Juan Pablo Castañón Castañón
Entendemos la complejidad derivada de la transgresión de la paz y el orden público por parte de la CNTE. Pero aunque la conciliación es indispensable, es claro que no habrá una solución contundente, perdurable y justa si se acompaña de la infracción de la ley y si se tolera que se violenten los derechos de terceros.
Por esa vía sólo se postergan y heredan los problemas, para que luego resurjan, con mayor virulencia. Esa ha sido la historia, año con año.
Desde que se recrudeció el conflicto, hace ya casi tres meses, hemos visto episodios en los que se levantan bloqueos a vías comunicación y espacios públicos. Pero sólo han sido temporales y no generalizados, como treguas intermitentes. Si se cede o se dan concesiones ante acciones de extorsión, no hay garantía de que la CNTE u otros grupos no vuelvan a provocar el caos en un año o mañana mismo.
No podemos acabar este proceso con un arreglo efímero o parcial, y menos a un costo tan alto para la sociedad: pérdidas económicas y de empleos; descomposición institucional y social; posible freno a reformas necesarias y urgentes; mantenimiento de privilegios y prebendas obsoletos a costa de impuestos que son producto del esfuerzo de toda la sociedad.
Para miles de pequeños y medianos empresarios locales la situación es desesperada. Son comerciantes en pequeño, artesanos, propietarios de un pequeño hotel o de un restaurante; establecimientos de los que dependen cientos de miles de empleos y familias.
La inconformidad de la sociedad se está demostrando hoy en Oaxaca, donde 120 hoteles y más de 4000 empresas, en su mayoría micro y pequeñas, realizan un paro de actividades de 24 horas, de manera pacífica, marchando sin obstruir vialidades, y con el apoyo de ciudadanos que se suman saliendo desde sus casas para apoyar esta protesta pacífica en contra del caos. Mientras tanto, el centro de la ciudad capital sigue tomado desde el inicio del conflicto.
Los empresarios estaremos siempre del lado de la ley, de su cumplimiento, del respeto a las instituciones, al Estado y a la gobernabilidad. Es importante dejarlo claro: no existe de parte de nuestro sector un llamado a incumplir con las obligaciones tributarias. Las declaraciones serán un reflejo de la realidad de cada empresa, y quien debido a la situación vivida gane cero, o tenga pérdidas, no tendrá más opción que declarar en pérdidas y cero impuestos. Nuestra vocación es siempre por trabajar, seguir invirtiendo y generando empleos.
No pedimos que se cancele el diálogo; al contrario, éste es indispensable. Sí demandamos que el proceso se sujete a principios y condiciones muy concretas, comenzando por poner alto a las agresiones a la sociedad. Esto ya no puede ser una pieza de negociación.
En el sector empresarial hemos diseñado un mecanismo que nos permita monitorear de manera integral y oportuna las afectaciones, en sus distintas variantes –lo mismo bloqueos que vandalismo– para una oportuna solicitud de protección y apoyo de las autoridades, además de contar con una radiografía precisa de la evolución del conflicto.
El Gobierno Federal cuenta con la legítima representación de la sociedad para sostener y llevar a buen puerto la interlocución con la CNTE, dentro de los márgenes establecidos por la ley y sus atribuciones específicas. De igual forma, el Estado tiene la facultad constitucional del uso del monopolio de la fuerza para salvaguardar los derechos de todos los ciudadanos y su seguridad física y patrimonial, por supuesto, con eficacia, profesionalismo y pleno respeto de los derechos humanos.
De hecho, la experiencia de este conflicto debería dar pie a precisiones a nivel legal para salvaguardar los derechos básicos como el de libre tránsito. Es necesaria una regulación adecuada para las marchas y movilizaciones, para que no se afecten otras garantías cívicas de las personas.
