Óscar Fidencio Ibáñez
Hace un par de meses un amigo dirigente empresarial fue secuestrado en un estado del Golfo de México. El día de su secuestro había estado llamando a sus contactos en la policía y el gobierno para ayudar a liberar a una jovencita que llevaba días secuestrada. Su fe en Dios, y como él reconoce, la oración de cientos que pidieron por su libertad le dio la paz y finalmente la libertad de sus captores.
Un prominente directivo académico fue asesinado en su automóvil después de ser asaltado al salir de misa, murió en los brazos de su esposa que fue testigo del crimen. A ella la conozco desde joven, pues asistíamos a la eucaristía al mismo templo donde recién perdió al padre de sus hijos. Otro amigo me comentó su impacto e impotencia porque participó ese día con su familia en la misma celebración eucarística.
El empresario secuestrado compartió con algunos estudiantes su experiencia y les hizo ver que, a veces en la vida empresarial, hay quienes piensan que "los negocios son negocios" y que por tanto los valores que se sostienen en la familia y el templo sobre la dignidad de la persona, se olvidan o se rechazan al convertir a las personas en mercancías. Él se dio cuenta que fue tratado como una mercancía que valía en función de lo que su familia pagara por su recate.
En el caso del asesinato afuera del templo, el robo ya se había consumado y nada impedía a los ladrones huir; sin embargo, uno de ellos regresó y disparó a la cabeza del académico. En este caso, ni siquiera era el dinero lo importante, sino un grado de inconciencia o desprecio por la vida que provoca que en un abrir y cerrar de ojos se arrebate una. En un ambiente donde los asesinatos se vuelven cotidianos, es posible que la conciencia del valor de la vida se pierda día a día casi sin darnos cuenta.
Hace no más de tres meses fui testigo de la llegada de una mujer que buscaba abortar, a un hospital. La tranquilidad con la que se llamó a un doctor para que practicara el aborto me estremeció. Al llegar el "médico", le explicó el costo asociado al "procedimiento", incluyendo los gastos del hospital, y ella decidió finalmente no abortar porque ¡no pensaba que fuera tan caro!
No puedo dejar de pensar en lo absurdo que siempre me ha parecido que haya "médicos" que llamen "producto" al bebé en el vientre materno, inconscientemente se puede equiparar a cualquier otro producto y evitar enfrentar la realidad de estar tratando con una vida, aunque delicada, y por tanto, con más necesidad de atención y cuidado.
El desprecio por la vida que podemos observar cuando a las personas se les considera mercancía, producto o alguien desechable, es una de las confusiones fundamentales en nuestra época, que con mayor frecuencia genera políticas que atentan contra la vida y la seguridad de las personas en vez de protegerlas.
Desde los constituyentes de la Ciudad de México que buscan promover "derechos" que atentan contra la vida y la familia, sin atreverse a garantizar el derecho a la vida que está consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y que es prerrequisito de todos los demás: "Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona"... Hasta los diputados federales que esta semana quieren aprobar el aborto legal en México, valiéndose de tecnicismos que enmascaran el desprecio por la vida y la seguridad de las personas más vulnerables.
En una época donde la abundancia de información implica paradójicamente una fuente de "desinformación" y confusión, es necesario obligar a los políticos a atender primero la realidad y las necesidades de la gente, empezando por llamar a las cosas por su nombre, promover y respetar la vida y la familia, para brindar mayor seguridad y paz a la comunidad.
Si se promueve la cultura de la muerte empezando por los más débiles, el secuestro, el robo, la violencia y el asesinato se justifican o se toleran fácilmente; si por el contrario promovemos la cultura de la vida, el respeto por los demás nos llevará a un ambiente de paz y justicia que todos necesitamos.
René Mondragón
Las cifras
Evidentemente, una de las asignaturas pendientes en el Estado de Guanajuato es el tema de la inseguridad. De ser considerado una de las entidades más seguras del país, hoy ya no se puede hacer tal afirmación con la misma certeza de entonces.
Sin duda, el abordaje del asunto es complejo. No puede ubicarse como el principal factor de culpabilidad a las autoridades –que deben asumir su parte–, porque son también corresponsables los funcionarios jurisdiccionales –jueces, ministerios públicos, agentes investigadores, métodos, procedimientos y protocolos–, que hasta el momento no dejan resultados alentadores por incompetencia, indolencia, complicidad, bajísima calidad en los procedimientos, que sólo incrementan los niveles de impunidad, que es la madre de todas las atrocidades.
La falta de formación en valores en el seno de las familias en cada municipio –comunicación, tolerancia, generosidad, trabajo en equipo, solidaridad– y, adicionalmente, las desigualdades, la carencia de empleo, el escaso respaldo a las MiPyMEs; las deficiencias graves del sistema educativo nacional, a todos los niveles; y el bajo fomento de vocaciones emprendedoras, igualmente forman parte del problema.
