Pedro de Legarreta
Cumbre entre la Celac y la Unión Europea.- América Latina y el Caribe es una región trascendente, no sólo por su población joven y pujante, sino también por la estabilidad económica que le ha permitido sortear las crisis recientes y que atrae, naturalmente, a la UE, uno de sus socios económicos más importantes en términos de comercio (con valor de 200 mil millones de euros) e inversión. Pero, más allá de la economía, latinoamericanos y europeos estamos unidos por lazos históricos, valores e intereses comunes, que abren espacios de cooperación. La II Cumbre CELAC-UE tiene el reto de ampliar y estrechar esos vínculos comunes para generar círculos virtuosos de bienestar para nuestras poblaciones al tiempo que logra fortalecer la presencia europea ante el activismo y liderazgo de China que ha logrado una importante presencia en la región.
Argentina, la crisis que se evidencia en la sucesión.- La presentación de los tres principales precandidatos a la presidencia en el primer programa de este año de Tinelli despertó expectativa, pero también un debate acerca de si era adecuada o no su presencia. Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa aceptaron el convite sabiendo que contarían con una gran audiencia. Concurrieron con sus esposas y en cada caso hubo un imitador que cruzó chanzas con los candidatos y sus mujeres. Tras el programa, los precandidatos, o sus voceros, argumentaron más o menos lo mismo: que les parecía bien que la gente los viera en su costado más descontracturado y alegre como una forma de humanizarlos y hacer más amigable la política. Sin embargo, la Iglesia no parece tener la misma opinión. De hecho, en el documento de marzo los obispos criticaban el “marketing” político, lo que lleva a concluir que su posición sobre la “farandulización de la política” es todavía más crítica, como lo evidenció ayer Malfa. Más aún: en aquel pronunciamiento los obispos consideraban al proceso electoral como “una preciosa oportunidad para un debate cívico acerca del presente y el futuro que deseamos para la Argentina”. En este entorno, se descubre esta semana que el patrimonio de Cristina Fernández creció 16% en 2014, generando aún más dudas en la población que tendrá que dar su voto en los próximos meses.
Pedro de Legarreta
En México hay casi 78 millones de electores potenciales, nunca han votado todos y probablemente haya muchos que nunca hayan votado, en las elecciones presidenciales la media de participación está por el 65% mientras que en las elecciones intermedias, cuando se elige únicamente diputados, la participación está por debajo del 50%. Así ocurrió en esta ocasión, la participación que reporta el INE a nivel nacional es del 47%, un poco más de 36.5 millones de votantes.
En este contexto, el PRI y el Partido Verde, en alianza, obtienen la mayoría de los votos, pero con apenas 13.2 millones de votos (el 17% de la lista nominal) lo que es menos que los 16 millones de votos que obtuvo Andrés Manuel López Obrador en la elección de 2012 y por supuesto mucho menos que los 19 millones de votos que, según las cifras oficiales, obtuvo el Presidente Enrique Peña Nieto, así que aunque triunfa al alcanzar la mayoría simple en San Lázaro, el PRI ve limitada su representatividad y por tanto su capacidad de maniobra y capital político.
Acción Nacional recupera su segundo lugar pero la situación es similar, la candidata en 012 obtuvo algo más de 12 millones de votos, mientras que en esta ocasión retrocede a 7.6 millones. Los conflictos internos de este partido, sus errores en los lugares donde ha ejercido el gobierno y la corrupción, manchan el que en otros tiempos fuera el partido con el que los ciudadanos se identificaban más.
El gran descalabro lo recibe el PRD, tras lograr marchar en coaliciones durante las últimas elecciones junto con el PT y Movimiento Ciudadano, ahora resiente, además de la fractura de la alianza, el desprendimiento de López Obrador y sus seguidores que conforman el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) dividiendo algo más de 10 millones de votos entre todos, llevándose casi 4 millones el PRD, algo más de 3 Morena, 2.5 millones el Movimiento Ciudadano y un millón escaso el PT, lo que probablemente no le alcance para el registro. Encuentro Social por su parte parece lograr quedarse con el registro mientras que el Partido Humanista no logra su consolidación al alcanzar apenas 750 mil votos.
Curiosamente, si los ciudadanos que anularon su boleta se pusieran de acuerdo, podrían fundar el Partido Anulacionista, ya que llegan casi al 5% de los votos totales, superando incluso al Partido Nueva Alianza del magisterio Elbista.
Un solo diputado independiente fue electo en todo el país, el sinaloense Manuel J. Clouthier, quien sin duda en su calidad de diputado sin partido podrá levantar la voz y tratar de imponer la agenda desde la visión ciudadana, hará falta que le hagan caso, pero parece que tendría el respaldo del Gobernador electo de Nuevo León y podría atraerse las simpatías del también independiente alcalde de Morelia. Seguimos, como sociedad, con un gran problema: LA PARTICIPACIÓN. Creo que los próximos tres años la agenda de los organismos de la sociedad civil deberían enfocar sus baterías en ese campo, para lograr una transformación profunda.
Pedro de Legarreta
La lista nominal de Sinaloa consta de 1’974,676 electores, de ellos, emitieron su voto algo menos de 760 mil, lo que equivale a 38.5% del padrón, es decir, el 61.5% de los sinaloenses prefirió abstenerse de votar en este proceso electoral.
