Columna del 13 de noviembre del 2019
La transición geopolítica que vivimos hoy sin darnos cuenta
Jorge Miguel Ramírez Pérez
Casi nadie se percató cómo sucedió la gran transición geopolítica de los años 1989-1991.
Los que nacimos en alguna etapa bajo el sistema bipolar de la guerra fría, que arrancó al terminar la segunda guerra mundial en 1945 entendíamos que ese equilibrio de poder mundial iba a prolongarse durante muchos años más. Nadie pensaba seriamente en el deterioro irreversible del liderazgo soviético. De hecho muchos mexicanos deseaban en su fuero interno el triunfo de un idealizado comunismo mundial.
Eran dos modelos con distintas economías, la capitalista para el bloque occidental, que se autonombraba mundo libre; y la estatista, para "los países del este". A éstos últimos se les señalaba peyorativamente, sin libertades; y los bautizó, Winston Churchil, el legendario primer ministro inglés en 1946, como países atrás de "la cortina de hierro". A los soviéticos Ronald Reagan les atizó además, con el mote del evil empire, "el imperio del mal". El debilitamiento del comunismo sosteniendo aliados fue real, pero con la caída del Muro de Berlín se hizo estrepitoso.
Lo que trajo esa transición geopolítica en su momento, fue un modelo novedoso: foros económicos y globalizaciones financieras. Surgieron los grandes bloques de alianzas arancelarias y mercados regionales; y se promovió entonces como nunca antes y después, la democracia de tipo estadounidense, Se reorganizó el mundo geopolíticamente; unos países se unieron como las dos Alemanias, otros como Yugoslavia se desmenuzaron y otros vieron caer las nomenklaturas de poder comunista. Francis Fukuyama un escritor, pregonaba "el fin de la historia", es decir anunciaba, con entusiasmo vehemente, que se avizoraba un mundo regido sin impedimentos por la potencia estadounidense.
EUA se lo creyó e invirtió en dos vías: la receta democrática y el desarrollo sin cortapisas de la economía de mercado. Los bloques del TLC, de la Unión Europea y otros similares, experimentaron una apertura sin parangón. En la visión del taller del mundo, China lograba salir del hambre y empezaba a producir con el capital ficticio de la banca estadounidense.
Rusia y sus antes aliados del Pacto de Varsovia dieron sus primeros pasos en los procesos electorales.Se reubicaron prioridades, Israel pasó a segundo término en el Medio Oriente y los saudíes se fortalecieron como socios y patrocinadores de presidentes y políticos americanos; al tiempo que se convirtieron en ejes de la convulsionada zona.
Hacia el fin de esa era hasta los "Hermanos musulmanes" un grupo religioso trasnacional de inclinación yihadista, resultaron paladines de las publicitadas y falsas primaveras árabes diseñadas por la señora Clinton para derrocar a los nacionalistas árabes.
En esa frenética búsqueda del poder mundial después de 28 años, la élite que gobernaba con ese propósito quedó extenuada. Al caer electoralmente, Hillary Clinton, coincidentemente se acabó ese sueño, de hecho ella cayó porque el proyecto no tuvo viabilidad y no al revés.
Fue la necesaria transición de poder geopolítico la que empezó a operar a partir de la llegada de Donald Trump al poder de EUA, un antilíder del globalismo, un político aislacionista, pragmático, que empezó derruyendo los viejos nexos y reacomodando el poder y su distribución con Putin; por cierto, operando el "acuerdo" o algo parecido, que le imputan sus opositores, transformando el entorno mundial en un paradigma distinto.
Ya no se pudo sostener el nuevo orden mundial diseñado por George Bush, padre. Entre otras muchas razones; dos factores sobresalen: lo financiero, que resultó en una deuda descomunal que sigue ascendiendo, hoy es de 23 billones de dólares. Trump la escaló de los 20 billones de cuando llegó. "Es un hito aterrador para nuestra economía y la próxima generación, pero Washington no muestra miedo", ha destacado Michael Peterson, jefe de The Peter G. Peterson Foundation. No hay miedo explícito, pero las decisiones son radicales: limitar el gasto externo de fondo.