En cuanto al diálogo, deben fijarse plazos, porque los problemas que no se resuelven, crecen y se hacen más complejos. Es preciso, además, que queden claros, para todas las partes y de cara a la ciudadanía, los objetivos superiores buscados. Los acuerdos y las soluciones deben ser justas, definitivas y sostenibles. En este sentido, pedimos que haya transparencia en el proceso del diálogo, para que la sociedad conozca lo que se negocia y lo que se conviene.
Se puede y se deben encontrar respuestas adecuadas para mejorar la implementación de la reforma educativa, atendiendo a demandas legítimas como la de considerar las necesidades, las circunstancias y las características regionales. Pero ni la CNTE ni el Gobierno Federal tienen facultades para echar abajo disposiciones constitucionales, modificar leyes o aplicarlas a discreción, en función de una negociación. Menos aún para mantener prebendas dañinas para el erario y el desarrollo educativo.
Pedimos a la CNTE y sus dirigentes que se integren al proceso de Consulta Regional y Nacional para la Revisión del Nuevo Modelo Educativo, y que así demuestren su disposición de trabajar con toda la sociedad por una mejor educación para los mexicanos. Eso haremos desde el sector empresarial, participando en los espacios de discusión con propuestas muy concretas a partir de un análisis profundo del planteamiento de la SEP.
No podemos llegar al próximo 22 de agosto, fecha del regreso a las aulas, sin resolver en lo sustancial el conflicto. Sería inaceptable que millones de niños y jóvenes sigan perdiendo clases y poniendo en jaque su propio futuro.
Confiamos en que, si hay voluntad de poner por delante el bien común, podremos lograr soluciones para el beneficio de todos.
Alejandra Diener
Cuando hay un vacío de poder, ya sea en política o en cualquier gremio, en este caso en las bandas de narcotraficantes, entonces es cuando las bandas luchan entre sí para ver quién consigue el poder; y esto es una realidad: cuando hay ese vacío, alguien busca llenarlo.
Seguimos hablando del libro de Johann Hari, "Tras el grito", un libro que nos habla de la historia, de la lucha en contra de las drogas desde los años 20, desde los años en que hubo la prohibición del alcohol. Hace un análisis de cuando se volvió a permitir el alcohol. Cuando se legalizó, se gravó, se incrementaron sus impuestos y se permitió su consumo. Las mafias dejaron de tener ocupación, la policía dejó de tener trabajo, dejaron de perseguir, porque no había delito que perseguir.
Entonces, se dice por ahí que un hombre llamado Harry Anslinger, dijo que había que perseguir a los narcotraficantes, y ahora los consumidores de drogas que antes eran considerados adictos y que tenían que rehabilitarse, hoy en día son los que cometen el delito.
Entonces, hablando un poco de ello, vemos que hay estudios y que hay investigación que hace este periodista Johann Hari, que yo los invito a leer, para ver si en realidad la prohibición es la que nos conviene, porque resulta que cada vez que arrestan a un capo, salen más capos y se incrementan los asesinatos. Entonces, ¿en realidad está funcionando esta guerra contra el narcotráfico a nivel mundial?
Nos dicen que en un estudio realizado por el profesor Jeffrey Miron, de la Universidad de Harvard, se ha comprobado que en las tasas de asesinatos, este análisis estadístico nos muestra de manera sistemática que el incremento en las operaciones policiales contra los traficante va ligado a un incremento paralelo en la tasa de homicidios, y eso sucede aunque tomemos en cuenta algunos factores adicionales. Por más que se intente reducir el número de asesinatos mediante un trabajo de policías, agentes especializados, de grupos creados para perseguir a todos éstos, en realidad se contribuye a su incremento, según estos estudios.
Por eso es importante que nos detengamos a pensar: ¿Queremos detener esta guerra tan atroz que vive día con día la ciudadanía de todos los países, porque ya no solamente es de México? ¿En realidad seguir prohibiéndola y persiguiéndolos ha dado resultados? ¿Luchar en contra de las drogas era combatir a las bandas de traficantes que habían asesinado a quienes tiene que ver con los agentes y policías de todas las épocas?
