Mensaje del Papa Francisco durante la oración del Regina Coeli de este domingo 4 de mayo
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! El Evangelio de este domingo, que es el tercer domingo de Pascua, es el de los discípulos de Emaús. Estos eran dos discípulos de Jesús, los cuales, después de su muerte y pasado el sábado, dejan Jerusalén y regresan, tristes y abatidos, hacia su pueblo, llamado precisamente, Emaús. En el trayecto Jesús resucitado se acercó a ellos, pero ellos no lo reconocieron. Viéndolos tan tristes, Él, primero les ayudó a entender que la pasión y la muerte del Mesías estaban previs-tas en el designio de Dios y preanunciadas en las Sagradas Escrituras; y así reencendió el fuego de esperanza en sus corazones.
A ese punto, los dos discípulos advirtieron una extraordinaria atracción hacia aquel hombre misterioso, y lo invitaron a quedarse con ellos esa noche. Jesús aceptó y entró en su casa. Y cuando estando en la mesa bendijo el pan y lo partió, ellos lo reconocieron, pero Él desapareció de su vista, dejándolos llenos de estupor. Después de haber sido iluminados por la Palabra, habían reconocido a Jesús resucitado en el partir del pan, nuevo signo de su presencia. Inmediatamente sintieron la necesidad de regresar a Jerusalén para referir a los otros discípulos su experiencia, que habían encontrado a Jesús vivo y lo habían reconocido en aquel gesto de la fracción del pan.
El camino de Emaús se transforma así en símbolo de nuestro camino de fe: las Escrituras y la Eucaristía son los elementos indispensables para el encuentro con el Señor. También nosotros llegamos a menudo a la Misa dominical con nuestras preocupaciones, nuestras dificultades y desilusiones. La vida a veces nos hiere y nos vamos tristes hacia nuestra “Emaús”, dando la espalda al designio de Dios. Nos alejamos de Dios. Pero nos acoge la Liturgia de la Palabra: Jesús nos explica las Escrituras y reenciende en nuestros corazones el fuego de la fe y de la esperanza y en la comunión nos da fuerza. Palabra de Dios y Eucaristía: leer cada día una parte del Evangelio, recuérdenlo bien, leer cada día una parte del Evangelio y los domingos ir a hacer la comunión, a recibir a Jesús. Así sucedió con los discípulos de Emaús, han recibido la Palabra, han compartido la fracción del pan, y de tristes y derrotados que se sentían, se sintieron alegres. Siempre, queridos hermanos y hermanas, la Palabra de Dios y la Eucaristía nos llenan de alegría. ¡Recuérdenlo bien! ¡Cuando tu estás triste o algo así, toma la Palabra de Dios! ¡Cuando tú estás desanimado, toma la Palabra de Dios y ve a la Misa del domingo a hacer la Comunión, a participar del misterio de Jesús! Palabra de Dios, Eucaristía: nos llenan de alegría.
Por intercesión de María Santísima, roguemos para que todo cristiano, reviviendo la experiencia de los discípulos de Emaús, especialmente en la Misa dominical, redescubra la gracia del encuentro transformante con el Señor, con el Señor resucitado, que está con nosotros siempre. Hay siempre una Palabra de Dios que nos guía en nuestra desorientación; y a través de nuestros cansancios y desilusiones, hay siempre un Pan partido que nos hace seguir adelante en el camino.
Día del trabajo en ambientes hostiles generalizados.- Nada que festejar y muchos reclamos que hacer a los gobiernos fue la proclama generalizada este 1° de mayo desde Argentina hasta Francia, desde China y hasta México. Falta de trabajo, especialmente para los jóvenes, ausencia de protección social y abandono de los ancianos y enfermos a los que las pensiones no alcanzan, bajos salarios, condiciones de inseguridad y explotación fueron las principales demandas, cuando no el reclamo a sistemas que se han olvidado del pueblo para servir a los intereses particulares o de las corporaciones, pero en todo esto, los grupos sindicalizados muestran su falta de capacidad de convocatoria, siendo más nutridas las manifestaciones de organizaciones sociales que las de representación laboral.
Ucrania pierde el control en la región este.- El gobierno interino de Kiev a reconocido que no tiene capacidad para controlar a los separatistas prorrusos del este, al tiempo que el presidente ruso, Vladimir Putin, insiste en que Ucrania debe retirar sus fuerzas armadas de la región y los países occidentales siguen imponiendo sanciones a Rusia para obligarla a respetar la integridad territorial de Ucrania, motivo de la actual visita de la canciller alemana a Washington y de la que seguramente surgirán nuevas sanciones.
Masacre de ‘Hermanos Musulmanes’ en Egipto.- En una inexplicable decisión, el gobierno militar de Egipto decidió fusilar a 683 opositores miembros de la ‘Hermandad Musulmana’ del depuesto presidente Mursi, la decisión tomada el martes no ha recibido las reacciones de la comunidad internacional, ahogada en la serie de conflictos que la agobian en Ucrania, Oriente Medio y África, pero que en algún momento sin duda recibirá la condena de las naciones del mundo.
