Columna del 27 de noviembre
Las revoluciones mundiales. Guía para entender los desmanes de hoy
Jorge Miguel Ramírez Pérez
Acaba de declarar ante estudiantes en Chile, el sociólogo Manuel Castells , que no hay porqué sorprenderse del fenómeno de masas exacerbadas que vandalizan Sudamérica; lo que se aplica también a México, con las desquiciadas que se autonombran feministas, poseídas de una rabia contra todo lo establecido, incluso destruyen monumentos y edificios con valor arquitectónico. Castells un teórico conocido de la información, dice que eso está pasando en todo el mundo. Habla de un derrumbamiento en la credibilidad de las instituciones políticas y en el debate de ideas; para él, la opción natural son los movimientos sociales; la masa anda buscando algo que no atinan a descifrar, pero que es síntoma de un hartazgo. No se puede decir mucho mas, afirma Castells.
Pero eso tampoco es nuevo, es efecto del reacomodo geopolítico y ha sucedido antes, no frecuentemente, eso sí.
¿Estamos ante una tercera Revolución Mundial?
Veamos el esquema.
Los análisis de Emmanuel Wallerstein y Giovanni Arrighi, nos recuerdan que las transiciones geopolíticas como las que hemos tratado en las últimas entregas, conllevan eventos antisistémicos de amplias dimensiones: las "revoluciones mundiales". Verdaderas revoluciones destructivas, anárquicas, diferentes de otro tipo de conflictos en cuanto a las formas de conspiración y liderazgo. Han existido históricamente dos revoluciones mundiales que apuntalaron descontentos extremos:
La Revolución de 1848 y la Revolución de 1968.
La explosión de 1848 se circunscribió al mundo europeo, a las costas del Mediterráneo. Ese continente era el eje del poder global; ya que América tenía poco tiempo de independiente desde sus orígenes coloniales. Asia y África, eran todavía controlados por las potencias colonialistas; o estaban distantes de la economía-mundo, como China que permanecía en esa época, aislada. La abrieron más adelante los ingleses envileciendo a la población con el consumo de opio. De ese negocio, por cierto, surgió en 1865, The Hong Kong & Shanghái Banking Corporation, el famoso desde entonces: HSBC.
En 1848 fueron sin duda los efectos del despliegue industrial, los que causaron un desprendimiento de los nexos de la sociedad agraria, cuando se incrustó al surgimiento de la nueva sociedad industrial.
Las contrataciones masivas en las fábricas causaron que la gente del campo se topara con una vida cotidiana imposible, un ambiente hostil, como consta en los relatos de Charles Dickens o Los Miserables de Víctor Hugo. Era una vida espantosa; sin lugares donde vivir, siquiera pernoctar, sin zonas de aseo; sin alimentos que solamente en hambrunas cíclicas escaseaban en el campo; y sin servicios escolares para los niños, acostumbrados a un ambiente rural parroquial. Los nuevos obreros fueron desarraigados del estilo bucólico del campo, para ser insertados en fábricas, que eran tejabanes improvisados, sin pisos, lodazales, sin baños. Empeoraba, que no tenían reguladas las horas de trabajo que se podían prolongar 15 o 18 horas, a necesidad de la producción.
Esas condiciones ocasionaron el estallido, el mas famoso fue la Comuna de París; pero hubo otros estallidos, cientos de ellos alrededor de 1848, que incendiaron a Europa en una jornada de desquiciamiento, sin pies, ni cabeza. Solo destrucción por todos lados. Dice Wallerstein un izquierdista, pero estudioso, algo fuera de lo común; que esa tragedia de 1848 fue la que motivó a Marx a escribir por encargo de una revista, lo que después se conoció como el "Manifiesto Comunista". El tipo, estaba aterrado, acostumbrado a francachelas y burdeles, veía su mundo de diversión derrumbarse y al desastre, lo llamó: el fantasma del comunismo.
En 1968 sucedió algo parecido con los movimientos estudiantiles, no solo en París con Dani "El Rojo": Daniel Cohn Bendit, líder de La Sorbona; sino en la Universidad de Berkeley en Estados Unidos; en México en la UNAM y el IPN; en muchas universidades en el mundo. Hubo movimientos como "La Primavera de Praga" con participación de artistas y poetas como Havel Vaclav, que fue sofocada por tanques soviéticos contra el reformismo de Alexander Dubcek. La explosión del 68 fue apagada con violencia. Ese malestar fue esencialmente contra la autoridad. Contra "el establecimiento", el Stablishment, es decir el sistema en operación.
