Por mucho tiempo se ha señalado que la manera de pagar impuestos es sumamente complicada en nuestro país, por lo que es necesario hacer una reforma fiscal que facilite el pago para aumentar la base de contribuyentes. Al parecer el gobierno escuchó esto y decidió implementarlo, pero no escuchó “aumentar la base de contribuyentes”.
Efectivamente, la reforma fiscal simplifica algunas cosas porque desaparece el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) y el Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE), pero no hace nada más por simplificar el pago de impuestos. El IVA seguiría siendo una monserga, porque haga de cuenta que tiene usted un colador y le pone parches a la mitad de los agujeros, ¿cuánto cree que se conservará dentro del recipiente? exactamente, lo mismo que antes de los parches: nada.
Por el contrario, lo que la reforma parece buscar es que haya más evasores de impuestos, según esto, los que ganan más de $500,000 al año deberán pagar 32% de impuesto sobre la renta, pero ese nivel de ingreso se alcanza con un salario de 35 mil pesos mensuales aproximadamente, si le suman lo que corresponde a PTU y aguinaldo, ¿son ricos los que ganan 35 mil pesos mensuales? en el mejor de los casos se podrán considerar de clase media, pero resulta que esa persona, además del 2% adicional que tendrá que pagar de ISR, tendrá que pagar 16% de IVA sobre la deuda de su casa o la renta de la misma, además deberá pagar el IVA del colegio de sus hijos, el impuesto verde a la gasolina de los dos carros de la familia, el IVA del alimento del perro, gato o peces que tenga. Si hoy está en el borde con su situación financiera, en 2014 se verá impedido de mantener el ritmo de vida al que está acostumbrado; probablemente decida vender a su mascota, pero lo hará como una venta entre particulares sin dar ningún tipo de recibo, porque si lo hiciera, tendría que pagar el IVA de esa mascota también, además, como sus vecinos probablemente se encuentren en la misma situación, probablemente no haya quien compre, por lo que aumentarán los perros callejeros en nuestras ciudades, generándole un mayor gasto a los municipios.
Sin duda pagar impuestos es una obligación ciudadana, pero la racionalidad y transparencia del gasto, así como la búsqueda de la justicia contributiva, es responsabilidad del gobierno, así que a cumplir si esperan que los ciudadanos paguen, de lo contrario, en vez de aumentar, la recaudación se verá sumamente disminuida.
Nada es tan molesto como estar atrapado en el tráfico de Ciudad de México, y más molesto cuando se entera uno que es por motivo de una manifestación, marcha o mitin en protesta por el tema de moda. La capital del país es la caja de resonancia de la política nacional, si un tema debe ser discutido por la nación debe ser llevado a esa ciudad capital, por ello al año se realizan miles de marchas, la mayoría de las cuales se concentran en el centro de la ciudad.
Es natural que ante esta situación, transeúntes, conductores y comerciantes se inconformen y busquen que se reduzca el impacto de estas acciones en su vida cotidiana, solicitando con ello la reglamentación para realizar estos actos que no solo son de catarsis, sino que también buscan objetivos políticos específicos.
En las últimas semanas, además de los inconvenientes de las marchas en sí mismas, se han sumado grupos, muy pequeños pero efectivos, que han introducido la violencia como parte de la manifestación, con la complicidad de los asambleístas del DF, además, no tienen que permanecer en la cárcel, sino que después de realizar sus desmanes, pagan una fianza y salen libres para seguir violentando la vida en el Distrito Federal. Como consecuencia natural, ahora se piensa más en una reglamentación de estas marchas y más allá, se ha llegado incluso a proponer la criminalización de las mismas. Si bien las marchas deben ser reglamentadas, y la violencia erradicada, criminalizar la protesta ciudadana en la calle es un contrasentido.
En un país democrático, debe existir la posibilidad de que cualquier ciudadano exprese su posición y opinión política con respecto a cualquier tema, cualquier grupo de ciudadanos debe también tener la posibilidad de hacer llegar su mensaje al resto de la nación, y si para ello es necesario que salga a la calle, bienvenido. Pero un gobierno alejado de la gente lo último que quiere es que esta lo critique por su desempeño, por eso normalmente la autoridad buscará que las manifestaciones se minimicen, si además es un gobierno represor, entonces llegará a prohibirlas, como ocurría en los países del bloque socialista en el siglo pasado o incluso en nuestro país, cuando esas manifestaciones no estaban apadrinadas. Debemos evitar volver a esos esquemas, pero la única manera es desterrando la violencia de las manifestaciones, si ésta sigue, el trabajo para le gobierno represor estará hecho.
