Pedro de Legarreta Lores
La batalla por el Ártico, economía, geopolítica y propaganda.- Desde mediados del siglo XVIII, los distintos países han organizado exploraciones del circulo ártico, fascinados por sus hielos eternos, su fauna y el misterio que naturalmente entraña. Los rusos fueron los primeros en ordenar una expedición bajo la dirección de Vitus Jonassen Bering, quien falleció al final de la expedición y por quien fue bautizado así el Gran Paso del Noroeste. Hoy los rusos, encabezados por Vladimir Putin, reclaman la soberanía de 1.2 millones de kilómetros cuadrados desde el Paso del Norte (o Estrecho de Bering) hasta el Polo. Esta estratagema busca quitar la supremacía que desde mediados del siglo XX ha tenido Estados Unidos en la región, cuando con el submarino Nautilus logró explorar la región y mediante una caminata, exploradores norteamericanos llegaron al polo, pero también esperan poder explotar yacimientos de hidrocarburos y minerales que podrían existir en la región y, finalmente, se convierte en un enorme acto propagandístico (así lo prefieren llamar los rusos) o de manejo de medios (decimos en occidente) para fortalecer la idea del Nuevo Imperio Ruso. Los reclamos de este país no encontrarán eco fácilmente, en primer lugar, porque no hay una tierra que reclamar, en segundo lugar porque países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Dinamarca, Noruega, Italia e incluso México, han realizado actividades de exploración y conquista que les podrían dar el mismo derecho a reclamar soberanía sobre la región.
China, devaluación del yuan y sus efectos en Latinoamérica.- La devaluación del yuan afectará a la economía en todo el mundo y la crisis China será en un problema global, probablemente similar al provocado por Estados Unidos en 2008. Tras intentos por salvar la economía mediante medidas que trataron de fortalecer el mercado interno, como el aumento de préstamos bancarios, el recorte de tasas de interés y las inversiones en los mercados de valores, nada podrá detener la crisis que ya llegó al país asiático y que afectara globalmente a la economía, generando un efecto nocivo, hasta impactar en las antípodas: América Latina. Según un análisis de economistas de JP Morgan Chase, los países latinoamericanos más afectados por la devaluación del yuan podrían ser Chile y Perú, apareciendo Brasil en quinto lugar y Colombia en el séptimo. Se podría afirmar que el efecto en cadena que se producirá con la devaluación, afectaría más gravemente a aquellas naciones que exportan a China y a quienes son sus rivales comerciales, según 'The Wall Street Journal'. México, que posee una inflación por debajo del 3% fijada por el banco central, disminuyó este miércoles su expectativa de crecimiento desde un 2-3% a un 1,7-2,5% y, a pesar de su baja inflación, se verá afectado por la crisis. El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, afirmó a 'The Wall Street Journal', que elevaría las tasas de interés para estabilizar su economía: "Nos hemos preparado para ajustar más o menos las tasas de interés cuando EE.UU. lo empiece a hacer", afirma.
Pedro de Legarreta Lores
La famosa frase de Rubén Darío se refiere a la propia juventud que se va al envejecer, sin embargo la estrofa completa: Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro... y a veces lloro sin querer..., la podemos aplicar hoy a nuestra juventud mexicana, que atraviesa por una situación sumamente compleja y difícil, sin oportunidades, detenida por un modelo educativo que no la apoya para su florecimiento, una economía que no le abre espacios para su desarrollo y una sociedad que aún no está dispuesta a cederle los espacios de decisión que necesita, particularmente porque no la entiende, y ellos no entienden a la sociedad que se crio en una era distinta.
Los jóvenes de hoy son la primera generación que nació en la postmodernidad, que no sabe ni entiende lo que fue la modernidad en que crecieron sus padres y los líderes, empresarios y referentes culturales de una generación que, de a poco, se enfila a su desaparición. Estos jóvenes necesitan hacer las cosas de manera distinta, son los que nacieron después de la caída del muro de Berlín, en la era de las telecomunicaciones y que en su infancia probaron las redes sociales y les gustaron.
No saben lo que significa esperar porque la era digital se los ha facilitado todo, pero tampoco tienen un punto de comparación, por lo que para ellos esto es natural. No saben lo que es una sociedad tranquila, porque los conflictos, el terrorismo y la criminalidad han estado presentes cada día de sus vidas, el atentado a las Torres Gemelas forma parte de la historia tanto como el Movimiento del 68, la Revolución Mexicana y la Independencia Nacional.
La globalización es nefasta, pero la única forma que conocen de organización social, la universidad no garantiza empleo, ni algún tipo de estudio en particular, sino la innovación y la creatividad que van acompañadas de la tecnología y los recursos financieros. Digital, inteligente, virtual, sustentable y cientos de términos más son lo cotidiano en sus vidas, pero no logran el acceso ni se les ha permitido el empoderamiento para aprovecharlo y disponerlo.
Hoy los jóvenes no entienden a sus maestros, padres o figuras de autoridad, no por la natural rebeldía, sino porque además de eso el mundo en que ellos viven es totalmente distinto del que les tocó a los otros. La vivencia de los valores, que están presentes sin duda, es totalmente distinta y genera en parte este desencuentro.
La juventud es el divino tesoro de nuestra sociedad, pero si no encontramos la forma de abrir el diálogo entre las generaciones, corremos el riesgo de generar un rompimiento social del que desconocemos sus consecuencias.
