Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI, la tasa de desocupación a enero de este año alcanzó 5.05% a nivel nacional, la tasa de presión general superó el 9%, la de ocupación parcial y desocupación se colocó arriba del 11% y la de condiciones críticas de trabajo alcanzó casi el 12%. Aunque son ligeramente inferiores a las de un año anterior, la tasa de condiciones críticas de ocupación aumentó, lo que significa que quienes lograron conseguir empleo aún están insatisfechos o su percepción salarial es inadecuada para las necesidades personales o familiares que se tienen.
Por su parte la inflación del Índice Nacional de Precios al Consumidor en segunda quincena de febrero de 2014 es de 4.21%, superior a la de la misma fecha de 2013 que fue de 3.47% y de 2012 que fue de 4.01%. La inflación no subyacente más elevada se da en el renglón de “Energéticos y Tarifas Autorizadas por el Gobierno” con un 10.21% y la inflación subyacente más elevada se da en “Alimentos, bebidas y tabaco” con 4.73%.
En su comparación anual, el IGAE creció 1.1% en términos reales en diciembre de 2013 respecto al mismo mes de 2012. Al interior del IGAE, las Actividades Terciarias aumentaron 1.9% y las Primarias 1.2%; mientras que disminuyeron las Secundarias (‑)0.3 por ciento. Por su parte, el PIB avanzó 0.7% en el cuarto trimestre del año pasado con relación a igual lapso de 2012. El PIB de las Actividades Terciarias fue superior en 1.3% en el trimestre en cuestión respecto a igual periodo de 2012. Destaca por su contribución a dicha variación el PIB del comercio. El Producto de las Actividades Secundarias descendió (‑)0.4%.
En fin, México está dejando de producir, aunque está vendiendo, lo que supone que en los próximos meses podríamos ver una contracción de las ventas, el empleo y los ingresos familiares.
En Sinaloa las cosas tampoco terminan de despegar, y se agravan cuando se anuncia que los programas de apoyo federales son devueltos porque el gobierno estatal no puso su granito de arena. Muy lamentable situación que habrá que revisar el nuevo titular de la SEDECO para evitar que se sigan dando estos escenarios que no ayudan al mejoramiento de las empresas y en consecuencia al bienestar de las familias de nuestro estado.
Los días pasan de manera vertiginosa, y mientras la sociedad está distraída con el tema de la captura de “El Chapo” Guzmán, a nivel nacional se cocina la reglamentación de la reforma política, y en Sinaloa avanzan las conversaciones en la misma materia que darán el nuevo esquema para la competencia política y el ejercicio del gobierno.
Los reclamos de la sociedad por ser escuchada y participar del diálogo entre los partidos políticos y el gobierno ha caído en oídos sordos, la clase política estatal se cierra y trabaja a manera de monopolio u oligopolio en el mejor de los casos, pero el mandante, el soberano, no es escuchado.
Cualquier acuerdo, especialmente los que se refieren al tema de la convivencia política, debe ser parte de un consenso, no sólo de las facciones partidistas que se reparten el poder, sino también de los ciudadanos, especialmente los que de manera organizada a través de gremios, sindicatos, asociaciones, cámaras o fundaciones trabajan todos los días para resolver los problemas cotidianos de niños, ancianos, empleados, patrones, pequeños comerciantes, maestros, personas que ejercen un oficio o jóvenes estudiantes.
El vespertino Le Monde, el día de ayer publicó una encuesta en la que señalaba el descontento de la juventud que se siente defraudada y, por ello, tentada a la revuelta. Vemos los ejemplos de lo que ocurren en medio oriente, Ucrania, Venezuela y África, pero no aceptamos que esto sea por la falta de comunicación entre la clase política y la sociedad, pero es precisamente lo que está ocurriendo.
El mundo entero se dirige hacia una confrontación cada vez más generalizada, no entre países (afortunadamente) sino entre hermanos (lo que es quizá peor) que no han sabido encontrar la forma adecuada de convivencia en la vida cotidiana.
“Compromisos por Sinaloa” es la oportunidad para involucrar a la sociedad entera en sus diferentes expresiones para incluir las inquietudes y deseos, especialmente de aquellos que se sienten más marginados y apartados de las decisiones de poder, pero que de manera cotidiana contribuyen al desarrollo de nuestra sociedad, ¿tendrán los políticos la capacidad de ver esta oportunidad o se conformarán con acaparar el poder y dejar que la bomba estalle?
Tras la detención del más famoso y buscado capo de la droga en México y el mundo el sábado pasado en Mazatlán, han surgido muchas voces para señalar si es o no positivo que se haya logrado esta captura y qué posibles consecuencias podría traer al mundo del narcotráfico y, por extensión, al estado de Sinaloa.
Joaquín Guzmán Loera ha sido, desde hace mucho tiempo, el principal dirigente de la organización denominada Cártel de Sinaloa o Cártel del Pacífico, a diferencia de lo que parecen reflejar los medios de comunicación, hoy se sabe que esta no es una estructura piramidal con una clara cadena de mando, sino un conglomerado de intereses cruzados en la que igual manda Joaquín Guzmán que Ismael Zambada… y tal vez algunos otros que desconocemos, por lo que la caída del hombre más buscado por la DEA no significa en realidad una pérdida para el mundo del narcotráfico, no al menos directamente.