La otra razón es lacerante, Estados Unidos se rezagó en la carrera armamentista, es decir en la tecnología de alta competitividad; y está lejos de empatar con el "heartland" geopolítico, con su rival histórico, Rusia.
El bombardeo el pasado septiembre de los yemenitas rebeldes auspiciados por Teheran, contra las refienerías más importantes del reino saudí, fue una derrota que puso a nivel de chatarra tecnológica el costoso sistema de protección de cohetes, que EUA le vendió a los saudíes. Dos semanas después, estaba el monarca islámico rindiendo honores a Putin, como un zar contemporáneo de todas las Rusias, en un homenaje delirante que selló esta nueva alianza que debe incluir, la instalación del sistema de protección ya probado en Irán y del que Turquía se apresta a ser incluído, razgando su tradicional alianza con la OTAN, que se aferra a no desaparecer en suelo turco.
Sin dinero, y sin armas suficentes, no hay nada que hacer; Donald Trump lo había advertido esto último, desde su campaña. No hay remedio, lo que resta es tocar retirada.
Lo interesante es que la retirada es mundial.
Desde la ruptura de Trump con el globalismo en Davos y el surgimiento disgregador del Brexit; la Unión Europea ve que en su destino está un acuerdo de fondo con Rusia, del que forma parte el Nordstrom para traer gas de Siberia; y no hay nada más. Porque están solos. Trump no quiso cargar con más presupuesto para la OTAN. La Merkel, está inmovilizada; tiene Alemania 8 millones de turcos, la mitad son kurdos; el pandemonio adentro y las próximas elecciones son polarizantes. Hay candidatos con fuerza de la derecha nacionalista germana que tienen como Hungría y los checos, la convicción de detener la migración islamista y no cargar con las deudas de Grecia y los demás, que son insolventes.
La decisón de hace tres semanas de EUA de sacar a sus tropas del Kurdistán, implicó el gran punto de inflexión geopolítica. Eso desató un avance de los turcos que solo Rusia, aliada con Siria ha tratado de frenar. Esta vez contuvieron al Daesh, al nefasto ISIS, el Estado Islámico; lo que resultó en la muerte del líder sanguinario Abu Bkr al-Baghdadi, con todo y familia. Los suspicaces dicen que no fue el Army que ya no estaba, sino los rusos ya dueños del terreno, los ejecutores... pero hay más en estos días de grandes cambios, que si nos lo permite vamos a seguir comentando.
Columna del 11 de noviembre del 2019
La caída del Muro de Berlín. El cambio geopolítico de hace 30 años
Jorge Miguel Ramírez Pérez
El sábado pasado se celebró el inicio del derrumbamiento del ignominioso Muro de Berlín, la ciudad que vio el esplendor y gloria fugaces de la dictadura hitleriana y que también sufrió las peores represalias de parte del ejército ruso y después, de los ejércitos aliados del frente occidental, Estados Unidos e Inglaterra.
Berlín fue arrasada 1945, la dejaron en ruinas. Sus hombres, hasta ancianos y niños fueron vulnerados en los últimos días de resistencia, cuando el dictador afirmaba que todo iba bien, que los descalabros eran de coyuntura, y que a la vuelta de la esquina estaba el contragolpe. Mintió absolutamente. La rendición jamás fue planteada por Hitler en los momentos que se pudieron salvar personas y bienes, él obró fatalmente, dijéramos sin equivocación con maldad diabólica.
