Basta que un político diga “NO” para que todos los ciudadanos sospechemos. Hay un viejo chiste que dice que si el político dice que si, es tal vez, si dice tal vez, es no y si dice no, es que no es político; pero eso parece ser historia del pasado. Si hoy un político nos dice que no se quiere privatizar el agua, sospechamos que se está planeando como entregarla a los particulares; si nos dice que no aumentarán los impuestos o la gasolina, empezamos a hacer nuestro cochinito para subvencionar los gastos; si dice que no se permitirá la violencia, mejor ni salimos de casa…
Nuestros políticos recurren mucho a la negación: NO tengo conflictos de interés, NO protegí corruptos, NO negocié con la delincuencia y NO, NO, NO abusé de mi cargo. Pero los ciudadanos ya no confiamos, no les creemos simplemente, pueden desgañitarse, presentar pruebas, testigos, declaraciones y el efecto seguirá siendo el mismo, la desconfianza.
Es quizá el abuso de esta negación lo que ha llevado a la duda del ciudadano, quizá es que nuestros políticos han dejado de serlo para convertirse en cínicos; pero lo cierto es que ya sea que se trate de la Ley General de Aguas, los Hospitales Generales de Sinaloa, el acueducto Monterrey VI en Nuevo León o la Línea 12 del Metro en la Ciudad de México, los ciudadanos somos, una y otra vez, defraudados y engañados.
Nos decían que los gasolinazos eran para disminuir el subsidio, pero si hoy el gobierno compra a $6 el litro de gasolina, ¿por qué no baja el precio al consumidor?; nos dijeron que la privatización de Telmex haría de esta una empresa más competitiva, y quizá ahora lo sea, pero tenemos el servicio telefónico más caro de la OCDE. Dijeron que la reforma educativa era para mejorar la calidad de la educación, pero seguimos en los últimos lugares y el Secretario del ramo se niega a aplicar la ley en Oaxaca, Guerrero y Michoacán.
Nos dicen que México va a crecer, para no equivocarse se inventan una banda de crecimiento, pero las últimas estimaciones ya quedan por debajo de lo que a principio de año dijo Hacienda que ocurriría… ¡y no ha terminado el primer trimestre!
Por eso ahora, que nos dicen que se combatirá la impunidad, que se actuará con transparencia y se desterrará la corrupción, los mexicanos estamos temblando de miedo. ¿Significa que en realidad estos lastres van a empeorar?
Pero tenemos unas elecciones a la vuelta de la esquina, una oportunidad para, sin lugar a dudas, decirles a nuestros políticos que no los queremos. Que no queremos su retórica tramposa, su demagogia barata, su complicidad culposa. Es nuestra oportunidad de votar por ciudadanos que nos representen, ya sea que se postulen de manera independiente o que vayan por un partido, pero que no tengan los compromisos que tienen los viejos conocidos de siempre.
El 7 de junio tenemos que salir a votar, tenemos que manifestar nuestro descontento con los gobiernos que nos lastiman y buscan solo su propio beneficio… si no votamos, van a ganar los de siempre, los que tienen el voto duro, los que nos engañan siempre.
El sistema capitalista presume su capacidad para brindar la movilidad social que otros sistemas no pueden proporcionar. Efectivamente, el libre mercado proporciona las oportunidades para que una idea, transformada con trabajo e inversión, se convierta en un negocio productivo que proporcione a su creador y a las familias de quienes con él colaboran, la oportunidad de sostener un modo de vida digno, quizá no en todos los casos se pueda enriquecer, pero la disciplina del trabajo termina por proporcionar esas oportunidades que permiten granjearse un mejor nivel de vida, educación y cultura.
Sin embargo, cuando el sistema se pervierte, el capitalismo es también una forma de sojuzgar, bloquear e incluso destruir a personas que, aun realizando su trabajo con empeño, teniendo una idea creativa y proporcionando un servicio útil, no pueden salir adelante por la falta de espacios para el desarrollo profesional y comercial.