Sin embargo, fuera de esta precisión, la captura de Guzmán Loera significa un avance importantísimo en las operaciones de búsqueda y captura emprendidas por el Gobierno Mexicano en aras de generar un mejor ambiente y disminuir la delincuencia en el país, porque ahora todos saben que, si cayó el capo de tutti capi, cualquiera puede caer.
Los próximos días son fundamentales para el éxito de la estrategia gubernamental, esto porque la información que puede proporcionar este personaje es valiosísima, no solo para el narcotráfico en México, sino en América, Europa y Asia por lo menos… quizá en todo el mundo.
Por otra parte, muchos funcionarios y empresarios involucrados en este negocio ilícito, que de alguna manera se vincularon con el capturado, deben estar temblando y preocupadísimos porque sus nombres pueden salir a relucir, las labores de inteligencia que realiza la policía seguramente deberán llevar a nuevas y más capturas conforme la información les sea revelada, pero también muchos se descararán ante la preocupación y probablemente salgan huyendo del país antes de que esto ocurra, lo que en sí mismo ya es benéfico para le ambiente nacional.
Finalmente, después de un logro de este tamaño y el consecuente crecimiento de confianza por parte de la ciudadanía a favor de sus gobernantes, se deberá reflejar en un trabajo permanente y con resultados similares, con las detenciones de personajes de diversos cárteles de la droga y otras actividades delincuenciales que laceran igualmente a la población y quizá de manera más sensible.
Las manifestaciones de confianza del Secretario de Gobernación en el sentido de que seguirá habiendo resultados nos deben llenar de esperanza y, aunque exista escepticismo por tantos años de incumplimiento, confianza en que la autoridad seguirá cumpliendo con la tarea que la ciudadanía le ha encomendado.
En este tema tan fundamental no se debe regatear reconocimiento a las autoridades, pero se debe exigir que sigan por el mismo camino.
Reflexión del Papa Francisco durante el Ángelus del domingo 23/Febrero/2014
En el segunda Lectura de este domingo, san Pablo afirma: "Ninguno ponga su orgullo en los hombres, porque todo es vuestro: Pablo, Apolo, Cefa (es decir Pedro), el mundo, la vida, la muerte, el presente, el futuro: ¡todo es vuestro! Pero vosotros sois de Cristo y Cristo es de Dios". ¿Por qué dice esto el apóstol? El problema que el Apóstol se encuentra de frente es el de las divisiones en la comunidad de Corinto, donde se habían formado grupos que se referían a varios predicadores considerándoles sus jefes; decían: "Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Cefa...". San Pablo explica que este modo de pensar es equivocado, porque la comunidad no pertenece a los apóstoles, pero son ellos, los apóstoles, los que pertenecen a la comunidad; ¡pero la comunidad, toda entera, pertenece a Cristo!
De esta pertenencia deriva que en las comunidades cristianas - diócesis, parroquias, asociaciones, movimientos - las diferencias no pueden contradecir el hecho que todos, por el bautismo, tenemos la misma dignidad: todos, en Jesucristo, somos hijos de Dios. Y esta es nuestra dignidad. En Cristo somos hijos de Dios.
Aquellos que han recibido un ministerio de guía, de predicación, de administrar los Sacramentos, no deben considerarse propietarios de poderes especiales, sino ponerse al servicio de la comunidad, ayudándola a recorrer con alegría el camino de la santidad.
La Iglesia hoy confía el testimonio de este estilo de vida pastoral a los nuevos cardenales, con los cuales he celebrado esta mañana la santa Misa. ¿Podemos saludar todos a los nuevos cardenales con un aplauso? ¡Saludamos a todos! El Consistorio ayer y la celebración eucarística hoy, nos han ofrecido una ocasión preciosa para experimentar la catolicidad, la universalidad de la Iglesia, bien representada por la variada procedencia de los miembros del colegio cardenalicio, recogidos en estrecha comunión entorno al sucesor de Pedro. Y que el Señor nos dé la gracia de trabajar para la unidad de la Iglesia. De construir esta unidad, porque la unidad es más importante que los conflictos. La unidad de la Iglesia es en Cristo. Los conflictos son problemas que no siempre son de Cristo.
Los momentos litúrgicos y de fiesta, que hemos tenido la oportunidad de vivir en el curso de las últimas jornadas, refuercen en todos nosotros la fe, el amor por Cristo y ¡por su Iglesia! Os invito a sostener estos pastores y asistirles con la oración, para que guíen siempre con celo el pueblo que se les ha confiado, mostrando a todos la ternura y el amor del Señor. Pero, ¿cuánto necesitan de oraciones un obispo, un cardenal, un Papa para que pueda ayudar a llevar adelante el pueblo de Dios? Digo ayudar, es decir, servir al pueblo de Dios. Porque la vocación de la Iglesia o de los cardenales o del Papa es precisamente esta. Ser servidores, servir en nombre de Cristo. Rezad por nosotros, para que todos seamos buenos servidores. Buenos servidores, no buenos propietarios.
Todos juntos, obispos, presbíteros, personas consagradas y fieles laicos debemos ofrecer el testimonio de una Iglesia fiel a Cristo, animada por el deseo de servir a los hermanos y lista para ir al encuentro con valor profético a la espera y a las exigencias espirituales de los hombres y de las mujeres de nuestro tiempo. La Virgen nos acompaña y nos proteja en este camino.