El tema es multicausal y multidireccional.
El desencanto se incrementa porque las autoridades continúan intentando tranquilizar a la sociedad y a las familias en particular, arrojando cifras en cantidades industriales, como si fueran los cuadernos de la ex "First Lady", que repetía: "Merezco la abundancia". Veamos:
¿A cualquiera de mis bellísimas lectoras y puntuales lectores les dice algo el dato proporcionado por el Observatorio Nacional Ciudadano, que destaca que en marzo del 2013 hubo 135 homicidios culposos, 1 secuestro, 36 extorsiones o 461 robos a vivienda?, cuando en el 2014, -¿qué creen ustedes?- los homicidios culposos bajaron de 135, a 134, y el robo con violencia aumentó de 371 a 426.
¿A alguien más le resulta de información valiosa, útil para la familia y respaldo en la educación de empleados, hijos, trabajadores, colegas y colaboradores, la información publicada por Milenio (en Guanajuato) cuando asegura que los efectivos policiacos disminuyeron en 18 por ciento?
¿Qué le dice al ciudadano de a pie, la nota aparecida en www.mimorelia.com, que destaca que en sólo tres meses del 2016 el homicidio doloso aumentó 64 por ciento, y que en cinco años Guanajuato pasó del sitio 16 al tercer lugar en incidencia delictiva? ¿Tranquiliza a alguien la nota que asegura que siete de cada 10 guanajuatenses considera la inseguridad como el principal problema, haciendo referencia a una encuesta nacional del Gabinete de Comunicación Estratégica? El dato interesante de la misma encuesta del GCE: 66 por ciento de los guanajuatenses aprueba la gestión del gobernador Miguel Márquez.
Lo relevante de tantas cifras es, como sostenía Carlos Monsiváis, que nadie vive en las cifras. Y el maestro Giovanni Sartori –Homo Videns– se refería a estas cifras y sondeos de una manera más fea.
La clave
No se trata de hacer reduccionismos ni de acudir al encuentro de simplezas retóricas como las del tabasqueño que asegura que estaremos igual que Suecia o Finlandia, "si el voto popular lo favorece".
Sin embargo, la clave de solución no es tan compleja, pero sí rodeada de un halo intenso de lentitud, porque se trata de PARTICIPACIÓN; y "participar" quiere decir "tomar parte". Esto es, que cada uno y cada una tomemos la parte que nos corresponda.
Obvio. Se requiere empezar por las familias, para pasar de ahí a las escuelas, a la empresa, a la academia, la economía, la cultura y la investigación. No es tan utópico, porque en las familias –a quienes la violencia las ha golpeado con fuerza– es en donde se aprende a amar a Dios, a la Patria, a los semejantes y a la naturaleza. Ahí, en el hogar, son generadores y formadores de valores cívicos y de orden superior.
Los hombres y mujeres de empresa, tienen la valiosísima oportunidad de incidir, no sólo en el movimiento de la economía y la generación de riqueza; también, si se atreven a ser socialmente responsables, de abonar al desarrollo humano de las personas encomendadas a su cuidado –no dijimos "esclavizados bajo su feudo"–, aportan grandes factores para la formación de líderes excelentes en las familias y en la sociedad, porque la educación-capacitación hace trascender a las personas.
Por supuesto, cuando las políticas públicas y las acciones de gobierno se instrumentan con una eficaz perspectiva de familia, la tan cacareada "unidad nacional" empieza a tomar fondo, forma y pertinencia, porque no se centra en la simpatía, el carisma o el desempeño de un personaje, sino en función de metas de orden superior.
Un poco al voleo –y por lo mismo el escribano se disculpa por la falta de sustento estadístico– ¿cuántas personas que participaron en los saqueos, los robos y el atraco a tiendas de autoservicio y conveniencia, han surgido de hogares disfuncionales? ¿Cuántos funcionarios y dirigentes políticos fueron entrenados en casa, para "merecer la abundancia" a costa de los ciudadanos que los llevaron a un cargo público?
No es fácil la respuesta. Este amanuense se queda con una frase fusilada a un espléndido maestro zen: "Si usted ha tomado la decisión de ser una persona honrada, tenga la certeza de que habrá un ratero menos en el mundo".
Bernardo Ardavín Migoni
La asimetría de México con Estados Unidos, es evidente
México es menos fuerte económicamente que Estados Unidos a pesar de ser, algo nada despreciable, la decimocuarta economía mundial. Pero hay otras dimensiones culturales que podemos blandir para salir mejor librados, siempre y cuando no caigamos en la trampa de querer intercambiar golpes en el terreno económico con nuestro ahora opositor, que nos amenaza con una agresividad inusitada, por cierto, un poco gratuita.
