que con esta maravilla de la ingeniería ha quedado a pocas horas y ahora con suma facilidad pueden llegar en un viaje rápido, incluso para un fin de semana.
Este desarrollo, en lo agrícola o en lo turístico, está ligado, necesariamente, a la calidad de nuestros ríos, los que desgraciadamente, hemos descuidado y contaminado.
Once ríos cruzan la geografía sinaloense, ríos que recogen el agua en la sierra, bañan los valles y desembocan en el pacífico; pero también, en su paso por el valle y las ciudades, recogen una enorme cantidad de contaminantes, entre agroquímicos y basura; el agua que recogen en la sierra es cada vez menor debido a la deforestación que hemos infringido a este ecosistema. Desembocan en el mar pacífico, y al hacerlo arrojan todo lo que en el camino fueron recolectando a su paso.
De esta manera, la cantidad de agua de nuestros ríos ha disminuido, su calidad se ha deteriorado y su utilidad se ha comprometido.
Hoy, incluso los turistas son puestos en peligro por los contaminantes que desechamos, a veces sin estar conscientes de ello, en el mar.
Quizá les sorprenda saber que ya no somos líderes en la producción de gran variedad de productos agrícolas, y si seguimos por el camino que vamos, pronto no habrá forma de sostener el desarrollo de nuestro querido estado.
Educar en la paz significa que reconozcamos en el otro a un igual, una persona con la misma dignidad y valor que uno mismo; es también, hacer propios una serie de valores y transformarlos en virtudes que se vivan de manera cotidiana en nuestra vida, y estos valores se adquieren y se viven en la familia, es ahí donde se convierten en virtudes que guían nuestro diario quehacer.
Quizá muchos de los problemas que hoy vivimos es porque hemos olvidado cómo ser familia, nos cuesta trabajo comunicarnos unos con otros, tanta tecnología nos estorba para poder llegar a nuestro hijo, nuestros padres o hermanos; también es porque hemos dejado que la violencia se apodere de nuestras vidas, los golpes, pero también la agresividad emocional, se han vuelto un cáncer en la vida familiar.
La violencia que vivimos en la sociedad, tiene su origen en nuestros hogares, no es un implante que viene del exterior, sino un engendro que hemos dejado crecer; a pesar de lo malo que es esto, también es una buena noticia, porque significa que podemos lograr transformaciones de fondo en el corto plazo, haciendo que cambie nuestra propia visión de la vida y nuestra forma de relacionarnos con los demás.
La Madre Teresa de Calcuta decía: “Si no tenemos paz en el mundo, es porque nos hemos olvidado que nos pertenecemos el uno al otro, que ese hombre, esa mujer, esa criatura es mi hermano o mi hermana.” Si recordamos esta pertenencia, en breve el mundo se habrá transformado.
Palabras del Papa Francisco durante el Regina Coeli de este domingo 11 de mayo
Queridos hermanos y hermanas, buen día.
El evangelista Juan nos presenta en este cuarto domingo del Tiempo Pascual, la imagen de Jesús como el Buen Pastor. Contemplando esta página del evangelio podemos entender el tipo de relación que Jesús tenía con sus discípulos.
Una relación basada en la ternura, en el amor, en el conocimiento recíproco y sobre la promesa de un don inconmensurable: 'Yo he venido --dice Jesús-- para que tengan la vida y en abundancia. Tal relación es el modelo de las relaciones entre los cristianos, y de las relaciones humanas.
Muchos hoy como en el tiempo de Jesús, se proponen como pastores de nuestra existencia, pero solamente el Resucitado es el verdadero pastor que nos da la vida en abundancia. Invito a todos a que tengan confianza en el Señor que nos guía, y no solamente nos guía, pero nos acompaña y camina con nosotros. Escuchemos con corazón y mente abierta su palabra para alimentar nuestra fe, iluminar nuestra conciencia y seguir las enseñanzas del evangelio.
En este domingo recemos por los pastores de la Iglesia, por todos los obispos, incluido el obispo de Roma, por todos los sacerdotes, por todos, por todos. En particular recemos por los nuevos sacerdotes de la diócesis de Roma que he ordenado en la basílica de San Pedro. Demos un saludo a estos trece sacerdotes, que el Señor nos ayude a nosotros pastores a ser siempre fieles al Maestro, y guías sabias e iluminadas del Pueblo de Dios a nosotros confiado.
También a ustedes les pido por favor que nos ayuden, nos ayuden a ser buenos pastores. Una vez he leído una cosa hermosa sobre cómo el Pueblo de Dios ayuda a los obispos y sacerdotes a ser buenos pastores, en un escrito de San Cesáreo de Arlé, un padre de los primeros siglos de la Iglesia.
Y daba este ejemplo: cuando el ternero tiene hambre va a lo de la madre para tomar la leche, pero la vaca no lo da enseguida, parecería que se lo guardara para ella. ¿Entonces qué hace el ternero? Golpea con su nariz al pezón de la vaca para que llegue la leche. Es muy linda esta imagen. Así ustedes -dice este santo- tienen que hacer con los pastores: llamar a su puerta, a su corazón para que le den la leche de la doctrina, de la gracia y la leche de la guía.
Y les pido por favor, importunen a los pastores, moléstenlos, a todos nosotros los pastores, para que le demos el alimento de la gracia, de la guía y de la doctrina. Piensen a aquella bella imagen del ternero, cómo importuna a la madre para que le dé de comer.
A imitación de Jesús, cada pastor a veces se pondrá adelante para indicar el camino y apoyar la esperanza del pueblo. Otras veces estará simplemente en medio de todos, con su cercanía simple y misericordiosa. Y en algunas circunstancias deberá caminar detrás del pueblo, para ayudar aquellos que se quedaron atrás. Que todos los pastores sean así.
Pero ustedes importunen para que den la guía de la doctrina y de la gracia. En este domingo se recuerda la Jornada mundial por las vocaciones. En el mensaje de este año he recordado que cada vocación requiere de todos modos, un nexo para centrar la existencia en Cristo y su evangelio. Por esto la llamada de seguir a Jesús es al mismo tiempo entusiasmante y empeñativa. Y para que se realice es necesario entrar siempre en profunda amistad con el Señor para poder vivir siempre con él y en él.
Recemos para que en este tiempo tantos jóvenes sientan la voz del Señor, porque existe el riesgo a veces, que sea sofocada por otras voces diversas. Recemos para que en este tiempo tantos jóvenes escuchen la voz del Señor. Recemos por los jóvenes quizás aquí en la plaza haya alguno que sienta esta voz del Señor que lo llama al sacerdocio, recemos por él si está aquí y por todos los jóvenes que están así.