En ambas revoluciones el sistema produjo respuestas. Diecinueve años después de 1848, en 1867, el "Canciller de Hierro" Otto Von Bismarck; ofertó dos asuntos que transformaron la vida institucional sistémica: los derechos sociales, el Estado de bienestar, (Welfare State). Fue Alemania antes que cualquiera, la que los metió en su legislación; y no México, como vende el texto de leyendas gratuitas, que los incorporaron en nuestra Constitución en 1917, 40 años después.
La segunda oferta, fue garantizar que los izquierdismos podían llegar por la vía del voto. Desde entonces la Internacional Socialista, aceptó los medios electorales. Todos lo hicieron, menos el Partido Social Demócrata Ruso posteriormente con Lenin, un agente provocador al servicio del káiser; fue el único que no se plegó al acuerdo sistémico.
Las dos decisiones renovaron la fuerza del sistema y crearon nuevas instituciones políticas: los derechos sociales y los derechos electorales. Los antisistémicos claro que los aprobaron.
En el 68, las ofertas del sistema fueron parecidas: ampliar la incorporación de jóvenes y minorías al sistema electoral e impulsar una democratización forzada; que relevara los viejos autoritarismos y sus partidos. Como el PRI había varios, uno de ellos el partido que manejaba todo en Japón.
La segunda oferta fue quitarles el tema y la operación social a los estados-nación; se habilitaron nuevas instituciones internacionales, el FMI, el Banco de Reconstrucción y Fomento (BIRF) que manejó la reconstrucción en Europa, cambió su nombre al de Banco Mundial, una especie de "Secretariado Mundial de Bienestar"; para establecer las reglas uniformes de apoyo a los pobres, que los gobiernos tercermundistas tergiversaban por asistencialismos electorales. Nulificar esas prácticas, era el proyecto para implantar una democracia desde arriba.
Continuaremos...
Columna del 25 de noviembre del 2019
La oposición de la que habla López Obrador
Jorge Miguel Ramírez Pérez
López Obrador el hombre de izquierda se burla de la oposición. Se diría teóricamente que se refiere a los "partidos de oposición", pero no, a ellos los desprecia con toda razón; baste ver lo que hizo el PRI acatando las consignas de Morena, al avalar a una activista que no cumplió los requisitos elementales de la ley, para presidir la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Osorio Chong siguió contra toda lógica opositora, las instrucciones de Monreal; y ratificó una inexplicable fidelidad al Morena, para ir contra México y sus leyes.
Yo tampoco creería en los partidos que todavía tienen destellos de oposición, como fue la negativa de los gobernadores del PAN a aceptar la maniobra de imponer a fanáticos, a los que ahora se usa decirles fans, en puestos neutrales, apartidistas como es el mencionado cargo de jefa en una oficina que se supone vigila al tlatoani nacional y a sus empleados; porque esas acciones son aisladas, no un indicador consistente que muestre que hay una oposición militante, porque sencillamente una golondrina no hace verano.
Yo al principio, me suponía que López Obrador se refería a algo con un criterio más sociológico: una verdadera oposición a su régimen; que incluiría: a los que no creyeron en sus discursos y no votaron; a los que votaron por otros candidatos; y a los que ahora se dicen engañados, aquéllos que se encuentran frustrados, porque votaron por él.
Incluso éstos últimos, usan la palabra romántica de desilusionados; porque votaron por algunas conclusiones idealizadas de su propia cabeza, sin leer, o escuchar bien, al ahora presidente. Hoy están arrepentidos, adelantaron conjeturas a favor de alguien que les perjudica desde ahora, y que, además lo va a seguir haciendo. "No obedezcas por anticipado" titula Timothy Snyder el capítulo uno, de su libro "Sobre la Tiranía". El poder se le puede quitar a los tiranos, porque se lo dieron los ciudadanos, no es propio. Es como el típico, que fabrica un ídolo con sus manos y la piensa para destruirlo, porque cree que tiene poder por sí mismo; cree absurdamente que lo que hizo, ese objeto inanimado, lo va dañar si le hace algo.
