Pedro de Legarreta Lores
El tema obligado de la semana, el multihomicidio ocurrido en la madrugada del domingo pasado en el club nocturno Pulse de Orlando, donde 50 personas, lamentablemente, perdieron la vida.
Una vez más el horror se hace presente en Estados Unidos, un joven norteamericano, de ascendencia afgana, casado, padre de familia, asiduo (según algunos reportes) del club en cuestión, compró un arma de asalto, entró al centro nocturno y disparó a mansalva asesinando a medio centenar de inocentes que habían ido allí a disfrutar el fin de semana, convivir con sus amigos y pasar un buen rato. Según los informes de la prensa el asesino dijo responder al llamado del Estado Islámico en la yihad contra occidente, el propio Estado Islámico (¡como no!) se atribuyó el atentado.
Sin embargo, el padre del asesino dijo que no, que su hijo no era miembro de ISIS, sino más bien homofóbico (quizá tratando de evitar que las sospechas cayeran sobre el resto de la familia con la consecuente pérdida del empleo y persecución gubernamental) y entonces lo que había sido (como fue, independientemente de las motivaciones) un acto de terror, se convirtió en un acto de "odio" (como si el terrorismo fuera amoroso), y las víctimas dejaron de ser personas fallecidas para convertirse en mártires de una causa.
Esperemos que las investigaciones revelen la verdadera naturaleza de tan espantosa acción, pero hay conclusiones que a la luz de este hecho, y otros muchos que ocurren cada vez con más frecuencia en Estados Unidos, debemos analizar:
1. Adquirir armas en Estados Unidos se ha convertido en la cosa más natural del mundo; nada importa que sean armas que nada tienen que ver con la defensa personal, como son los rifles de asalto R15, destinados a hacer frente a cuadrillas fuertemente armadas y unas de las preferidas por la delincuencia organizada; si es negocio, hay que seguir haciéndolo, no importa que ponga en riesgo a estudiantes, amas de casa, jóvenes divirtiéndose, militares en tiempo de descanso o policías en trabajo de oficina, el respeto al derecho de poseer el arma que tenga la capacidad económica de comprar está por encima de cualquier otra consideración.
2. El valor de la vida humana está sumamente disminuido; las autoridades no están preocupadas por las tragedias personales que afectan a familiares y amigos de las víctimas, sino en las consecuencias políticas que puedan tener para sus gobiernos. A pesar de la evidencia del riesgo de seguir permitiendo la libre venta de armas, el apoyo de la NRA sigue siendo fundamental para ganar elecciones, lo único importante para un político, sin importar el país del que se trate. Los colectivos aprovechan cualquier ocasión, para llevar agua para su molino, sin importar las mentiras que se tengan que decir para lograrlo.
Lamentablemente parece que como humanidad no aprendemos de cada uno de estos casos, ojalá el de Orlando fuera el último, pero desgracidamente puedo anticiparle que no lo será, y mientras tanto el anhelo de paz que tiene el mundo seguirá siendo postergado en aras de los intereses económicos y políticos de unos cuantos que se creen más importantes que el resto.
Bernardo Ardavín Migoni
Nadie debiera estar en contra de que las leyes sean efectivas y, en su caso, sancionen su violación ---porque las leyes sin coerción y sin castigo, son inútiles---, tanto para obligar a ciudadanos comunes como a funcionarios, aun cuando las sanciones a servidores, debieran ser más severas, por el daño mayor que causan. Pero también es necesario que sean leyes prudentes, cuyo objetivo no sea la persecución sino la regulación de la conducta para garantizar, en la medida de lo posible, que la actuación de los sujetos a ella se ordene al bien general y a la justicia.
Los legisladores violan la Carta Magna, sin ninguna contrición
El Consejo Coordinador Empresarial y el Sindicato de Empresarios de la Coparmex, principalmente, han hecho señalamientos severos reprobando la actitud de los miembros del Congreso, que han violado flagrantemente la Constitución sin ningún escrúpulo, pasando por encima de los plazos que, en su momento, hace un año, ellos mismos fijaron para aprobar las leyes anticorrupción, que supuestamente permitirían la aplicación de las reformas constitucionales.
La fecha límite fue fijada el 28 de mayo y ha sido rebasada sin que haya ninguna explicación plausible, más allá de que no se han puesto de acuerdo para obtener la mayoría suficiente para aprobarla, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. Para ellos, no existen obligaciones.
Las leyes no son suficientes, es necesario insistir en la ética
Debemos insistir en la necesidad de recuperar la ética en las acciones de gobierno, mismas que, como actos humanos, son afectas por la moral, indefectiblemente ligada al ejercicio de la libertad responsable, especialmente exigible en quienes ejercen un puesto público. Una forma primaria de la corrupción es la perversión de la política, que debiendo estar orientada al bien común, como su objeto propio, es prostituida para ponerla al servicio de los intereses de personas y grupos, a despecho del bien general.
