Los diarios internacionales han publicitado mucho la entrevista realizada por La Civilta Cattolica a Su Santidad Francisco, sin embargo esta publicidad se ha reducido a tres palabras: homosexuales, anticonceptivos y obsesión.
No cabe duda que “de lo que abunda en el corazón habla la boca”( Lucas 6:45) y algunos medios tienen esta obsesión tan grande con los postulados morales de la Iglesia Católica, que son incapaces de leer más allá de lo que quieren que diga una institución a la que, por otra parte, rechazan.
El documento de la entrevista, cuyo texto en español se puede bajar en Aciprensa, consta de 27 páginas, a lo largo de ellas el Papa habla de muchos temas: ¿por qué decidió hacerse jesuita?, ¿qué significa para este jesuita ser Papa?, ¿qué es la Compañía de Jesús y quién es el jesuita que más admira Jorge Bergoglio?, ¿cuál es el modelo de gobierno del Papa y qué significa “sentir con la Iglesia”?, ¿qué modelo de Iglesia quiere el Papa?... Los dicasterios, el ecumenismo, la sinodalidad, el Concilio Vaticano II, ¿cómo encontrar a Dios?, certezas y errores del Papa, la esperanza, el arte y la creatividad, fronteras y laboratorios de la Iglesia, ¿cómo se entiende el hombre a sí mismo? y la oración son abordados en un diálogo entre Francisco y el director de la revista jesuita.
En todo el documento, el Papa lo que quiere destacar es que la Iglesia es Esposa de Cristo y Cristo es el redentor de todos los hombres, al Papa le preocupa que este mensaje llegue a todos, que la humanidad entera sepa que Cristo murió por ella, pero no como una masa informe, sino amando a cada individuo concreto.
Jorge Mario Bergoglio sacude la conciencia de “los buenos cristianos” y les pide que se reconozcan como pecadores redimidos por Dios y que sin importar la maldad que supongan o presuman en otros, reconozcan que el mensaje de Nuestro Salvador es ante todo de misericordia para con todos, que Él lo que quiere es «que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad». (1 Tim 2, 4).
El mensaje tiene una profundidad y una riqueza que todos deberíamos conocer, porque entra a las motivaciones más profundas de lo que debe significar la redención y el ser “apóstoles” de Cristo, quedarse con las palabras deformadas por la prensa anticristiana casi debería ser considerado un delito o peor aún, un pecado de omisión.
Las diferentes autoridades en el estado empezaron a revelar la cuantía de los daños ocasionados por Manuel durante la semana pasada, cuando llegó a Culiacán la lluvia más copiosa en muchos años, tan solo en un día cayó más de la mitad del agua que suele llover a lo largo de todo el año, por lo que no es de extrañar que los daños sean severos, pero desgraciadamente la confianza en los políticos no es moneda corriente en nuestro país.
En una entrevista de radio, el gobernador Mario López Valdez aseguró que lo que requiere Sinaloa son 2 mil 276 millones de pesos, esto incluye los daños agrícolas, carreteros, en infraestructura educativa y de salud, así como vivienda, pesca y acuacultura; por otra parte el alcalde de Culiacán, Aarón Rivas dice que este municipio para levantarse requiere de 389 millones, Salvador Alvarado 100 millones, Mazatlán 17 millones, Escuinapa anticipó 2 millones pero todavía no tiene el calculo terminado, lo mismo ocurre con Mocorito y Sinaloa, además de Navolato.
Desgraciadamente en el pasado, tanto las autoridades estatales como las municipales, han aprovechado la llegada de desgracias como esta para financiar obras que estaban contempladas pero para las que no había recursos. Esto hace que las autoridades federales sean muy escépticas a la hora de entregar el dinero y esto se convierta en un proceso lento, tortuoso y burocrático que termina por lastimar a los ya maltrechos damnificados, además de infringirles nuevas afrentas.
El dinero del FONDEN no es un recurso que salga de un arca mágica, como todo el dinero gubernamental, proviene de los impuestos que paga la población, por lo tanto, y más en este caso que es para apoyar a personas que han perdido mucho, cuando no todo, es indispensable que las autoridades se conduzcan con el mayor decoro y respeto posible para que el dinero llegue a quienes debe llegar.
Las autoridades estatales y municipales deben de dejar de ver este fondo como una tabla de salvación para sacar adelante proyectos que han quedado rezagados por su falta de previsión u honestidad, además que deberían sancionar y exigir resarcir el daño a quienes lucraron metiendo a familias inocentes en zonas que de antemano se sabía que eran de riesgo.