Pero AMLO no se refiere a opositores reales, no; sino a fantasmas chocarreros, que han deambulado por ese viejo palacio nacional. Cuando desde el salón de la Tesorería desglosa lo que él entiende por oposición, señala al "sexenio anterior" para evitar mencionar tan seguido el nombre de Peña, por cierto, el inventor totalizador de los moches; busca algún pretexto por mínimo que sea, para acusar a Calderón; y ya no tanto, pero sigue siendo recurrente en apuntar a Vicente Fox; personificados los tres, en la mente de López Obrador como los ogros de México; por supuesto mete a comunicadores en esos entretelones, y a todos les endilga el calificativo de neoliberales y ahora el de conservadores; cuando en la realidad, cuando se refiere a los exgobernantes, no son, ni uno, ni lo otro. De hecho, se
parecen mucho a él, porque tienen la misma genética política, los engendraron los mismos padrinos y las mismas ideas, si es que las izquierdas y los wanabís tienen ideas de gobierno, y no meros espejismos. ¿No andaban la Padierna y Mariana Gómez del Campo, con sus camisetas de porristas de la Hillary Clinton?
Me da risa, y a él también le da risa, pero por razones bien diferentes en este tema. Las de él, porque afirma que sus fantasmas no tienen organizada la oposición; y socarronamente dice, que hasta les daría consejos de lo mal que andan en su estrategia de atacarlo; y a mí, porque los que menciona, para empezar, no son oposición, son cartuchos quemados y él no tiene la menor idea de la realidad, a la que asoma con cinismo exultante, porque no es como la piensa, así de facilona. Está mal.
Hay mucha oposición, mucha, que no se imagina él, ni los analistas y encuestadores; por supuesto tampoco su fanaticada ensoberbecida de nada. No saben el disgusto que cada vez tenemos mas mexicanos, tanto por lo mal que se hacen las cosas, como por lo mal que nos cae, un tipo que abusa del monólogo rodeado de paleros; peor que Chávez que en las pausas, entretenía y cantaba con el mariachi, se disfrazaba de charro, consciente de ser un bufón; peor que Castro, que hablaba por horas, pero regresaba al nembutal colectivo después de semanas. Notable diferencia.
Porque López Obrador se solaza en mentir abiertamente sin recato y expresa un sadismo cruel con las víctimas directas y colaterales de sus políticas, en especial el trato despectivo a la vida humana, como si fueran los muertos una simple cifra, al estilo de Stalin o de Mao, con los caídos como los Le Barón, solo por mencionar a los más recientes, que les dio audiencia hasta los primeros días de diciembre, un mes después de la tragedia; a ver si Trump no los recibe antes; amarga también, esa reprobable actitud con los servidores de las fuerzas armadas, que los expone a la impunidad de los delincuentes. Eso es de lo que mas indigna, aparte de sus caprichos, sus generalizaciones y la frivolidad vacua para tratar lo que no le gusta.
Porque si cree López que esa oposición de los expresidentes es la oposición que hay en México, está engañado. Porque a la frase que le atribuyen a Lincoln de que: "se puede engañar a algunos todo el tiempo y se puede engañar a todos durante algún tiempo. Pero no se puede engañar a todos todo el tiempo"; faltó añadir en esta última preposición, lo obvio: "porque se demuestra que el engañador se ha autoengañado".
Columna del 20 de noviembre de 2019
La transición geopolítica que vivimos hoy sin darnos cuenta (Segunda parte)
Jorge Miguel Ramírez Pérez
La caída del Muro de Berlín como ahora se sabe, fue gran parte por la iniciativa de la inteligencia rusa, la KGB; que sabía de antemano de la mega manifestación que se gestaba en la Alexander Platz, cerca del Muro para asaltarlo por manifestantes alemanes orientales, los del lado comunista. Por eso no hubieron ni policía, ni milicia armada ese día.
Pero no fue una decisión aislada, sino que había más, para dejar que las fuerzas opositoras al comunismo lograran sus objetivos. Fue una decisón del círculo de poder, para renovar a fondo la política rusa y deshacerse del lastre que le causaban países con poca productividad y pobre aportación a los fines económicos y militares del Pacto de Varsovia; es decir, ya no podían cargar a: Polonia, Hungría, Bulgaria, Moldavia, Eslovaquia, e incluso Yugoeslavia. Solo los checos y algunos territorios de Alemania del Este, contribuían al despliegue industrial y económico adecuado.