¿Qué debemos hacer?
Los ciudadanos tenemos que unir nuestras voces a los organismos y personas que están exigiendo a los legisladores: que aprueben las leyes anticorrupción, y se aseguren de que éstas contengan medidas preventivas adecuadas, y castigos severos para los servidores públicos que incurran en acciones deshonestas.
Nadie debe permanecer al margen de esta exigencia al Congreso.
José Antonio Ortega
Contrario a la creencia de la clase política de que los ciudadanos mexicanos aguantan lo que sea y a la hora de votar premian a quienes los han castigado, el 5 de junio los electores hicieron uso del sufragio de castigo.
El gran castigado ha sido el PRI, que obtuvo sólo 5 de las 12 gubernaturas en disputa, mientras que el PAN ganó las otras 7, resultado que a los primeros en sorprender fue a los propios dirigentes panistas.
El voto de castigo al PRI (que en primer lugar es al gobierno del Presidente Peña) se lo ha ganado a pulso, y si bien hay razones específicas en cada estado, también hay unas que son comunes, de orden general.
La primera razón de orden general del voto de castigo es el alza de impuestos que propuso el Presidente Peña y fue aprobada en 2013, la cual dañó el crecimiento económico, castigó los bolsillos de los contribuyentes e hizo más complicada aún la tributación. ¿Puede a alguien sorprender que el PRI haya sido vapuleado en municipios fronterizos como Juárez (Chihuahua) y Nuevo Laredo y Reynosa (Tamaulipas) después que ese partido y sus aliados aprobaron el aumento del IVA en la frontera?
Las elecciones federales de 2015 hicieron pensar al PRI y al gobierno del Presidente Peña que la afrenta no tendría costo, pero éste vino después en elecciones que son más importantes para el ciudadano común que las federales intermedias: las locales de gobernador.
La segunda razón de orden general es la eficaz campaña de la izquierda para culpar al gobierno federal de los hechos de Iguala y de la desaparición de los 43 normalistas, que significa vender la falsa idea de que la actual administración federal priista es la misma de tiempos de Díaz Ordaz o de Echeverría. Pero esa campaña no habría tenido éxito de no ser por la torpe actuación del propio gobierno federal al traer al enemigo a casa, al haber llamado al Grupo de Interdisciplinario de Expertos Independientes de la CIDH, que no tenían otra misión que trasladar la culpa por la masacre, de políticos de izquierda al gobierno priista.
El Presidente Peña pareciera tener un equipo experto en generar impopularidad a su gobierno y a su partido, ya sea a causa de su política económica, interna o exterior.
Una tercera razón de orden general de los resultados electorales es la ola de violencia del crimen organizado que golpeó a los habitantes de varios estados. ¿Puede sorprender el holgado triunfo del PAN en Tamaulipas, estado agobiado por la violencia y la extorsión masiva y donde los gobernadores priistas se han coludido con los grupos criminales incluido el que está por dejar el poder?
Es de celebrar la sensatez de los ciudadanos de usar el voto de castigo al PRI optando por el PAN, mientras que en 2012 fue a la inversa, y que no se hayan inclinado por la izquierda y en particular por Morena y su proyecto para hacer de México una Venezuela. El pueblo mexicano NO es de izquierda.
Pero vale la pena preguntarse porqué los electores habrán procedido así. Un día después de los comicios la Iglesia católica señaló sin ambages que era injusta e inmoral la iniciativa del presidente Peña para legalizar en todo el país los matrimonios entre personas del mismo sexo. ¿Consideraron esto muchos electores que decidieron dar su voto al PAN que hasta ahora se ha opuesto a tal cosa? NO es una posibilidad para nada remota.
Y de nuevo en abrirle este otro nuevo frente de conflictos (¡cómo si no tuviera suficientes!) y en granjearle más impopularidad, el Presidente Peña debe agradecerles a sus colaboradores. Fue su secretario de salud, José Narro Robles, quien lo presionó para que presentara tal iniciativa. Y Narro ya le prepara otra manzana envenenada al primer mandatario: una iniciativa para legalizar el aborto en todo el país. Con estos colaboradores ¡para que necesita enemigos, Presidente Peña!
El caso de la Ciudad de México es singular. A la elección, la gran mayoría de los capitalinos no acudió: sólo se presentó a las urnas el 28% de los electores, cifra récord de abstencionismo. Y ya sabemos lo que pasa cuando los electores desairan los comicios: de ellos se apoderan los aparatos partidistas, y es obvio que los aparatos más poderosos en la capital del país son los de Morena y el PRD, pues los dirigentes locales del PRI y el PAN han hecho un gran esfuerzo por empequeñecerlos y enchufarse con las autoridades locales.