Pero el daño todavía escaló un castigo en el alma de los berlineses y en la de todos los alemanes. Se dividió el país en dos: Alemania Occidental, una República Federal; y la Alemania del Este, que ostentaba el pomposo nombre de República Democrática Alemana, que no era sino otra dictadura esta vez de otro tipo de socialismo, un poco distinto al nacionalsocialismo alemán, el nazi como se le conocía de manera abreviada; ahora, era el socialismo del estilo bolchevique, violento y azuzador de masas. Como todos los socialismos, empobrecedor.
La ciudad quedó dividida en cuatro sectores tres de los aliados: Estados Unidos, Inglaterra y Francia, que después se convirtió en uno solo; y un sector controlado por los rusos, donde estaba la capital de la Alemania del Este. Para iniciar los años sesentas, quince años de terminada la guerra; los alemanes del sector oriental, emigraron, casi tres millones, por mejores oportunidades de empleo a ubicarse en las zonas occidentales; sobre todo aquéllos que estaban mejor capacitados y eran requeridos por la economía capitalista instalada en la zona occidental.
El régimen comunista en 1961 empezó a construir un muro y a endurecer sus disposiciones de no permitir el paso al Berlín del lado occidental; al grado de dispararles a lo que pretendían cruzar esa pared de 150 kilómetros de largo. Cientos de dramas sucedieron y miles de familias quedaron divididas en la misma ciudad.
El Muro fue un símbolo de opresión para ambos lados, mientras pero en el este discurseaban que en esa Alemania las cosas, iban a mejorar pronto y que necesitaban a su población, lo que se contradecía con la violencia institucional para esos ciudadanos de parte de los socialistas.
Hasta hoy se sabe, lo que muchos se imaginaban; que la KGB la central de inteligencia soviética, detectó que se organizaba en 1989 un movimiento para tomar el muro, el
organismo informó lo que se gestaba; por lo que el mando comunista tomo dos decisiones: una, desarmar a sus fuerzas que custodiaban el muro, y dos, permitir y no realizar ninguna obstrucción a la gente que por oleadas estaban dispuestos a asumir hasta un sacrifico póstumo, con tal de abrir brechas y encontrarse con sus seres queridos después de 28 años.
La caída del sistema socialista fue estrepitosa y ya en 1991, incluso, había sido desmantelado el partido comunista soviético de Rusia.
Esa era de la "guerra fría" es decir del equilibrio de poder mundial entre las dos potencias EUA y la URSS, se terminó en solo dos años y el muro fue el emblema que quedó en las mentes de los ciudadanos del mundo de finales del siglo XX.
Lo que se construyó después de 30 años, ya también está sucumbiendo. Pero en la mente del mundo quedó desechada la mala idea de permitir que se implante la dictadura socialista como una solución a los problemas sociales y económicos de cualquier país.
La utopía marxista fue a lo que mas lejos pudo llegar, no dio para más. Países señeros como Alemania, República Checa y la misma Rusia fueron los que tuvieron mejor desempeño, otros como Albania o Camboya con el Khemer Rouge; eran un manicomio violento y aún así, los mas aventajados de todos los países mejor ubicados en las mediciones comparativas, lo que deseaban era salir, de la opresión monotemática y viciosa del comunismo.
Nadie quiere volver atrás, los chinos desde su enfoque autoritario, mejor optaron por servir al capitalismo que morirse de hambre. Los demás, rechazan esas fórmulas que constriñen las libertades y que dividen a las naciones.
Sólo en Latinoamérica al socialismo se le ve como la panacea, como la varita mágica incongruente para implantar anarquías, como si fueran formas de progreso.
En nuestros países las imaginaciones y la ingenuidad exceden con mucho a la realidad, pero en los países medianamente avanzados y con fuerza mundial, el rechazo a una tiranía que pretexte lo social, no se acepta por ningún motivo. Muchos vienen de esos fracasos, y saben lo que es la porquería de padecer un gobierno de un solo hombre, de un solo partido; y de una sola sopa.