En México, sostienen algunos analistas, se ha desarrollado un Capitalismo de Compadres; desde el poder y las cúpulas del dinero, se favorece o se entorpece el desarrollo de la iniciativa privada, personal, creadora. La corrupción gubernamental y social que vive nuestro país hace que, incluso desde los mandos medios de las empresas y el gobierno, se decida a quienes se apoya y a quienes no. El sistema burocrático entorpece, detiene e incluso roba las ideas de los creadores mexicanos; los departamentos responsables de compras en las empresas deciden no en base a oportunidades y servicios que proporcionan los proveedores, sino del compadrazgo que se mantiene con el dueño o los gerentes de tal o cual compañía. Las licitaciones que realizan las entidades de la administración pública están amañadas, con candados que favorecen a empresas específicas, no se diga las invitaciones a tres proveedores o las asignaciones directas, que se hacen con el fin de favorecer al familiar o el amigo.
Este sistema pervertido no cumple con las reglas del mercado, y favorece la acumulación de riqueza en pocas manos; pero sobre todo, es injusto. Pone en riesgo el futuro laboral de miles de personas, impide el desarrollo creativo de los emprendedores y promueve la fuga de talento en busca de oportunidades reales, generando estancamiento y pobreza.
Para que la situación cambie en nuestro país se requiere, no solo de modificaciones legales, sino de un cambio cultural y un profundo compromiso empresarial. En este entramado de complicidades, hay unas pocas empresas que han podido aprovechar los resquicios que el sistema tiene para impulsar su propio desarrollo, pero con el tiempo, basados en la confianza con sus empleados y quizá sin darse cuenta, empiezan a formar parte de este sistema injusto. Son ellos, esos empresarios que saben cuánto les costó crecer en medio de este circulo vicioso, los que pueden impulsar un cambio cultural, abrir oportunidades a empresas nuevas, a jóvenes creativos a ideas innovadoras, y empezar a romper el control del sistema capitalista de compadres que condena a la mayoría a sumarse a un sistema injusto, corrupto y corruptor.
Palabras del Papa Francisco al concluir el Ángelus de este 8 de Marzo
Queridos hermanos y hermanas ¡buenos días!
El Evangelio de hoy nos presenta el episodio de la expulsión de los vendedores del templo. Jesús "hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, con sus ovejas y sus bueyes", el dinero, todo. Este gesto suscitó una fuerte impresión, en la gente y los discípulos. Apareció claramente como un gesto profético, tan es así que algunos de los presentes preguntaron a Jesús, pero dinos: '¿Qué gesto nos muestras para hacer estas cosas? ¿Quién eres tú para hacer estas cosas? Muéstranos un signo de que tienes autoridad para hacerlas'. Buscaban una señal divina, prodigiosa que acreditase a Jesús como enviado de Dios. Y Él respondió: 'Destruid este templo y en tres días lo volveré a levantar'. Le replicaron: 'Este templo ha sido construido en cuarenta y seis años, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?'. No habían entendido que el Señor se refería al templo vivo de su cuerpo, que habría sido destruido con la muerte en la cruz, pero que habría resucitado al tercer día. Por eso, en tres días. "Cuando resucitó de entre los muertos --escribe el Evangelista-- sus discípulos recordaron que había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que había pronunciado Jesús".
En efecto, este gesto de Jesús y su mensaje profético se entienden plenamente a la luz de su Pascua. Aquí tenemos, según el Evangelista Juan, el primer anuncio de la muerte y resurrección de Cristo: su cuerpo, destruido en la cruz por la violencia del pecado, se convertirá en la Resurrección en el lugar de la cita universal entre Dios y los hombres. Y Cristo Resucitado es precisamente el lugar de la cita universal de todos, entre Dios y los hombres. Por eso su humanidad es el verdadero templo, donde Dios se revela, habla, se deja encontrar; y los verdaderos adoradores, los verdaderos adoradores de Dios, no son los custodios del templo material, los poseedores del poder o del saber religioso, son aquellos que adoran a Dios "en espíritu y verdad".