Esas consideraciones de fondo debió asumir la nomenklatura soviética contra su voluntad, son las mismas que han tenido los grandes imperios, que abarcan muchos territorios y poblaciones, que por una parte no pierden su caracater levantisco y por otra, representan una carga desmesurada y creciente para la potencia hegemónica. Aristóteles se lo explicó a Alejandro siglos antes de Cristo.
De esa manera también los Estados Unidos de América, al finalizar el régimen de Obama cargaban un interminable tren de compromisos, no vitales para ellos y si altamente onerosos, como el apoyo en el Sudán a un hermano de Obama, que comandaba el grupo musulmán suníe radical; algo que en todo caso, de acuerdo con la teoría de geopolítica de Haushoffer, sería del resorte de Europa. Porque como dice el activista antiamericano Noam Chomsky la extensión militar de los EU en el planeta, es enorme: "entre 800 y 900 bases militares"; un gasto inalcanzable por otras potencias.
Por eso, se entiende la retirada táctica de EUA de escenarios con poca rentabilidad política actual, mientras que sus áreas naturales de influencia como es Latinoamérica, durante el periódo de 28 años de la corta era geopolítica que terminó con la llegada de Trump a la presidencia de EUA y a la promoción del cambio geopolítico; estuvo experimentando un abandono creciente, y el surgimiento de una izquierda ligada al narcotráfico, al lavado de dinero y a la corrupción concertada como la de Odebrecht, apadrinada por el brasileño Lula, como modelo, para obtener dinero que se pudiera canalizar de manera directa en el espectro electoral del populismo. Por eso creció la izquierda latinoaméricana. No es un fenómeno aislado.
Las estrategias de Bush y de la Clinton, durante esos años se enfocaron a invertir dinero y tiempo, en Asia, alentando independencias inviables por sus composiciones diversas en Kurdistán y Beluchistán, por ejemplo; pero sobre todo atacando, incluso en alianza con el Estado islámico, mediante las afamadas y poco eficaces "democratizadoras primaveras árabes"; a los nacionalismos de la zona, entre ellos a Sadam Hussein y a Muamar Kadafi, sin lograr mucho con Siria que recibió el apoyo de Rusia, hasta la fecha. Otras líneas de esa época fueron contra la influencia rusa en Ukrania, con los malos resultados en los que perdieron los ucranianos proamericanos, la península de Crimea.
El caso africano ha sido mas contundente. Estados Unidos no pudo penetrar durante todos esos años, con todo y que Obama se publicitó orgulloso de sus raíces africanas y musulmanas.
Recientemente el 23 y 24 de octubre, hace unas semanas en la ciudad de Sochi en el mar Negro, Putin citó a los líderes de toda África convocados por Egipto, fueron 43 de 54 países, en una Cumbre Rusia-África, de amplio espectro y en horas, formalizó un acuerdo de inversión por 12 mil quinientos millones de dólares "sin condiciones" y en lo que "agasajaba... a más de 40 líderes africanos, dos bombarderos nucleares estratégicos rusos TU-160 'Blackjack' llegaban... a Sudáfrica. Era la primera vez que el avión militar más grande del mundo aterrizaba en el continente, en una inédita muestra de cooperación entre Moscú y el país más industrializado de África. La sincronización fue casi perfecta para visibilizar los planes de Rusia"... festinaba El País, que mencionaba a Rusia como: .."una potencia clave en Oriente Próximo que busca expandir su influencia en África para tratar de elevar su perfil en la lucha por la influencia geopolítica".
En lo que a Europa se refiere, no pintan bien las políticas anteriores de Estados Unidos .El surgimiento del grupo Visegrad, integrado por República Checa, Polonia y Hungría, incluso Eslovaquía coinciden con los parámetros de Trump no de sus predecesores, en términos de controlar la migración del tercer mundo y en no apoyar a la Unión Europea en el tema de las deudas de los PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España). Y el Brexit, como reventador de la Unión Europea, son muestras de que lo que se identificó con la política de "28 años" de democratización forzada, globalismo y bloques económicos les inconvienen tanto a Trump, como a Putin. Y decía la vez pasada, Alemania va a tener que cargar sola con su proyecto discursivo de oponerse a Rusia, porque ya cedió en lo energético con el Nordstrom.
Con China, el plan de Trump sigue para presionar una nación que crece a expensas de los consumidores occidentales, pero que carga con una inmensa población pobre sin libertades políticas, su poderío no se acerca a EUA que tiene más del 50 % de las operaciones económicas y financieras del mundo.