Columna del 6 de noviembre del 2017
La pena de Muerte, ya urge. El caso Le Baron
Jorge Miguel Ramírez Pérez
Lo oigo, lo veo y no lo creo. No puede ser que la insensibilidad de la gente sea tal, que no se percaten de lo que le dicen los políticos irresponsables. El crimen a los Le Baron, los más desprotegidos de esa familia que transitaban en la zona donde vivían: mujeres y niños pequeños, ¡no tiene nombre!
Pero además indigna el trato que le da Alfonso Durazo al hecho, en la comparecencia en el Senado, dijo que son unos más que se añaden a la suma de gente que ha sido víctima, por años, cínica y fríamente parafraséa al sanguinario José Stalin, que decía que la muerte de una persona era una tragedia pero la de muchos era estadística. Durazo insistió en culpar a los funcionarios del pasado, como si no hubieran sabido que el problema era y es grave. Mejor no le hubieran entrado a ofrecer resolver lo que no saben ni pueden. Es una burla en abierto.
En la mañanera lo primero que dijo Durazo fue una especie de justificación: "los confundieron" .... Ah, con razón pobrecitos asesinos no pudieron ver a quien mataban. Y nadie de los paleros que van a esas reuniones, fue capaz de decirle, ¿de donde salía con esa explicación que buscaba suavizar el crimen de los malditos asesinos?
Para continuar con la confusión concertada, los noticieros manejan que la familia Le Baron iban en convoy, la palabra que se identifica con lo militar, la Wikipedia dice: "conjunto de vehículos terrestres o marítimos, generalmente escoltados por otros vehículos, que trasladan mercancía y personas de un lugar a otro, especialmente en una guerra".
De golpe y porrazo, los mal intencionados e ignorantes, fortalecen la " versión madre" del secretario de Seguridad de que las mujeres y los niños eran parecidos a un operativo, un "convoy". Y nadie se indigna.
Y no me quiero referir a las reiteradas garantías cotidianas del gobierno a los asesinos y criminales, en las que se afirma y recontrafirma que no habrá nada de violencia para ellos; dijo, no vamos a una guerra, porque en los libros dice que es muy fea.
Pacifismo de hippies de peace and love, pacifismo extremo, a toda costa. No hay gobierno.
El lunes se dijo que el gobierno no es responsabilidad de los gobernantes, sino de todos. Hágame el favor, un permiso para hacerse de justicia por propia mano....
Y lo más maravilloso es que nadie lo oiga para que no se digan engañados.
El crimen a la familia Le Baron, no debe ser objeto como dijo Durazo de "hay que ver las causas", como si hubiera otras causas que la codicia criminal y el hambre de sangre. Señor Durazo, no hay mas causa, que la impunidad que diario cobijan ustedes.
Porque sin rascarle mucho también hay otra causa que ellos, los Le Baron fueron desprotegidos de la policía federal que les brindaba ese apoyo. Durazo directamente los dejó morir solos, ya les habían secuestrado y matado familiares. No era una hipótesis, era una realidad y lo es, hoy. Les quitaron la policía a propósito, la que los protegía por esas causas extraodinarias, de resistirse a los criminales. O son otras víctimas de las decisiones draconianas, de recortar gastos para regalar el dinero a los los programas electorales, dizque sociales, cortándo parejo, a lo güey.
Gobernar en condiciones de anarquía, solo tiene una definición: proteger a los ciudadanos, no a los delincuentes. No son pueblo, son chacales, ya no se confundan. No hay negociación, bien dice Trump deben ser arrasados de la faz de la tierra.
México debe despertar y legislar sobre la pena de muerte. Ya.
No se justifica mantener en las cárceles a asesinos profesionales que tienen como profesión matar. Es de tontos, soliviantar a esos sujetos, que dicho sea de paso no son prójimos de nadie.