Nuestro gobierno necesita reaccionar con astucia, prudencia y firmeza, pero también con transparencia en el ámbito interno para recuperar legitimidad y confianza.
El "fenómeno Trump" no terminará pronto
A menos de que ocurra algún evento de gran envergadura que descarrile al presidente Trump, es bastante probable que los norteamericanos lo mantengan con un apoyo suficiente durante su primer periodo y, si tiene algunos resultados positivos, a juicio de los norteamericanos, no sería difícil que siguiendo la tradición se quede otros cuatro años.
En consecuencia, nuestro gobierno y la sociedad mexicana se deben preparar para una conflictividad de largo plazo.
¿Qué debemos hacer?
Necesitamos:
* Presionar de manera contundente y eficaz al gobierno federal, gobiernos estatales y hasta donde se pueda a los municipales, para que asuman sus responsabilidades propias.
* Recuperar el equilibrio macroeconómico haciendo un recorte drástico y considerable en los gastos, eliminando aquellos que resultan innecesarios, redundantes e improductivos. Hay que privilegiar los gastos sociales que, por cierto, también deben ser depurados para que realmente beneficien a la ciudadanía, que observa con desesperación y coraje los innumerables dispendios y malos manejos con los cuales se hacen inmensamente ricos los responsables de su administración.
Texto completo de la reflexión del Papa Francisco antes del ángelus del domingo 12 de marzo
¡Queridos hermanos y hermanas, buenos días!
El evangelio de este segundo domingo de cuaresma, nos presenta el trozo de la Transfiguración de Jesús (cf. Mt. 17, 1-9). Toma Jesús consigo a sus apóstoles, Pedro, Santiago y Juan y les lleva aparte a un monte alto, allí se ve este fenómeno, el rostro de Jesús "brilla como el sol y sus vestidos se volvieron blanquísimos como la luz" (v.2), de tal manera el Señor hace resplandecer en su persona esta gloria divina que se podría acoger con la fe en su predicación y también en sus gestos milagrosos. Y la transfiguración se acompaña, sobre el monte, con la aparición de Moisés y Elias "que conversaban con El" (v.3). La luminosidad que caracteriza este evento extraordinario simboliza el desafío de iluminar los espíritus y corazones de los discípulos para que puedan comprender claramente quién es su Maestro. Y es una chispa de luz que se abre improvisadamente sobre el misterio de Jesús e ilumina toda su persona y toda su historia.
Desde ahora firmemente comprometido hacía Jerusalén donde deberá sufrir la condenación a muerte por la crucifixión Jesús quiere preparar a los suyos para el escándalo de la cruz, demasiado fuerte para su fe, y al mismo tiempo anunciar con antelación su resurrección, que se manifiesta como el Mesías, el Hijo de Dios. Y Jesús les prepara para ese momento triste y (portador) de tanto sufrimiento. En efecto, Jesús muestra unas expectativas diferentes a lo que imaginaron del Mesías, sobre cómo sería el Mesías; no es un rey poderoso y glorioso, sino un siervo humilde y desarmado, no es un señor de una gran riqueza signo de bendición, sino un hombre pobre que no tiene donde reclinar la cabeza, no un patriarca con una numerosa descendencia, sino como uno más, sin casa y sin nido. Es verdaderamente una revelación de Dios invertida y el signo más desconcertante de esta inversión escandalosa, es la cruz. Pero es a través de la cruz cómo Jesús va a llegar a la resurrección gloriosa, que será definitiva, no como esta transfiguración que ha durado un momento, un instante.
Jesús transfigurado en el monte Tabor, ha querido mostrar a sus discípulos su gloria, no para evitarles pasar por la cruz, sino para indicar a dónde conduce la cruz. Quien muere con Cristo con Cristo resucitará. La cruz es la puerta de la resurrección. Quién lucha con El, con El triunfará. Es el mensaje de la esperanza que la cruz de Jesús contiene, exhortando en la fuerza, en nuestra existencia.
La cruz cristiana no es un objeto de la casa o un ornamento para llevar, sino que la cruz cristiana es un recordatorio del amor con el cuál Jesús se ha sacrificado para salvar a la humanidad del mal y del pecado. En este tiempo de cuaresma, contemplemos con devoción la imagen del crucifijo: Jesús en la cruz marca las etapas de nuestro itinerario de cuaresma para comprender cada vez más la gravedad del pecado y el valor del sacrificio con el cuál el Redentor, nos ha salvado a todos.
La Virgen Santa, ha sabido contemplar , la gloria de Dios escondido en su humanidad. Que ella nos ayude a permanecer con El en la oración silenciosa, a dejarnos iluminar por su presencia, para llevar en nuestro corazón , a través de las más oscuras noches, un reflejo de su gloria.