La interrogante aparente es Latinoamérica, de la que falta afinar solo la disputa por Venezuela, que está en pausa.
Todo indica que con la caída de Evo Morales, se inicia el rompimiento del proyecto "Cocaína Roja", que el propio Antonio Gramsci, el intelectual comunista italiano diseñó para atacar al capitalismo, atascando a su población y en particular a los jóvenes en el consumo masivo de drogas. Ese viejo proyecto de Nikita Jruchov; que en su momento revelara el general que se pasó al bando occidental por los sucesos de la "Primavera de Praga"en 1968: Jan Sejna, quien fue entrenador de terroristas de la talla de Carlos Ramírez, parece que empieza a cobrar carta de desaparición. En ese proyecto se comisionó a Ernesto El Che Guevara, para iniciar el movimiento cocacolero en Bolivia, y estuvo coordinado por Raúl Castro, y los Ochoa que fueron eliminados después por Fidel y Raúl; así como, el plan de colar 3,000 agentes promotores de las drogas entre los 125,000, que admitió erróneamente Estados Unidos a principios de los ochentas provenientes del puerto de Mariel, tal como lo declaró en 1981 uno de ellos, Juan Estebes González los llamado "marielitos" personificados en la pantalla por la película Scarface.
Hoy Trump pudiera zampar un golpe a los narco-estados latinoamericanos, en algunos casos se usaría las fuerzas militares propias y las vernáculas; pero sobre todo, creo apuesta a la negociación con Putin, ya le cedieron mucho. A Trump, le incomodan la Troika de la tirania como dijo Bolton, el consejero de la Casa Blanca al referirse a Cuba, Nicaragua y Venezuela. Por eso los que fueron a agitar en Chile y Perú, resultaron oriundos de Cuba y Venezuela, temen ceda Putin. Aunque Cuba se les queda con el acuerdo de investigación nuclear de junio de este año y el préstamo hace veinte días de 38 millones de dólares que les dio Rusia.
Entonces, si de lo que se trata es de volver a las áreas originales de control, ¿Porqué se habría de empecinar Rusia en Latinoamérica si van a ganar las elecciones con un candidato a modo en Ucrania?
Columna del 18 de noviembre del 2019
¡Cuidado con el exilio de Evo! El tiro por la culata
Jorge Miguel Ramírez Pérez
La abrumadora difusión de bonhomía diplomática por el caso del ex dictador Evo Morales, no se compensa con las situaciones que plantea la realidad política mundial: la ligereza de las decisiones asoma consecuencias y hay que evitar la vergüenza y el fracaso.
Porque lo que en principio pegó para algunos como una acción tradicional de cortesía internacional e independiente; cada día cae por su propio peso deformando la imagen que se quiere vender de un antisistémico, el Evo, el cocacolero que ya sin poder, es desnudado por sus detractores y antes comparsas, como el teniente coronel Alfredo Saavedra que se llenan la boca señalando pormenores de las ganancias del narcotráfico de Morales y socios y sus invariables depósitos, en euros en el Banco del Vaticano, sucesor del deplorable Banco Ambrosiano, cuyos secretos se convirtieron en escándalos financieros en el siglo pasado, con la existencia de la Logia P2; y que culminaron en la muerte sospechosa del primer Juan Pablo.
Por eso el fin de semana hizo un llamado Evo desde México, a la Iglesia Católica para que no lo abandonen en su lucha. Se equivoca, él, en todo caso es cliente de un banco, y sus creencias están mas bien con los chamánicos. Está desesperado.... Es mucha lana la que le señalan.
Ahora salen sus fanáticos que a Evo le tendieron la cama los estadounidenses a quienes les corrió a la DEA. Lo cierto es que Evo, -como todo avorazado de poder – solito, se dio en la torre; él labró su destino, se mareó y se cayó.
Desde el primer día que llegó Evo, agarró a nuestro país de plataforma de ataque sin permiso de los mexicanos. Amenazó al sentirse apoyado como para regresar con poder, contra los que lo echaron. Mandó organizar una movilización que tiene ya muertos, cientos de heridos y más de cien detenidos. Se le olvida que él, nadie más que él, se fue y huyó aprovechando el ofrecimiento de asilo, no pedido.