Cuando en la década de 1920 el entonces naciente sistema político mexicano emanado de la llamada Revolución tenía necesidad de legitimarse, inició una tradición histórica que iniciaba en 1521 con la invasión de los perversos españoles que llegaron a “México” a saquearnos, a pesar de la gran resistencia que opusimos, por el poder de la pólvora finalmente se impusieron a los gallardos defensores que no tuvieron más remedio que someterse durante los siguientes 300 años, en los que no ocurrió nada relevante hasta que en 1810 Don Miguel Hidalgo lanzó el grito de Dolores con la declaración de independencia. Después hubo mucho desorden, pasaron algunos próceres por la presidencia que supieron guiar a su pueblo como Vicente Guerrero y Benito Juárez, todo lo que se descompuso con la llegada del tirano anti demócrata de Porfirio Díaz, al que el pueblo finalmente repudió y contra el que se luchó hasta que emergió triunfante el gobierno revolucionario y creó la constitución de 1917.
Aparte de lo atropellado, algo así es el resumen de nuestra historia oficial. Luego viene una era de grandes héroes en los que destacan Venustiano Carranza, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas (precisamente los inventores de la historia oficial) y luego llegamos a la “historia contemporánea” en la que solo destacan algunos aspectos relevantes como son: la creación del IMSS, PEMEX, las luchas sindicales, la reforma agraria y el “movimiento estudiantil” de 1968.
Curiosamente, la izquierda tan crítica de nuestras autoridades y de sus discursos, es la más comprometida con TODA esa historia oficial y si acaso pone en duda a Carranza, Obregón y Calles. ¿A Cárdenas no?, no, porque la izquierda mexicana es una escisión del sistema político mexicano, por la rama cardenista, pero ese es otro tema.
Hoy en día requerimos una revisión a conciencia de nuestra historia, es imprescindible que retomemos los fundamentos de nuestra nación que se dan precisamente durante los 300 años del virreinato y que construyen la sociedad mestiza que predomina hoy en día, no solo en lo racial, sino también en lo cultural.
No conocer y valorar esa historia escondida hace que nos desconozcamos como nación y seamos incapaces de construir a partir de nuestras raíces y nuestra historia común.
Finalmente el día de ayer inició el cierre del gobierno norteamericano, republicanos y demócratas no se pudieron poner de acuerdo con el tema del presupuesto 2014 y en consecuencia el ejecutivo federal tuvo que suspender parcialmente sus actividades.
Por supuesto que Obama y los demócratas culpan a los republicanos, en tanto que estos últimos culpan al partido mayoritario, el asunto se ha prestado a burla por parte de los medios de comunicación que han difundido “Se pusieron de acuerdo: el otro tiene la culpa”. Y en medio de todo esto, hay 800,000 ciudadanos que trabajan para el gobierno, que están sin empleo, sin ingresos y acumulando deudas, además de millones de ciudadanos que no pueden realizar ciertos trámites y recibir algunos servicios. ¿Pero de qué se trata este pleito? ¿por qué llegaron a esta situación que hace 17 años no se presentaba en Estados Unidos?
La diferencia es una cuestión ideológica de conducción económica, mientras que para los demócratas los fundamental es promover la equidad en todos los sectores (lo que los norteamericanos entienden por eso, al menos), para los republicanos la disciplina fiscal es un asunto superior. Sin duda ambos tienen parte de razón en sus postulados, pero teniendo todavía que recorrer un largo trecho para las elecciones federales, el asunto de fondo es una estrategia que busca medir fuerzas y poner condiciones para este segundo mandato del primer afroamericano en la Casa Blanca.
Por otra parte, la ley de salud impulsada por Barak Obama busca proveer de servicios sanitarios muy elementales a toda la población, los republicanos no están de acuerdo debido al elevado costo de esta prestación, cuya única manera de sostenerse es vía impuestos o déficit fiscal, es decir, prestamos. Hoy por hoy, el gobierno de Estados Unidos es el más endeudado de todo el mundo, la cual asciende a casi 16 billones (billones en español) de dólares. La cual es superior al PIB de esa nación. Los republicanos sostienen que no es posible mantener ese nivel de deuda, mientras que la administración Obama dice que está en niveles manejables.
El asunto es que la confrontación pudo más que el diálogo, veremos cuanto tardan en salir del problema y qué costos tiene para cada parte. En México, no tardamos en entrar en la discusión del presupuesto y la reforma hacendaria, esperemos que nuestros diputados demuestren mayor interés por la patria.