Este abstencionismo es prueba fehaciente de que la creación del estado 32 no era una causa ciudadana, sino grilla de políticos de izquierda para intentar imponernos una constitución socialista en la capital del país.
Pero ¿cómo los colaboradores del presidente Peña y los dirigentes del PRI (pero también del PAN) fueron tan insensatos como para no prever este resultado cuando aprobaron la creación de la "Ciudad de México"?
Existe la versión de que los pocos electores de la ciudad de México que se presentaron a sufragar también castigaron al PRI y al gobierno federal por el desastre de movilidad creado al reducir los parámetros para declarar pre-contingencias y contingencias ambientales, el restablecimiento del Hoy No Circula obligatorio un día a la semana para todos los vehículos (incluidos aquellos que hacen una contribución ínfima a la polución) y las nueve veces que se ha impuesto el doble Hoy No Circula. No estoy seguro del efecto de la nefasta medida en esta elección en particular, pues muchas personas siguen culpado de ella -equivocadamente- al Jefe de Gobierno. Pero cuando la mayoría de los capitalinos se entere sobre quiénes son los verdaderos responsables les harán pagar la factura.
En efecto, la lesiva medida no es obra del gobierno capitalino sino... del gobierno federal y en particular de dos colaboradores del Presidente Peña: el secretario de salud ¡otra vez! José Narro y el secretario del medio ambiente Rafael Pacchiano ¿Cómo pudo creerle el Presidente Peña a estos señores que la medida absurda le daría popularidad a su gobierno y a su partido y que era necesaria?
Presidente Peña: no cabe duda, algunos de sus colaboradores (no todos por supuesto) están empeñados en llevar su gobierno, en su último tramo, al despeñadero...
Oscar Fidencio Ibáñez
En su visita a México el Papa Francisco hizo constantes llamados a no dejarnos desanimar por la violencia, la corrupción y la injusticia que muchas veces nos abruma; nos invitó a no permitir que nos quiten la esperanza, a no dejar de soñar. En la cárcel de Juárez el Papa nos hizo reflexionar que a pesar de lo duro y grave que haya sido el pasado, siempre existe la "posibilidad de escribir una nueva historia".
Parece que ese mensaje tuvo algún efecto en la voluntad de muchos ciudadanos que nunca habían salido a votar en las elecciones y que decidieron cambiar de gobernantes, como un primer paso para "escribir una nueva historia".
En su visita a los presos en la cárcel de Ciudad Juárez, el Papa explicó lo que significa venir a celebrar el Jubileo de la Misericordia con los internos: "es aprender a no quedar presos del pasado, del ayer. Es aprender a abrir la puerta al futuro, al mañana; es creer que las cosas pueden ser diferentes. Celebrar el Jubileo de la misericordia con ustedes es invitarlos a levantar la cabeza y a trabajar para ganar ese espacio de libertad anhelado. Celebrar el Jubileo de la Misericordia con ustedes es repetir esa frase que escuchamos recién, tan bien dicha y con tanta fuerza: «Cuando me dieron mi sentencia, alguien me dijo: "No te preguntes por qué estás aquí sino para qué"»; y que este «para qué» nos lleve adelante".
El Papa hablaba frente a quienes están tras las rejas físicas en la prisión, pero al mismo tiempo se dirigía a todos los que podemos estar "presos del pasado", quienes cargamos con historias de fracasos, pecado, violencia, injusticias, crisis o depresión, la invitación en este Año Santo es experimentar que Dios todopoderoso nos tiene misericordia y está dispuesto a perdonarnos, a ayudarnos y consolarnos, dejar el pasado para levantar la cabeza y retomar el camino.
Es muy común que pensemos en nuestra situación y nos preguntemos, ¿por qué a mí? ¿Por qué me está pasando esto?, en lugar de pensar ¿Para qué estoy aquí? ¿A quién puedo servir o ayudar? ¿Qué hago con todas las habilidades, conocimientos y experiencias que tengo? La misericordia de Dios implica darnos cuenta de nuestro valor a Sus ojos, darnos cuenta de que todos estamos aquí para algo. Quienes "han conocido la fuerza del dolor y del pecado, no se olviden que también tienen a su alcance la fuerza de la resurrección, la fuerza de la misericordia divina que hace nuevas todas las cosas." Recordó Francisco.
Todos conocemos a alguna persona que vive en la depresión o con una grave tristeza sin encontrar alguna motivación para reemprender el camino, o conocemos a familias partidas, donde la separación de los esposos o la falta de uno de los padres lastima en lo más profundo y desalienta a los demás, o quizá conocemos a algunos que viven atrapados de algún vicio que los consume y debilita día a día, a todos ellos podemos recordarles que el Padre no se cansa de perdonar. Los cristianos tenemos un "para qué" común, hacer presente la misericordia del Padre a quienes están en nuestro camino con gestos y acciones concretas, para construir nuevas historias.