Agresión de yihadistas contra cristianos en Nigeria.- Poco sabemos de los países africanos, Nigeria es uno de los que tienen mejor economía, pero también con un mosaico de etnias y creencias que hace difícil su gobierno y convivencia. Recientemente el grupo Boko Haram secuestró a 200 niñas de un internado y los medios señalan que las están obligando a contraer matrimonio. En los últimos 10 años, en este país africano han asesinado a más de 800 cristianos y asaltado 400 iglesias.
Crisis humanitaria en Siria.- En una entrevista para el diario español ABC, el director de la Cruz Roja Internacional, Yves Daccord señala que la esperanza ha muerto en los sirios que permanecen en su país, tanto el gobierno con sus ataques que no distinguen a los combatientes de la población civil, como la oposición que incluso crucifica a los que se niegan a recitar la shahada (fe musulmana) hacen sumamente complicada la vida para los habitantes, en su mayoría pobres tras tres años de guerra civil. La ayuda internacional no se puede hacer llegar a quienes la necesitan por las trabas que ponen los combatientes, Daccord considera que este es el más difícil de los 82 países donde la benemérita institución trabaja.
Muy difícil es hablar de la realización en el trabajo cuando la recompensa por este, el sueldo o el salario, apenas alcanza para cubrir las necesidades más elementales de la familia del trabajador. Pero quizá es por eso que el trabajo debe ser enfocado desde otro punto de vista en lo personal, ¿quién de nosotros se puede dar el lujo de dejar su empleo por el simple hecho de que su retribución no le satisface? no muchos, desgraciadamente, y en buena medida porque sería difícil encontrar otro con mejor pago, por ello es necesario que, sin dejar de aspirar a mejores estándares de vida y sin dejar de exigir lo que en derecho corresponda por el trabajo bien realizado, busquemos otro tipo de satisfactores laborales que nos mantengan con buen ánimo y esperanza; sobre todo, que nos hagan sentir útiles para la sociedad y a nosotros mismos.
Realizarse en el trabajo no depende de los demás, no puede ser así, porque entonces eternamente estaríamos frustrados, enojados o desanimados. En el trabajo tenemos que encontrar el aliento para seguir adelante, sentirnos útiles y productivos para la sociedad, entonces debemos entender en qué consiste nuestro trabajo, ¿qué es lo que hago todos los días en mi beneficio y el de los demás? independientemente de que lo reconozcan o no.
Prácticamente no existen los trabajos aislados, todos tienen alguna relación con otros, por ejemplo: el conserje de un edificio, que normalmente está solo, particularmente durante la noche, puede sentirse aislado completamente y llegar a creer que su función es una pérdida de tiempo, a menos que considere lo que ocurriría si él no estuviera ahí. Probablemente la anciana que tuvo un ataque de asma hubiera muerto si él no hubiera indicado a los paramédicos cómo llegar a su departamento, o los trabajadores de la planta se hubieran quedado sin salario cuando hace días descubrió que alguien quería entrar por la fuerza y alertó a la policía, o el hijo del borracho del piso de arriba hubiera tenido que dormir en la calle si él no hubiera estado ahí para abrirle, en fin, ese hombre tiene dos formas de concebir su empleo, como una pérdida de tiempo o como un servicio para la comunidad a la que le vela el sueño.
Todos en nuestro trabajo debemos encontrar esas funciones que hacen que nuestra labor sea un factor para hacer mejor al mundo, de esa manera, aunque peleemos con el jefe para que nos de el aumento que merecemos y necesitamos, estaremos felices con nosotros mismos y nuestro diario afán.
Los problemas que vive nuestro país y el mundo son tan grandes y abrumadores que en ocasiones parece imposible superarlos y construir un entorno que valga la pena dejar a nuestros hijos, y sin embargo la necesidad de seguir adelante y tratar de cambiar nuestro entorno para tener algo mejor es parte de la naturaleza humana.
Hoy que celebramos el día del niño, deberíamos tratar de recuperar algo de aquellas ilusiones infantiles, de aquella inocencia y de aquel espíritu lúdico que nos permitía llevar la vida de un modo más sencillo y optimista, la confianza que teníamos en los adultos era tal que podíamos olvidarnos de todo y dedicarnos a nuestros juegos, exploraciones e inventos, y construíamos un mundo donde las preocupaciones no tenían cabida.
En mucho nuestros actuales problemas se deben a esa incapacidad de ver el bien en los demás, de esperar lo mejor de cada uno, de creer en el otro; por el contrario, nos domina la especulación de los males, la desconfianza en el vecino y la incapacidad para compartir con los demás.
Bajo estas circunstancias, reavivar nuestro espíritu infantil no sería un acto de inmadurez, sino una oportunidad para mejorar lo que está mal; dar esperanza a nuestro presente y optimismo a nuestro futuro es un requisito sin el cual el desánimo puede acabar con nuestras ganas de participar y colaborar en la construcción de una mejor sociedad, y aunque la ocasión pareciera indicar que lo mejor es la retirada, la exigencia de los que vienen detrás de nosotros debe llamarnos al esfuerzo y nuestra entrega hasta el último aliento. Solo con esa dedicación podremos ver a nuestros niños a la cara y exigirles que hagan lo mismo por nuestros nietos.
Hoy que es día del niño, encontremos a ese niño interior que sigue teniendo esperanza, alegría y optimismo, ayudémoslo a salir y dejemos que nos empuje hacia un mejor mañana.