Finalmente concluyó el proceso electoral 2013 en el estado de Sinaloa, el Tribunal Electoral decidió que las irregularidades “no eran suficientemente graves” como para alterar el resultado de la elección en Ahome y se ratificó el triunfo de Arturo Duarte García.
El Tribunal “reconoce” que hubo irregularidades, la más grave la inequidad en los medios electrónicos de comunicación, pero al no haber monitoreo por parte del Consejo estatal Electoral se desecha por falta de pruebas.
Lamentable decisión del Tribunal, ya que en el fondo de la cuestión se habló de una elección de estado, y el hecho de que el Consejo no aportara pruebas sobre la medición en la difusión de medios electrónicos es una clara evidencia de intervención del poder superior, en este caso el organizador de la elección, para favorecer a un candidato mediante la omisión de su responsabilidad.
De manera que si se desea realizar una elección de estado, hoy en día lo único necesario es contar con el apoyo del órgano electoral, para que este voltee hacia potro lado cuando exista una irregularidad y cuando el juzgador pida las pruebas, éstas no existan.
Finalmente, tenemos una derrota infringida con el auxilio de las autoridades estatales que desde la Secretaría General de Gobierno apoyó de manera descarada al amigo del gobernador, también de las autoridades electorales al ser omisos en el cumplimiento de su responsabilidad y finalmente con el auxilio del propio poder judicial que minimiza la relevancia de las pruebas presentadas.
Pero también es una derrota para la dirigencia del PAN, que no quiso sumarse a la queja de ciudadanos y partidos por la imposición que desde el Congreso del Estado se hizo en la elección de un árbitro parcial, es una derrota por la falta de eficacia en la elaboración e implementación de estrategias electorales a lo largo del proceso y es una derrota por la falta de visión jurídica para defender su causa. Edgardo Burgos Marentes sigue dejando mucho que desear, pero sigue siendo sostenido desde la cúpula nacional, más interesada en su reelección que en el fortalecimiento de su capacidad electoral. Por ello, también es una derrota para ellos.
El agua, elemento indispensable para la vida, se está convirtiendo en un recurso escaso, al menos en cuanto a la que es útil al ser humano para su subsistencia y sus actividades cotidianas.
El agua que tanto necesitamos para que los cultivos crezcan de manera adecuada mediante las técnicas de riego y que almacenamos en las presas, que también utilizamos para potabilizar y beber, que la necesitamos para nuestra higiene personal y de nuestros hogares y espacios comunes, esa agua nos está haciendo falta. Cada año sufrimos por el estiaje, en algunos casos se llega a convertir en sequía y no alcanzamos a cubrir todas las necesidades que tenemos como sociedad.
Por otra parte, el agua nos cae a cántaros del cielo, inunda nuestras ciudades, invade nuestras casas y destruye nuestro patrimonio. Incomunica nuestras ciudades, destruye nuestros atractivos y nos complica la vida arrastrando enfermedades y desesperanza.
Y todo esto, ¿es culpa del agua? Por supuesto que no.
Nuestras ciudades no tienen ningún tipo de planeación, se autorizan las invasiones sabiendo que a la larga será un problema; se permite su crecimiento desmedido, pero no se incluyen los servicios elementales para vivir de manera digna, se acusa a la sociedad de ser sucia y no tener cultura de cuidado del medio ambiente, pero no se hace nada para educarla y darle los servicios de limpieza adecuados para que se vaya construyendo una cultura de limpieza.
Se proclama a los cuatro vientos que se invierte mucho en infraestructura para el almacenamiento de agua y se hace creer que se está resolviendo el problema, pero no ser hace nada para generar una cultura del ahorro del vital líquido, se construyen atractivos mecanismos de participación social en los gobiernos, pero solo para mediatizar a quienes buscan una solución y permitir de esta manera que alguna autoridad se levante el cuello con estas actividades.
En pocas palabras, vivimos en un país donde se ha hecho de la simulación la mejor forma de aparentar gobierno, cuando en realidad existe una anarquía fulminante, esto le costó la vida a 40 personas este fin de semana, ¿cuántas más deben morir antes de que hagamos algo para corregirlo?
Siria ha iniciado los pasos para poner en manos de la ONU su arsenal químico, el día de ayer, Naciones Unidas anunciaba que habían recibido una carta intención del gobierno sirio para adherirse a la Convención Internacional de Armas Químicas.