Y la "ley seca". Se decía en ese entonces que la violencia estaba asociada a las sustancias ilícitas. Cuando se paró todo esto, solamente cuando se fue regularizando y legalizando el tráfico de las mismas. Ahora, ¿puede resultar también en el caso de las drogas fuertes como el opio, el crac, la cocaína, la mariguana?
Estamos hablando de políticas públicas no de consumo en sí.
Se los dejo a reflexión y los invito a leer el libro. Seguiremos platicando sobre la guerra en contra de las drogas.
Óscar Fidencio Ibáñez
Un grupo de 20 refugiados sirios que escapaban de la guerra a través de Turquía quedaron a la deriva en medio del mar cuando su pequeña embarcación se quedó sin motor; en el grupo iba Yusra Mandini, una joven de 18 años que se arrojó al mar y nadó durante más de tres horas junto con su hermana y otras dos personas, para arrastrar la embarcación hasta la orilla y salvar la vida de todos.
Yusra es parte del grupo de 10 refugiados que compiten bajo la bandera olímpica en Río de Janeiro; ellos representan a quienes no tienen país, a millones que sufren la tragedia de ser desplazados por la violencia, la guerra, el hambre, la depredación ecológica o la persecución religiosa en todo el mundo.
Este mes el Papa Francisco dedicó su video del Papa a invitarnos a hacer oración para "que el deporte fomente el encuentro fraternal entre los pueblos y contribuya a la paz en el mundo". También expresó su deseo de que a través del deporte se "promueva la cultura del encuentro entre todos por un mundo de paz".
El pontífice también envió un mensaje a los deportistas refugiados donde los invita a que su presencia en las olimpiadas se convierta en un mensaje para todo el mundo: "Que el valor y la fuerza que lleváis dentro puedan expresar a través de los Juegos Olímpicos un grito de fraternidad y paz. Que a través de cada uno de vosotros, la humanidad comprenda que con la paz se puede ganar todo, mientras que con la guerra se puede perder todo".
Cuando el "equipo de refugiados" desfiló en la inauguración de los Juegos Olímpicos, recibió la más grande ovación de todas y se convirtió en un gesto de solidaridad para los "sin país" en cualquier parte del mundo. Así, quienes vienen de sufrir una tragedia junto con sus familias, se convierten en mensajeros de esperanza.
La imagen me recordó la realidad de los inicios de la Iglesia, cuando creció y se extendió por todo el mundo, precisamente por la persecución que sufrieron en Jerusalén. Después de que crucificaron a Jesús, mataron con piedras a Esteban, golpearon y encarcelaron a Pedro y a los demás apóstoles, los discípulos huyeron de la ciudad y entonces el Espíritu Santo se manifestó en su debilidad y miedo: "Los que se habían dispersado iban por todas partes anunciando la Buena Nueva de la Palabra" (He 8, 1-4).
Estos refugiados, huyendo de la guerra y la persecución religiosa, dan un mensaje de paz y esperanza a toda la humanidad. Hace casi 2 mil años los primeros cristianos huyeron hacia Siria, hoy estos refugiados huyen de Siria y vienen a hablar con su presencia delante de todas las naciones, a través de la televisión y las comunicaciones virtuales.
También pensé que en la situación más desesperada, con la expectativa de morir abandonados en el mar, la joven Mandini se arrojó a las heladas aguas porque eso era lo que ella podía aportar en ese momento para servicio de los demás, no se lanzaron los políticos, los empresarios o los trabajadores por fuertes que fueran, sino ella y su hermana porque eran las nadadoras.
Esta es una lección para todos: A pesar de cualquier adversidad, ya sea una persecución, un naufragio o lo que sea, debemos dar testimonio de la Buena Nueva; y lo podemos hacer porque el Espíritu Santo se manifiesta en nuestra mayor debilidad, y nos lleva a compartir lo que Dios nos ha dado para servir a los demás: conocimientos, habilidades, actitudes o recursos. Los políticos construyendo comunidad y administrando con honestidad, los empresarios y trabajadores generando riqueza, los padres y maestros educando, y así cada quien dando de lo que ha recibido.