Pedro de Legarreta Lores
Este miércoles se presentaron los resultados del semáforo delictivo para Sinaloa, una herramienta que ya desde hace poco más de un año se viene utilizando para medir los resultados de las autoridades en materia de seguridad.
Desafortunadamente Sinaloa sigue ocupando muy mal lugar en este rubro, en particular en el tema de homicidios dolosos, somos el segundo estado con mayor cantidad de asesinatos, solo detrás del estado de Guerrero. Sinaloa tiene una tasa de 2.8 homicidios contra la tasa nacional de 1.2. En el mes de julio el estado tuvo 77 homicidios, un número que se ubica por debajo de la meta, lo que coloca el semáforo en verde, pero que aún sigue siendo muy elevado con 3 homicidios por cada 100 mil habitantes y con municipios como Concordia con 14 por cada cien mil, Badiraguato con 10 y Salvador Alvarado con 7.6 homicidios por cada 100,000 habitantes generan una muy negativa percepción entre la ciudadanía.
Hay que decir que en delitos como el secuestro, donde no tuvimos un solo incidente, y extorsión, donde se presentaron 7 incidentes y en robo a casa habitación con solo 26 incidentes, Sinaloa ocupa buenos lugares en la tabla. Pero además del homicidio, el robo de vehículos con violencia y la violencia intrafamiliar, son crímenes que generan muy malas expectativas en la entidad.
A pesar de los malos resultados en general, es importante destacar las cosas positivas que se están viendo en los municipios de Ahome y Mazatlán, que están teniendo resultados positivos y han logrado disminuir sus tasas, especialmente en el tema del homicidio en Ahome y el robo a negocios en Mazatlán; hay que acercarse con las autoridades y la sociedad civil organizada para saber cómo lo están logrando y qué es lo que están haciendo para lograr estos números.
El semáforo delictivo no es un instrumento para saber qué hace el gobierno, sino conocer los resultados que da… a lo mejor no estamos de acuerdo con el color que asigna, pero la metodología es inflexible… verde significa que el número de incidentes se ubica 25% por debajo de la media de los últimos tres años; amarillo quiere decir que se encuentra entre la media y la meta de 25% menos incidentes y rojo que está en la media o por arriba de ella.
Es importante dar seguimiento a esta herramienta y conocerla a fondo, para que nuestras autoridades se sientan presionadas para lograr objetivos tangibles en el corto plazo enfocándose en dar resultados y no en presentar las acciones que más allá de lo que logran reflejan la capacidad de las autoridades por ocupar su tiempo y gastar nuestros recursos.
Pedro de Legarreta Lores
Con la armonización de la Ley de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, mucho se dijo sobre la negativa de los padres para que se impartiera educación sexual a los menores… en lo personal, nada más lejos de la realidad. Yo sinceramente creo que a los niños y jóvenes no se les da una educación sexual sino, en el mejor de los casos, una muy deficiente e ideologizada información sexual que lejos de ayudarles a entender su sexualidad y los cambios que vive su cuerpo, especialmente en la pubertad y la adolescencia, los confunde aún más y los lleva a un ejercicio de la sexualidad desprovisto de la dignidad que tienen como personas.
La verdadera educación sexual la debemos impartir los padres, más allá de que en la escuela se conozcan los aspectos fisiológicos, de cuidado de la salud y demás datos científicos que se deseen dar a conocer; la sexualidad es algo que se vive desde el nacimiento, se aprende desde la más tierna edad y se pule con la edad.
La forma en que conviven los padres, el nacimiento de los hermanos, el desarrollo propio del cuerpo de cada niño y joven, los noviazgos que se desarrollan en torno a la familia, la viudez, la ancianidad e incluso las enfermedades, son todas oportunidades que los padres tenemos en el día a día para dar una muy completa y profunda educación sexual a nuestros hijos.
Sin embargo, debemos estar atentos en varios aspectos: primero, nosotros también tenemos mucho que aprender, el estudio es un aspecto fundamental que los padres tenemos que asumir en nuestro camino cotidiano de enseñanza a nuestros hijos, el mundo que les rodea les proporciona mucha información, mucha de la cual no conocemos o con la que no estamos de acuerdo, pero que es importante que estudiemos para dar respuesta a las inquietudes que nuestros hijos manifiestan conforme se van desarrollando. Segundo: no podemos asumir que toda la información que reciban será correcta: lo que se puede encontrar, no solo en internet, sino incluso de manera impresa o impartido por educadores o compartido por compañeros, puede ser información sesgada, tergiversada o francamente equivocada, y no podemos evitar que ellos tengan esas fuentes de información, pero debemos enseñarles a discernir y buscar de manera efectiva y eficiente la verdad, además de generar en ellos la confianza para que se atrevan a platicar con nosotros de estos temas que en muchas ocasiones les causan vergüenza o consideran de su ámbito estrictamente personal. Tercero: mientras estamos vivos, somos sus padres; la educación de un hijo no termina porque cumplió los 18 años o concluyó la universidad, como padres es importante que estemos cerca para brindar apoyo y consejo aún muchos años después de que nuestros hijos han abandonado el hogar. Finalmente, hay que recordar que son seres individuales e independientes de nosotros, podemos darles nuestro apoyo y compartir nuestro conocimiento, pero las decisiones que tomen son de ellos, su vida la viven ellos y nosotros, como padres, solo podemos ser espectadores cuando llega el momento.