De igual modo, Rusia, principal aliado del gobierno sirio, está forzando las cosas para que el régimen de Assad entregue todo su armamento, de manera que se pueda evitar la confrontación armada. En estos momentos se reúnen los secretarios de estado Kerry y Lavrov para tratar de llegar a un acuerdo sobre esta situación.
A pesar de todo lo anterior, el Presidente Obama insiste en su discurso belicista, sigue solicitando al Congreso de su país que vote por una intervención armada en contra de Siria, señala que no será suficiente con que entregue las armas químicas, etcétera. Tal parece que Obama no quiere llegar a un acuerdo con los rusos y los sirios y prefiere una confrontación.
¿Por qué?
Como ya se ha mencionado antes en este espacio, Siria tiene un valor geopolítico, pero también económico, muy relevante. Los iraníes están buscando comercializar su gas y su petróleo a través del gasoducto que atraviesa Siria, este gasoducto puede proporcionar a Europa combustible fósil mucho más barato, lo que afecta los intereses de Kuwait, Qatar y Arabia Saudita, ¿será coincidencia que estas naciones sean las que piden la intervención armada?
Este gasoducto podría proveer de gas a Rusia, por eso se opone a la guerra.
Los caminos para la paz están abiertos, pero falta decisión de los actores para que no se avance por el camino de la guerra, lo que hoy beneficia a Estados Unidos, puede perjudicar a Rusia y China, pero aunque así no fuera, resolver los conflictos por la vía armada no lleva a la paz, quizá por ello el Comité Nobel del Parlamento de Noruega solicitará que se retire al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, el Premio Nobel de la Paz 2009, a través de un comunicado, difundido por la agencia Ria Novosti, el organismo señaló que la decisión se basa en que “las políticas seguidas por el presidente Obama, tanto en lo referente a política exterior, especialmente en Oriente Medio y Norte de África, como el inaceptable recorte en libertades de los ciudadanos de su país y del resto del mundo, con la utilización de programas espía como PRISM, el mantenimiento de la prisión de Guantánamo, etc. hacen que considere totalmente inadecuado que ostente este galardón, por no ser merecedor del mismo”.
Como ciudadanos en el mundo tenemos una responsabilidad con la paz, no dejemos de buscarla en cada decisión de la vida.
El domingo pasado tuvo lugar una consulta sobre la municipalización de 8 sindicaturas en la conformación del municipio número 19 del estado de Sinaloa. La mayor de esas sindicaturas es Eldorado, la cual por sí sola tiene la mayoría de la población. Pues resulta que ganaron la consulta por el si a la creación del municipio, pero el resultado es un tanto curioso.
Eldorado votó por el SI prácticamente por unanimidad, pero las otras sindicaturas incluidas en el proyecto de municipalización dijeron que NO.
Ciertamente que al tener Eldorado la mayor concentración de población, mayoritea a las otras sindicaturas. Esta consulta tiene un carácter meramente informativo para el Congreso, el cual ahora deberá analizar que hace con la información obtenida.
Lo más preocupante es que precisamente esa consulta refleja lo que sería un municipio conformado con las sindicaturas que se proponen, la cabecera municipal siempre podrá ignorar a todas las otras sindicaturas. Ciertamente que en la actualidad lo mismo les ocurre a todas ellas, ya que Culiacán, con una población cientos de veces mayor, ignora lo que proponen en el Valle de San Lorenzo.
Pero también hay un riesgo mayor, Culiacán dispone de más recursos de los que podrá tener, aún proporcionalmente, el proyectado municipio de Eldorado, y de esta manera, las necesidades de Quilá, Emiliano Zapata y otras cinco comunidades se verán más afectadas al pasar a formar parte de un municipio “pobre” mientras que si se quedan en Culiacán, al menos pertenecen a un municipio “rico”.
En teoría, acercar el gobierno a la comunidad es muy positivo, pero existe el grave riesgo de que en esta ocasión se cumplan solo los caprichos de un grupo político con intereses muy particulares, quienes podrán ejercer a su antojo la autoridad. Quizá es por eso que existen voces, muy claras y muy fuertes, en las dos mayores sindicaturas que quiere arrastrar consigo Eldorado, que se oponen tajantemente a que se les incluya en el paquete.
Esperemos que los diputados, de esta o la próxima legislatura, tomen una decisión responsable.