Ni Trotsky cometió ese error, por lo menos, declaró al llegar por Tampico, que no se entrometería en asuntos del gobierno mexicano; incluso aseguró, como todo un manipulador que siempre fue, que tampoco le causaría a México, ninguna fricción con su posición política refiriéndose a su rivalidad con Stalin.
Trotsky mintió y al poco tiempo criticaría la expropiación cardenista, como una maniobra pequeño burguesa y al sometimiento de los sindicatos mexicanos al partido del poder y no solo eso, acusó a Lombardo Toledano de agente del estalinismo, y con el apoyo de sus seguidores estadounidenses de los que recibía recursos desde antes de la Revolución de Octubre de 1917, siguió su combate ideológico contra Stalin. Lo siguió provocando, aprovechando la protección mexicana. Ni el calambre del tiroteo que Siqueiros y otros exaltados, le dieron a su domicilio, lograron disuadirlo de la utopía de incendiar al mundo en una revuelta de todos contra todos. Odios de Trotsky, mas que jarochos. Pero él se animó hasta que agarró cancha. Pero Evo, de entrada, salió con que se va a vengar de los que no apoyaron sus fraudes electorales...
Y si hablamos de diferencias de trato, Evo ha tenido de lo mejor. Ni el Sha de Irán, Mohamed Reza Pahlaví a finales de los setentas del siglo pasado, tuvo las atenciones gratuitas que tiene el boliviano. Mire usted amigo lector, el Sha tenía setenta ayudantes de seguridad: 10 iraníes en el primer círculo, 20 estadounidenses en el segundo círculo y 40 mexicanos en el tercero, pero le costaban una millonada que le pagaba por adelantado a Miguel Nazar y eran de la DFS, no del Ejército, menos del Estado Mayor.
Otra, el Sha pagaba la renta de diez mil dólares de la época, un dineral, en una mansión donde residía con su familia en la zona de Palmira en Cuernavaca, traía hasta su propia vajilla bañada en oro, todos los lujos los pagó él. Sus comidas en "Las Mañanitas"; y le dio dinero a López Portillo, para que México lo protegiera; por eso Jimmy Carter en sus memorias, señaló a López, injustamente como cobarde, porque sacó del país al monarca exiliado, con pretextos increíbles de su salud; cuando el Ayatolah Ruhollah Jomeni pocos saben, empezó secuestrando a familias mexicanas de técnicos que trabajaban en la empresa petrolera de Irán, y amenazó con empezar a matar a los rehenes mexicanos si el Sha, seguía en México.
El Shah desde que salió de Teherán, fue huir. Nadie lo quería, como a Evo, ni los países musulmanes, menos los europeos que temían que los ayatolas en el poder, cumplieran sus amenazas de no venderles petróleo. EUA y el Reino Unido, sus impulsores, no lo recibieron, apestaba; y Francia había protegido por años a Jomeni.
México, por instrucciones de hombres de poder: David Rockefeller, Henry Kissinger y James Carter accedió y salió lumbre. Cuando llegó el Sha a New York; después de su abrupta salida de México, fue cuando los iraníes se metieron en la embajada de Estados Unidos y retuvieron a sesenta rehenes estadounidenses, que liberaron a los años. El Sha después de México anduvo un año, errante. Estuvo en Panamá, en la isla Contadora y finalmente se murió en el Egipto de Anuar El Sadat. Casi dijéramos para que tuvieran certeza los ayatolas iraníes que estaba bien muerto y que la odiada Sadak, su policía secreta no lograría revertir los hechos.
Pero en realidad desde México se le declaró la "enfermedad" al Sha, un mal que era tan, pero tan complicado, que nadie supo cual fue. De todas las enfermedades que le aparecieron y de las que cada médico tuvo su propio diagnóstico, "alguna" lo mató. Desde entonces la Farah Diba Pahlaví, la emperatriz y el hijo heredero del Sha: Reza Ciro Pahlaví callaron. ¡Imagínese el tamaño de la atrocidad!
A Trotsky lo mataron aquí y el Sha salió de México prácticamente sentenciado a muerte; esas experiencias no abonan a reconocer como eficaces a los asilos mexicanos. Ojalá que no por tratar de que se olvidaran las tragedias de Culiacán, en la que evidenció la desnudez del estado mexicano y la de la sierra Sonora-Chihuahua, donde se masacraron mujeres y menores indefensos a mansalva; no nos vaya a salir mas caro el caldo que las albóndigas.