El día de ayer, el presidente Enrique Peña Nieto reconoció que los recursos del FONDEN serán insuficientes para atender la gran cantidad de daños provocados por “Ingrid” y “Manuel”. Este fondo cuenta con 933 millones de pesos, pero los daños en Jalisco, Guerrero, Michoacán, Sinaloa y Veracruz son muy superiores a dichos recursos.
El problema es que cada año, aunque aumentan los recursos destinados al FONDEN, aumentan también la magnitud de los daños, además que no pueden recuperar, por desgracia, las vidas humanas perdidas durante el fenómeno.
Por ello es imprescindible iniciar el camino de la prevención, el mismo FONDEN tiene ya un recurso apartado para la prevención de desastres naturales, y no es que se vaya a evitar que se presente un ciclón, o un sismo o un incendio o cualquier otro desastre natural, esos seguirán dándose, pero se puede minimizar significativamente su daño con actitudes muy serias de prevención que tienen que ver desde la planeación hasta la legislación, pasando por la sanción de quienes violen los preceptos fundamentales de esta nueva cultura que se tiene que desarrollar.
Todos sabemos que muchas de las desgracias ocurridas en esta ocasión y en otras anteriores, tienen que ver con la indolencia de la autoridad y la codicia de los desarrolladores que, sin importarles lo que pueda ocurrirles a los futuros habitantes, construyen desarrollos habitacionales en zonas de riesgo, como son los cauces de los ríos y las zonas bajas de los centros poblados. Es indispensable que los atlas de riesgos de las ciudades sean una obligación de la autoridad municipal y que estos tengan que ser supervisados por autoridades estatales y federales técnicamente competentes y éticamente responsables; los resultados de esos atlas deberán indicar cuales son las zonas que no deben estar habitadas porque son susceptibles de inundación, hundimiento, sufrir aludes o derrumbes, etcétera.
Una vez determinado esto, se debe reubicar a quienes habitan estas zonas, rescatando de esta manera a las víctimas potenciales antes de sufrir un percance, el costo deberá ser absorbido de manera tripartita por las autoridades, los desarrolladores y los mismos propietarios, y de esta manera se podrá evitar que se sigan presentando tantas desgracias. Si se actúa así, los recursos necesarios para atender desgracias se minimizarían considerablemente, además de lograr no tener que lamentar pérdidas humanas, al menos en gran cuantía.
En los últimos dos días, cayó en Culiacán una cantidad de agua equivalente a más de la mitad de lo que suele llover en un año, este tipo de fenómenos hace que la infraestructura e incluso las corrientes naturales, sean totalmente insuficientes para desalojar el agua, provocando inundaciones en muchos centros poblados, colonias y fraccionamientos de la ciudad.
Si bien hay que estudiar y preparar correcciones urbanas para el futuro, la realidad en este momento nos exige solidarizarnos con los que están sufriendo por estas pérdidas en su patrimonio.
Ya están iniciando trabajos las autoridades, pero la magnitud de los daños requiere del auxilio de la sociedad. Aquí les plasmamos algunas ideas, pero ustedes conocerán mejor que opciones tomar para apoyar en la medida de sus posibilidades:
Francisco Córdova, Secretario de Turismo, puso un Centro de Acopio en Mazatlán y el grupo de ciudadanos de Rescatemos Altata se unirá a su esfuerzo para ir juntos en el fin de semana a apoyar a esa comunidad que quedó devastada por el paso del ciclón, por Facebook estaremos dando detalles de este esfuerzo para el que quiera sumarse.
Como sea, se solicita a todos su ayuda para los damnificados del municipio de Navolato, se requiere alimento enlatado y ropa en buen estadoel cual se puede hacer llegar a través del DIF Navolato, la Cruz Roja, el IMSS y otras instituciones.
También el Banco de Ropa y Enseres I.A.P. (BRED) que se encuentra en Vicente Guerrero 555, Col. Centro, entre Rosales y Ángel Flores en Culiacán, está haciendo un llamado de solidaridad a dejar donativos en especie o efectivo para apoyar a nuestros hermanos ante el paso del huracán Manuel. La CLABE interbancaria de la cuenta de BRED, 0027 3041 7000 6137 85. Teléfonos: 7132057 y 7133057. Cel. 6671 360705.
Finalmente, pueden acercarse a autoridades como la Conagua o Protección Civil y Bomberos o el DIF estatal, para ver de qué manera pueden apoyar, o bien dirigirse directamente a los albergues con la ayuda que esté en sus posibilidades proporcionar a los que ahí tuvieron que instalarse.