Texto completo de las palabras del Santo Padre para introducir la oración mariana del ángelus este domingo 7 de agosto
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En la página del Evangelio de hoy (Lc 12, 32-48), Jesús habla a sus discípulos de la actitud de asumir el encuentro final con Él, y explica cómo la espera de este encuentro debe empujar a una vida rica de obras buenas. Entre otras cosas dice: "Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos talegas que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, donde no se acercan los ladrones ni roe la polilla" (v. 33). Es una invitación a dar valor a la limosna como obra de misericordia, a no poner la confianza en los bienes efímeros, a usar las cosas sin apego y egoísmo, sino según la lógica de Dios, la lógica de la atención a los otros, la lógica del amor. Nosotros podemos tener muchas cosas, estar muy apegados al dinero, tener mucho. Pero después, al final, no podemos llevarlo con nosotros. Recordad que el sudario no tiene bolsillos.
La enseñanza de Jesús prosigue con tres breves parábolas sobre el tema de la vigilancia. Esto es importante, la vigilancia, estar atentos, vigilantes en la vida.
La primera es la parábola de los siervos que esperan en la noche el regreso del señor. "Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela" (v. 37): es la bienaventuranza del esperar con fe al Señor, del estar preparados, en actitud de servicio. Él se hace presente cada día, llama a la puerta de nuestro corazón. Y será bienaventurado quien le abra, porque tendrá una gran recompensa: de hecho, el Señor mismo se hará siervo de sus siervos; es una bonita recompensa. En el gran banquete de su Reino pasará Él mismo a servirles. Con esta parábola, ambientada en la noche, Jesús proyecta la vida como una vigilia de espera activa, que precede al día luminoso de la eternidad. Para poder acceder es necesario estar preparados, despiertos y ocupados en el servicio a los otros, en la perspectiva reconfortante que, "allí", ya no seremos nosotros los que sirvamos a Dios, sino Él mismo nos acogerá en su mesa. Pensándolo bien, esto sucede ya hoy cada vez que encontramos al Señor en la oración, o al servir a los pobres, y sobre todo en la Eucaristía, donde Él prepara un banquete para nutrirnos con su Palabra y su Cuerpo.
La segunda parábola tiene como imagen la venida imprevisible del ladrón. Este hecho exige una vigilancia; de hecho, Jesús exhorta: "Estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre" (v. 40). El discípulo es el que espera al Señor y su Reino.
El Evangelio aclara esta perspectiva con la tercera parábola: el administrador de una casa después de la ida del señor. En el primer cuadro, el administrado sigue fielmente sus tareas y recibe la recompensa. En el segundo cuadro, el administrador abusa de su autoridad y pega a los siervos, por lo que, al regreso imprevisto del señor, será castigado. Esta escena describe una situación frecuente también en nuestros días: muchas injusticias, violencias y maldades cotidianas nacen de la idea de comportarnos como señores de la vida de los otros. Y nosotros tenemos un solo señor, aunque no le gusta llamarse señor, le gusta que le llamemos Padre. Nosotros somos siervos, pecadores todos, hijos, pero Él es el único Padre.
Jesús hoy nos recuerda que la espera de la bienaventuranza eterna no nos libra del compromiso de hacer más justo y más habitable el mundo. Es más, precisamente nuestra esperanza de poseer el Reino en la eternidad nos empuja a trabajar para mejorar las condiciones de la vida terrena, especialmente de los hermanos más débiles. La virgen María nos ayude a ser personas y comunidades no aplanadas en el presente, o, peor, nostálgicas del pasado, sino proyectadas hacia el futuro de Dios, hacia el encuentro con Él, nuestra vida y nuestra esperanza.