Entre los que si votaron, el 36.6% lo hizo por el PRI, el 21.8% por el PAN, 12.9% por candidatos independientes, 4.7% anuló su voto, 4.6% por el Verde, 4.3% por Morena, 4.1% por el PRD, 3.7% por Nueva Alianza y 3.1% por el PT, el resto de los partidos no alcanzaría registro a nivel estatal al quedar por debajo del 3%.
Ciertamente el PRI queda en primer lugar al obtener 6 diputaciones, sin embargo ellos anunciaban que ganarían los 8 distritos, así lo dijo César Camacho en su gira en el mes de mayo y lo reiteró en repetidas ocasiones la líder estatal Martha Tamayo, aún al final de la misma jornada electoral del 7 de junio, pero la verdad es que según el cómputo, perdió los distritos 4 y 5, lo que significa que no alcanzó su objetivo y todavía el PAN le peleará el distrito 8 en los tribunales al señalar inconsistencias. ¿Qué falló? Las pugnas internas en el PRI por la alcaldía de Culiacán y el aislamiento de Burgos Pinto en la política estatal son elementos que se deben considerar para explicar, al menos en parte el descalabro; pero también el castigo a la política nacional que ejerce el Presidente Peña tiene su grado de responsabilidad en este resultado. Al final del día, el PRI y sus aliados lograron el apoyo del 17% de la lista nominal de electores, ¿le alcanzará para la gubernatura el año próximo?
El gran perdedor de la elección es Acción Nacional, el triunfo obtenido en el 4° distrito no se lo puede adjudicar, ya que este es un logro del Kory Leyson, quien no se siente ni se compromete con el panismo más allá de utilizar sus siglas en las elecciones que así le convenga. Edgardo Burgos no dio ningún resultado positivo y la determinación de candidatos y estrategia de campaña son responsabilidad suya, así lo reconoce el mismo, lo que llevará sin duda a su renuncia en los próximos días para dejar que alguien más asuma el liderazgo del PAN, lo que de cualquier manera, por estatutos, deberá ocurrir. Mucho trabajo tiene esta formación para el año próximo si quiere, en verdad, ganar el gobierno estatal.
La izquierda dividió su voto entre Morena, el PRD y el PT, entre los tres sumaron 11%, lo que la podría convertir en un factor relevante… si lograra acuerdos para trabajar unida, sin embargo se ve difícil que lo logren para 2016, divididos serán irrelevantes para la sucesión estatal del año próximo.
Nuevamente, la tarea que enfrenta la sociedad civil aparece descomunal, para generar cambios profundos deberá convencer a 1.2 millones de personas que este año simplemente decidieron que no contaban para la elección, una sociedad que no participa será siempre para los políticos, un suculento manjar.
Pedro de Legarreta
El proceso electoral del domingo pasado debe ser leído con atención, estudiado y encontrar las enseñanzas pertinentes, tanto por políticos como por la sociedad civil. En este momento es pertinente hacer una revisión de lo que ocurrió en el Distrito 05 de Sinaloa, el cuál tiene muchas lecturas.
Con el 95% del cómputo de las casillas, el candidato independiente obtuvo el triunfo con cerca de 40 mil votos (42.3%) frente a poco menos de 29 mil votos (30.4%) del candidato de la alianza PRI-Verde lo que constituye un resultado irreversible. Corresponderá a equipo de Ricardo Hernández Guerrero saber qué fue o que falló, sin embargo no cabe duda que el hartazgo de la sociedad se manifestó por encima de la bien aceitada maquinaria electoral priista, encontrando en el candidato independiente, quien manejó su campaña principalmente en redes sociales, un adecuado punto por donde fugar su descontento.
Lamentablemente, una vez más, el abstencionismo es el verdadero triunfador del proceso: de 285,472 electores posibles, emitieron su voto menos de 100 mil, alcanzando un índice de participación del 32.9%, o lo que es lo mismo, una abstención del 67.1%. Es decir que el candidato triunfador tiene apenas el respaldo del 14% de la población a la que representa. ¿Esto se puede considerar el triunfo de la democracia? El propio candidato independiente deberá estar muy atento para leer el mensaje de la sociedad.
Quien debe estar muy preocupado es el Partido Acción Nacional, qe en esta elección obtuvo menos del 8% de los votos en un distrito en el que incluso ha logrado triunfar. Presentar candidatos a la elección con el objeto de cumplir el trámite no significa que le generará algún beneficio. Obviamente muchos de los que tradicionalmente votan al PAN se fueron con el voto por Manuel Clouthier, dejando muy mal parada a Giovanna Morachis, quien se consuela diciendo que logró el tercer lugar, como si en verdad eso fuera un logro en este momento. ¿Cuál será la posición que asuman los dirigentes de este partido?
Muy cerca del PAN, Morena desbancó al PRD, obteniendo más del 4% de los votos; el partido del Sol Azteca debería preocuparse por este pésimo resultado que equivale a perder el registro. Sin embargo, y a pesar de sus esfuerzos, Morena no logra consolidar una base que le permita ser relevante en el distrito, habrá que ver si estos resultados se proyectan a nivel estatal.
El resto de los partidos, incluidos el Verde y Nueva Alianza tienen que hacer una revisión muy profunda de sus acciones y métodos para llegar a la población, ya que no logran una presencia importante entre la ciudadanía.
Finalmente, la sociedad debería estar preocupada por los bajos niveles de participación, a pesar de los llamados que realizan cámaras empresariales, organizaciones civiles y medios de comunicación, 2 de cada tres personas prefieren no emitir su voto, lo que es atribuible no solo al mal desempeño de los políticos, sino también a una incapacidad de la sociedad para convocarlos.