En este tiempo de Cuaresma nos estamos preparando para la celebración de la Pascua, cuando renovaremos las promesas de nuestro Bautismo. Caminemos por el mundo como Jesús y hagamos de toda nuestra existencia un signo de su amor por nuestros hermanos, especialmente los más débiles y los más pobres, nosotros construimos a Dios un templo en nuestra vida. Y así lo hacemos 'encontrable' para tantas personas que encontramos en nuestro camino. Si somos testigos de este Cristo vivo, mucha gente encontrará a Jesús en nosotros, en nuestro testimonio. Pero, nos preguntamos, y cada uno de nosotros se puede preguntar, ¿el Señor se siente verdaderamente como en casa en mi vida? ¿Le permito que haga 'limpieza' en mi corazón y eche a los ídolos, o sea aquellas actitudes de codicia, celos, mundanidad, envidia, odio, aquella costumbre de hablar mal y 'despellejar' a los otros? ¿Le dejo hacer limpieza de todos los comportamientos contra Dios, contra el prójimo y contra nosotros mismos, como hoy hemos escuchado en la primera lectura? Cada uno se puede responder a sí mismo, en silencio en su corazón. ¿Permito que Jesús haga un poco de limpieza en mi corazón? 'Padre, tengo miedo de que me apalee'. Pero Jesús jamás apalea. Jesús hará limpieza con ternura, con misericordia, con amor. La misericordia es su manera de hacer limpieza. Dejemos, cada uno de nosotros, dejemos que el Señor entre con su misericordia --no con el látigo, no, con su misericordia-- a hacer limpieza en nuestros corazones. El látigo de Jesús con nosotros es su misericordia. Abrámosle la puerta para que haga un poco de limpieza.
Cada Eucaristía que celebramos con fe nos hace crecer como templo vivo del Señor, gracias a la comunión con su cuerpo crucificado y resucitado. Jesús conoce aquello que hay en cada uno de nosotros, y conoce también nuestro más ardiente deseo: el de ser habitados por Él, sólo por Él. Dejémos-lo entrar en nuestra vida, en nuestra familia, en nuestros corazones. Que María Santísima, que es la morada privilegiada del Hijo de Dios, nos acom-pañe y nos sostenga en el itinerario cuaresmal, para poder redescubrir la belleza del encuentro con Cristo, que es el único que nos libera y salva"
Cuba ante el mundo.- Tanto Estados Unidos en La Habana, como Cuba en Washington, cuentan ya con los inmuebles donde se abrirán las embajadas de estas naciones, el avance, que en los medios pareciera ir muy despacio, en la práctica se mueve a pasos agigantados.
Al parecer, la visión de Raúl se ha impuesto sobre la de Fidel, quien ya poco aparece en público y cuando lo hace no pronuncia discursos ni declaraciones, hay quienes señalan que el anciano comandante tiene ya un cuadro de Alzhaimer que no le permite tener el protagonismo al que nos tenía acostumbrados, mientras que su hermano tiene cada vez mayor control sobre los aparatos del estado y la cercanía con el ejército para impulsar su agenda reformista.
En la última semana, Cuba sostuvo reuniones con representantes de la Unión Europea, y quizá empecemos a ver pronto como el bloqueo económico de que fue víctima el país caribeño por más de 50 años, desaparece de la noche a la mañana. Esperemos que junto con esto, existan políticas de los participantes para impulsar el desarrollo general de los cubanos, y no solo la explotación de su gente y sus recursos.
Yihadistas de origen europeo emprenden la marcha de vuelta.- Más de 4 mil europeos se integraron al Estado Islámico hasta finales de 2014, destacan los franceses (1,200), británicos (600) y alemanes (600) según cifras del Centro Internacional para el Estudio del Radicalismo, publicadas por Euronews a finales de enero.
El caso es que cientos de estos combatientes han regresado a su país natal, no en avión como lo hicieron al irse, sino por la vía de las migraciones africanas, es decir, no fueron revisados sobre las cosas que traían consigo en el viaje de vuelta… además regresan con experiencia militar en el campo y un fuerte adoctrinamiento por parte de los grupos terroristas radicales de Irak y Siria.
Los cuerpos de seguridad europeos manifiestan una grave preocupación, ya que podrían enfrentar una guerra santa dentro de sus propias fronteras y no contra cualquier grupo de revoltosos, sino contra militares entrenados en combate real, lo que significa un alto grado de especialidad y compromiso.
Los gobiernos europeos han decidido restringir ciertas libertades a través de las leyes antiterrorismo, pero para naciones acostumbradas a la democracia y la libertad, será muy difícil mantener el aislamiento de estos grupos, con lo que el riesgo de ataques como el vivido en Francia en el mes de enero o Dinamarca hace unas semanas, se vuelve algo muy posible, aunque no necesariamente en el corto plazo. Este tema tendrá que estar presente en los análisis que sobre Europa se haga en el surgimiento de movimientos de inconformes y el uso de la violencia.