Porque eso es lo que no querían entender los fariseos cuando le preguntaron a Jesús. "¿Quién es mi prójimo?, a lo que Él respondió con la conocida Parábola del Samaritano, en la que ese hombre rescató al asaltado por delincuentes, sin conocerlo, lo curó y pagó su cuidado, en contraste con dos religiosos que se pasaron de largo previamente, sin prestar auxilio; entonces Jesús le dijo al fariseo: ¿quien fue el prójimo? Y tuvo que responder el fariseo:" el que uso de misericordia", refiriéndose al Samaritano, por supuesto que no eran prójimos, ni los asaltantes y ni siquiera, los que pasaron santiguándose pero que no ayudaron.
Los delincuentes no son los projimos, repito. Deben ser ajusticiados como corrresponde a un país que ama a sus verdaderos prójimos lo suficiente como para hacer todo lo posible para que estén protegidos, aún si los que gobiernan no quieren gobernar.
Columna del 4 de noviembre del 2019
La espada del orden
Jorge Miguel Ramírez Pérez
"porque es servidor de Dios para tu bien.
Pero si haces lo malo, teme ;
porque no en vano lleva la espada,
pues es servidor de Dios, vengador
para castigar al que hace lo malo"
Romanos 13:4
El verdadero cristianismo no se podría entender con precisión doctrinal, sin las detalladas explicaciones que aportó Saulo de Tarso, en su carácter ya de un apóstol: Pablo, renovado de sus raíces fariseas. Las enseñanzas de Jesús fueron abordadas por él no solo para el contexto hebreo, sino para la cultura greco romana, de manera magistral bajo inspiración divina. Eso es lo que creemos, los que nos decimos cristianos.
Por eso otras versiones de lo que se puede imaginar como cristianismo, que no armonizan con lo bíblico, no dejan de ser interpretaciones fragmentadas que a lo largo de la historia han provocado no solo inexactitudes, sino conclusiones descontextualizadas, que tergiversan las enseñanzas de Jesús de Nazareth.
Cientos de líderes, filósofos, gobernantes y aún jerarcas religiosos en la historia han usado para sus fines, visones particulares del cristianismo, las más únicamente en busca de legitimación para propósitos exclusivos de manipulación.
En la carta a los Romanos, San Pablo expone lo que en materia de gobierno, sería en términos seculares una teoría sagrada del Estado. La existencia de servidores de Dios que hacen uso de la espada, es decir del potencial y ejercicio de la violencia, en nombre del orden divino para convivencia de los seres humanos.
Como se puede leer en ese capítulo 13, el uso de la fuerza del gobierno para fines de la observancia de la ley, es decir del orden social; no es en absoluto opcional.
De hecho es la única obligación que tiene el gobernante que lo distingue de otras actividades societarias, como son las que el Estado moderno, ha adquirido a nivel mundial y explícito como lo derechos sociales, establecidos legalmente por primera vez en 1867, por parte del Canciller Von Bismarck, en la entonces naciente, Alemania.
Uso eso sí, legítimo de la fuerza lo reconoció Trotsky en Brest Litovsk, como un monopolio imprescindible que debe tener el Estado; lo explicaba antes de manera moderna siempre con antecedentes bíblicos el mismo Hobbes; de hecho, es en
Ciencias Políticas en la UNAM y otras escuelas, donde se inicia y termina la carrera sobre esas bases inherentes al Estado y a su manifestación concreta en el gobierno.
Gobernar sin considerar de manera consustancias el uso de la fuerza, sencillamente no es gobernar.
Por supuesto que la espada no es para abuso, venganza personal o masacres, para eso el estado tiene mecanismo, que obligan el uso preciso de la fuerza. Las incapacidades de gobierno, es decir no querer gobernar, hacerlo con frivolidad y descuido, son la esencia del deber legal incumplido.
No te gusta la fuerza ni legítima decía en su candidez de suma ignorancia Fox, es no tener aptitud de gobierno. Mejor ni que se metan en eso.